Quiero empezar dejando claro que nunca me había pasado esto, y que ni siquiera pensaba que fuera posible. He comprobado, para mi desgracia, que por muy estable que creas que es tu situación sentimental, una mirada y una sonrisa lo pueden poner todo patas arriba.
En mi pueblo hay una heladería a la que voy de vez en cuando en verano, y hace un par de semanas me atendió en ella la chica con la sonrisa más bonita que he visto nunca. No sé si vosotras tenéis un ideal de belleza, si os imagináis cómo sería vuestro hombre (o vuestra mujer) perfecto. No sé si es algo habitual, pero yo desde pequeño tengo la misma visión de cómo sería mi chica ideal, la cual no ha cambiado desde entonces... Bueno, pues iré al grano: como ya os habréis imaginado, me he enamorado de la nueva heladera de mi pueblo. Os juro que cuando cerraba los ojos e imaginaba a mi chica idílica, era esa misma cara la que veía, la suya. Ya sé que es absurdo, que no te puedes enamorar de alguien cuando solo has intercambiado dos palabras con esa persona. Yo también lo creía, pero uno no elige lo que siente, y el corazón muchas veces sigue su propio camino. Lo que ocurre es que no puedo dejar de pensar en ella. No recuerdo la última vez que sentí esto con tanta intensidad. Mariposas en el estómago, corazón acelerado cuando la veo, embobamiento constante... No sabía que un flechazo podía afectarte tanto.
Por supuesto, ahora llega la parte de los problemas: el primero es que tengo novia desde hace años. Es verdad que hace tiempo que estamos distantes, que llevo mucho tiempo confundido y con dudas (desde mucho antes de que la heladera apareciera en mi vida), y que cada vez vamos a peor; pero no voy a andar tonteando con otra chica antes de tomar una decisión con mi novia, ser infiel va en contra mis principios, y aunque me sea imposible controlar lo que siento, obviamente no voy a intentar nada. El segundo problema es la propia naturaleza de la relación. Es un amor platónico, nuestra relación es muy limitada, de cliente y heladera, y nada más. Incluso aunque decidiera dejarlo con mi novia porque mis sentimientos son demasiado fuertes, ella nunca dejaría de ser una desconocida. Solamente la he visto unos pocos días, y algunas veces que he ido, no estaba ella. Es posible que sea un trabajo de verano, que solo vaya a quedarse este mes. Incluso puede que una de las antiguas empleadas sea su madre y ella solo la este sustituyendo. Hoy no estaba, puede que mañana tampoco. Es posible que ya no la vuelva a ver, y eso me aterra más que nada. Supongo que en mi vida hay problemas más importantes, pero no puedo preocuparme por nada que no sea ella.
Ahora viene la parte en la que necesito vuestra ayuda. Si habéis leído hasta aquí no sabéis lo agradecido que estoy. Os cuento: he pensado en escribirle cartas. En ser su admirador secreto. Si al menos consigo sacarle una pequeña sonrisa o hacer que ir a trabajar sea algo más interesante, entonces habrá merecido la pena. Porque seamos realistas, jamás la conoceré. Algún día ya no la volveré a ver, pero sé muy bien que nunca la olvidaré, y me gustaría que, de alguna manera, ella también se lleve un recuerdo del verano. No sé si es buena idea, nunca he hecho algo así y no sé si le parecerá algo muy cursi o si se asustará. Pero quiero hacerlo, creo que es la única forma de romper esa relación de cliente y heladera, aunque solo sea para convertirla en una de admirador secreto y heladera. Porque sinceramente, no se me ocurre nada mejor.
He aquí el gran problema para el que necesito vuestras ideas:
¿Cómo puedo dejarle una carta de forma anónima? No consigo encontrar la manera de que no se entere. Había pensado en pedirle a algún amigo que sea mi mensajero, pero me da muchísima vergüenza, y además todos conocen a mi novia. No hay ningún sitio donde pueda dejársela sin que me vea hacerlo... Muchas gracias a todas y todos los que os habéis leído mi historia, comentad, ¡por favor!