Somos un matrimonio mayor. Mi esposa contrajo artrosis a muy temprana edad. Diversos tratamientos fueron efectuados con pocos resultados y por recomendación visitó un masajista universitario. Esto ocurrió hace 10 años , contaba él con 32 años y ella 62 No hubo ninguna mejoría pero yo era permisivo pensando que psicológicamente le hacía bien. Mi experiencia me decía que había una relación más que profesional pero ante la gravedad de su caso no tendí a ser negativo. Los dolores continuaban y notaba un trato muy preferencial con regalos costosísimos de parte de él y su afecto declarado como una excelente persona. Notaba que una vez por semana se producía como para una fiesta con perfumes franceses que después descubrí que irónicamente me decía que era para mí agrado. Continuaba yo interpretando que aún frente a los hechos era humano comprender su situación. No había más que halagos para su persona que era reconocido por otros pacientes. Una noche de Navidad del 2009 me comunicó que le había llamado y me mandaba saludos por esa festividad. Revisado su celular descubrí que las llamadas procedían del celular de ella y no de él. Me había mentido. Se lo hice saber y exigí finalizara con sus sesiones que eran como dije antes una vez por semana. Le reproché al profesional los regalos muy costosos que humillaban mi persona. Antes de ello intentó regalarle un cuadro nuestro muy costoso cosa que me arrepiento de haber informado a mis hijos. Era notorio que esa relación llegaba más allá de las apariencias. Pedí a uno de mis hijos que me extraigan el listado de las llamadas salientes cosas que produjo mucho enojo a mi hija no tan así, con mi hijo que reprocho la actitud. Previamente había pedido el listado a mi sobrina quien era titular de la línea e irresponsablemente se lo contó a mi esposa. A mí no me dijo nada pero calculó preguntar si existían llamadas comprometedoras y seguro que si las habría, negó el pedido. Supe más tarde que mi esposa lo llamó a el pidiéndole disculpas por mi "actitud". No confían más en ella podría yo mostrar mis llamadas sin prejuicio dado que no debía nada que ocultar.
Perdí el cariño me sentía desolado y con pensamientos que cada día hacían más la pérdida de mi cariño por ella. Pasaron más de dos años y hoy tengo lástima por ella porque esta relación terminará en divorcio. Debo agregar que soy un desvalido y tendré que afrontar la vida con mucha penuria.
Su presencia me sienta mal, intolerable falta de afecto y lo peor de todo revolver su pasado con desprecio que me hace sentir bajar a su nivel de promiscuo sentimiento.
Tal vez este post tendrá tantas interpretaciones como letras contiene. Por último creo que la amistad de un hombre y una mujer es difícil. La culpa la tienen las hormonas.
El final fue dos reemplazos de caderas y dos reemplazos de Moraleja "ante un masajista consulte su duda"
Gracias por leerme
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