Para una mujer madura, divorciada, sin pareja y de las que no van a la cama con cualquiera simplemente para que le quite las ganas, los fines de semana pueden ser patéticos.
El sábado pasé el día haciendo una gran limpieza en el apartamento y lavando mi ropa y la de mi hijo adolescente. En la noche salí a cenar con una buena amiga, también divorciada y sin pareja, que estuvo todo el tiempo agregando sus problemas a los mios como si yo fuera su psicóloga.
Ayer domingo fui al supermercado y al video club en la mañana y después del almuerzo, como mi hijo se fue a la casa de un amigo a ver deportes por televisión, me quedé sola en casa, me puse la bata de dormir y me acosté en el sofá de la sala a ver la película que había alquilado.
Se trató de un drama romántico, de esos en que sucede de todo, con una historia de amor ligada a un asesinato y su correspondiente investigación policial, "thrillers" les llaman en inglés (vivo en Estados Unidos).
A mitad de la película vino la inevitable escena de sexo. Como se trataba de una película normal, sólo no apta para menores, no mostraron nada explícito. En ningún momento se vio un pene entrando a una vagina o siendo chupado o masturbado por la chica, pero ni falta que hizo porque dentro de lo permitido tuvieron una escena bastante candente con desnudos del cuerpo de la mujer y las nalgas del hombre.
El caso fue que según se fueron abrazando, acariciando, besando y desnudando, mi clítoris se fue poniendo sensible y mi vagina húmeda. Cuando iniciaron las penetraciones y los movimientos y gemidos, todo visto de la cintura hacia arriba, no pude evitar meterme una mano dentro de la bata para acariciar mis pezones y la otra dentro de la panty para hacerme un dedo.
No se si ifue por inspiración con la escena o por el tiempo que llevo sin tener sexo con un hombre o por el morbo de estar masturbándome medio desnuda en la sala o por las tres cosas a la vez, pero lo cierto es que sentí placeres muy intensos y al final, más que un orgasmo, sentí una tremenda explosión de placer dentro de mi.
Luego me quedé profundamente dormida, hasta que escuché la voz de mi hijo diciéndome "Mami, te orinaste dormida en el sofá". Cuando reaccioné y miré, descubrí que mi lubricación había dejado una mancha en el sofá.
Por suerte, aunque me había desabotonado la bata a la altura de los pechos, nunca me quité la panty y mi hijo de 14 años creyó que simplemente me había orinado.
¿No es algo patético?