En respuesta a abad_8992879
Depende...
Yo me inicié con una virgen, y luego de eso inicié tres más. Cuando ambos son inexpertos, es una tortura, de parte y parte.
Si uno llega a tener experiencia suficiente, y le llega la oportunidad de tener sexo con una virgen, yo le recomiendo varias cosas a ella: primero, no esperes nada espectacular; yo comparo la experiencia a probar un par de zapatos. Puede ser incómodo, doler, etc., así que no esperes el superorgasmo del siglo la primera, quizá tampoco la segunda, y hasta quizá la tercera vez. Él tiene la responsabilidad de no forzar las cosas, y lo de no forzar no es solo abrirse paso a través de tu himen, sino dar el tiempo necesario para acostumbrarte a todas las sensaciones que vas a experimentar (algunas que te son conocidas, quizá desde hace mucho, mas las propias del acto sexual. Yo soy de los que cree que mujer por más virgen que sea, bien preparada, va a pedir que la penetren por voluntad propia cuando esté lista. Si para eso él tiene que dedicar el doble de tiempo que ella necesita, hasta volverla casi loca si no la acaban de penetrar, que para bien sea.
No debe ser brusco, pero tampoco debe ser entrar el pene milímetro a milímetro por un minuto o dos. Preferiblemente, ella misma debe guiarlo hacia la entrada, y ella misma introducirlo; uno solo debe limitarse a empujarlo poco a poco hasta que ella se acostumbre a tenerlo dentro. Una vez dentro, poco a poco, deben amoldarse al cuerpo y al estilo del otro, antes de procurar darse placer mutuamente. En todo esto, el chico debe procurar ser muy, muy sensible a las necesidades de la chica. Si de momento ella no quiere, por miedo, o su vagina se cierra por completo, hay que respetar eso. Se pasa más tiempo abrazando y acariciando que entrando y sacando.
Por último, es un privilegio estar con una chica virgen. Si ella queda satisfecha, no hay nada mejor que una segunda ronda con tal de que ella libere sus temores y esté en control.
Cuento ahora por si él es el estrenado...
En el caso de él...
...guíalo. Enséñale a acariciarte. Si de momento besa como camello masticando hierba, o trata tus pezones como botones de un radio, o quiere penetrarte sin quisiera quitarte un poco la ropa, dile que se tome su tiempo. Asegúrate que usa condón, para que se desensitize, así estés en la píldora. Dile que tú mandas hoy, pero hazlo con suavidad y delicadeza. Explícale cada cosa que debe tener en cuenta de tu cuerpo a la hora de tener sexo, particularmente en tres momentos: a la hora de penetrarte por primera vez, a la hora de él eyacular, y a la hora de llevarte al orgasmo. Pregúntale si tus presiones vaginales le irritan o duelen en el pene, y dile que si hace falta, tú harás el trabajo hoy hasta que él practique contigo. Tenle paciencia, porque la primera vez tendemos a tener problemas...