I did it my way dos modos de encarar la vida y demás pajas mentales

...de nuevo San Valentin, felicidades para los enamorados, yo también ando enamorada (de la vida, siempre! ) pero mosqueaílla. Más que nada, conmigo mismo.

Y eso que no debería quejarme, porque después de todo, yo llevo las riendas de mi vida siempre, aunque a veces se me escurran éstas entre los dedos.

Ayer tuve mi almuerzo de enamorados en un restaurante indio, de sabrosísima comida y ambiente evocador.
El restaurante encantador, la charla agradable aunque obviamente preñada de augurios, de un dèja vú que se negaba a desaparecer así como así.

El hombre estaba pues, faltaba Amor.
Era un amigo en potencia que acababa de conocer hace unos días en una fiesta y que había cumplido (oh milagro!!) su palabra de echarme un cable con cuestiones de índole desesperante, casi doloroso, como todos los pasos burocráticos.

Desde que nos conocimos hacia poco más de una semana me había prodigado atenciones, llamadas telefónicas, chocolatitos, hasta me invitó a un desayuno pantagruélico, que se lo tuvo que zampar casi por entero él, yo soy de desayunar poco, como se estila por mi tierra.

Desde el principio supe que aquello no podía acabar bien. Eso lo ve un ciego, verdad?
en fin, procedo a su descripción, que me explico fatal:

Hombre de 40 y tantos largos, defínitivamente no es un Adonis y con una mata de pelo que le crece profusamente justo donde otra gente tenemos nuestros órganos auditivos.

El cuerpo me recordaba un poco a Sid, el perezoso de Ice Age. Sus maneras eran un poco histriónicas, como un Woody Allen con manos muy largas.
Me encanta Woody pero en las pelis. No, no me pone y menos, si una no hace nada mas que escurrirse de sus semiabrazos y sus masajes de rodillas.
Su manera de abordar el "romance", era típico de un prepúber, hablando siempre de un hipotético mañana, dentro de veinte años cuando dijeramos:

te acuerdas, cari?

Todos mis intentos de bajarlo a la tierra prudentemente chocaron contra un muro de risas y de:

oye, que yo soy así, bromeo y ....

Me llamó todos los días a mi casa y siempre esas indirectas bastante directas que yo contestaba con otras para evitarle el bochorno final. No way.

Al final tuve que ser bestia. De nada sirvió avisarle que no me gusta que me pongan el brazo, que estoy muy bien sola, que tengo muy mal gusto para los hombres, que lo veo como amigo y no quisiera perderlo.

Tanto quiso convencerme de que nunca se sabe, que el amor es imprevisible y yo cada vez más empecinada en el "te-aprecio-como-un-amigo-no quiero-rolos-con-nadie"...que vamos, más claro agua.
Tan pesado se puso, que no me quedó otra que el desengaño puro y duro.

mira, te veo como amigo y eso no va a cambiar nunca.
Me miró como si acabara de asesinar a su padre y su madre.

un momento: quieres decir que ya lo tienes tan claro, me quieres decir que eso incluso lo has pensado desde el principio ??? Es algo que te sale de la cabeza o de la barriga?? y después de ver mi cara, quiero decir; es lo que piensas o es lo que sientes??

Bien, entoné el mea culpa de nuevo para aligerar el proceso:

tengo gusto pésimo para los hombres, ya te lo dije...nadie manda en su corazón, vales demasiado, sólo te traería problemas, desde luego que comprendo si te sientes dolio, etc

Después dicen que si los latinos somos así o asao; el tipo envejeció otros veinte años y murmuraba para sus adentros..

si, seguro que encuentras a un ... que te hinche a ... así sois las mujeres, de verdad que no lo entiendo...

hombre, que simpáticas tus previsiones !! Ya ves, pero no te lo tomes tan a la tremenda que nos conocemos hace tres días ¡como amigos!, puntualicé. Ni que hubiésemos compartido catre. No quiero ni pensar que show hubiese montado entonces. Yo le hubiese dado el Oscar sin pestañear.

Le expliqué que el mundo es así ( me sentí como una profe de guardería); que las personas, independientemente del sexo nos enamoramos a menudo de quien menos lo merece.
Me miró con labios apretados, enfuruñado.
Estaba perdiendo la paciencia, le recordé lo de los días y de paso, conté por encima mi historia con el rubio, archiconocida por el foro. Una historia de amor para mi, simple ... depravado para él.

Eso último no se lo dije, tan sólo quise poner en relieve que no siempre ganamos, hay que ser estoicos y que se yo...
Por entonces yo ya no paraba de mirar el reloj.

es por mi calva, verdad? Claro, no tengo tipo de huno (huno: ejemplo Til Schweiger, nota mía)

Bueno, no despedimos gracias a dios, él con la mirada vidriosa pensando en su calva y en mi gusto desgraciado.

tres preguntas:

1- si yo pesara 100 kilos y luciese un fino bigotito....¿se hubiera considerado mi amigo también?
Me recuerda un poco a Grisóstomo y su amor por Marcela, a la que llamaban cruel porque no le correspondía... Nihil novum sub Sole, es lo que siempre digo

2- por qué razón entono yo mea culpa, que culpa tengo yo que mis genes manden invariablemente y me sienta atraída por otra clase de macho?

3- porque no le dije: haberme dicho que sólo eres mi amigo si al final follamos"

Creo que lo voy a llamar para ver como tiene el cuore, si aún supura y de paso, me tomo una birra en el bar, a ver si veo al camarero de sonrisa linda y ojos que me hablan de canciones de cuna hiladas con su saliva como decía el otro..

Y para la gente buena que se ha tragado todo este melodrama, esté enamorada o no, dejo este poema que me latía mientras lo miraba y pensaba en como me gustan a mi y para las más visuales dejo un video del huno también, el de inglorius basterds.

http://www.youtube.com/watch?v=HJXmZcVguSs



He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.