Esa semana habia estado trabajando muy duro en un reporte que debia entregar el viernes a mas tardar. Ya era casi el final del dia y finalmente todo parecia tener forma. Cuando iba a imprimir el informe encontre que no habia papel. Tuve que ir al cuarto de suministro en el piso de abajo. Todo el mundo se habia ido. Los viernes todos salen temprano y yo seguia pensando en el ... informe en lugar de estar con mis amigos en el bar echandonos unas cervezas.
El cuarto estaba oscuro, encendi una luz que apenas lo iluminó y empecé a buscar el papel pero no tenia idea de donde estaba. Estaba yo inclinado frente a uno de los estantes cuando alguien dijo desde atras "hola". Yo salté asustado, crei estar solo en la oficina. Ella se dio cuenta y sonrió. Se divertía viendo como yo me habia asustado. Era Lucila, una secretaria de otra división con la que casi nunca hablaba porque nunca coincidiamos en ningun espacio. Con su casi cincuenta, se veia muy bien. La voluptuoisidad y la firmeza de sus carnes alcanzaba a despertar en mi pensamientos morbozos. Alguna vez me subi en el mismo ascensor temprano en la mañana. Estaba tan lleno que nos tuvimos que pegar mucho. Yo estaba detras de ella y cuando empezo a pegarse a mi cuerpo mi pene se puso muy duro. Nunca lo comenté con nadie, pero sé que ella lo sintio y creo que lo disfrutó. Yo todavia recuerdo su olor y la sensacion blanda de estar tan cerca de su cuerpo abundante.
El caso es que ella si sabia dond estaba el papel y me lo mostró. Se agacho muy despacio frente a mi, muy cerca de donde yo estaba buscando. Se arrodillo, y lo saco. Volteo la cabeza y quedo a la altura de mi ... Se volteo, la miro, y se levanto frente a mi. El cuartico era muy estrecho y al quedar ella frente a mi quedamos apretados como en el asensor, pero ahora frente a frente. Por un segundo pude sentir sus senos frente a mi pecho y otra vez pude oler su perfume. Ella se movió rapido y nuestros cuerpos dejaron de tocarse, ella quedó y otra vez frente a la puerta, como bloqueando mi única ruta de escape. Cómo si me interesara escaparme de ese cuarto.
"Gracias", le dije. Para salir del cuarto debia pasar por el corredor estrecho que ella ocupa con todo su cuerpo. "Ahora debo regresar a terminar mi informe" me rei con nervios. Ella tambien se rio. Ella se quedo quieta bloqueando mi camino. Luego hizo como si se pegara contra una de los estantes para darme paso pero el cuarto era en realidad muy estrecho. Trate de pasar entre ella y el estante del frente y aproveché este momento para sentir su cuerpo una vez mas. Puse mis manos en su cintura. Más risitas nerviosas. Yo me balanceé de lado a lado, frotando mi ... con su cuerpo de manera descarada. Mas risitas, luego, como por accidente, puse una mano en uno de sus senos. Ella se quedó quieta y luego puse la otra en el otro. Y ella seguía quieta, mirándome. Los aprete con ganas, mientras la puse un beso en la boca. Ella no se resistió, todo lo contrario. Dejó que mi lengua entra en su boca y recorriera toda su humedad mientras ella me acariciaba con su lengua. Yo apreté mi cuerpo contra su cuerpo. Mi verga estaba a punto de reventar. Ella bajo su mano, desabrochó mi pantalón y empezó a acariciarla suavemente con la punta de sus dedos y sus uñas. Yo desabotoné su blusa y encontré su brassier conteniendo sus pechos. Que digo pechos; era un par magnifico de tetas, con pezones grandes y parados con los que mis dedos jugaban mientras mi lengua todavía estaba en su boca. Luego, mi lengua y mis dientes se pasaron por ese hermoso par mientras mis manos las apretaban y amazaban.
Mis pantalones ya estaban en el piso y yo me las había arreglado para bajarle las bragas. Ella me tomó por los hombros y mi hizo arrodillar. Con sus dos manos me empujó hacia su ... que ya estaba muy húmedo. Bese sus labios y con la lengua acaricié su clítoris mientras sentía el sabor salado y fuerte de su sexo. El olor me exitaba más y maás y yo solo quería mamar y mamar. Mis manos se fueron a sus nalgas, las cuales yo apretaba con mucha fuerza. Mi lengua exploraba tan profundo como podia llegar. En ese momento quise ser una culebra, o una lagartija, para que mi larga lengua se aventurara más lejos aun.
Ella me apreto con mas fuerza contra su ... y empezó a dar pequeños saltitos, y a dejar escapar gritos que a pesar de sus esfuerzos por no hacer mucho ruido, estoy seguro que se oyeron en toda la empresa. Sus saltos provocaron que las cosas empezaran a caer de los estantes, pero ella no paraba y no me dejaba parar. Casi me estaba asfixiando, pero yo seguía acariciandola, penetrándola, besándola, usando tu mi repertorio de caricias, besos, y mordiscos. Finalmente liberó mi cabeza. Con su primer orgasmo, yo recibí una bocanada de aire que me daría energía para lo que vendría luego.