Y mucho.
Tú supiste que lo estaba, porque te lo dije, porque preferí ser valiente y arriesgarme a recibir a cambio tu indiferencia, pero no quise callar.
Y eso fué lo que ocurrió, me obsequiaste con tu indiferencia. Sí, es cierto, también me ofreciste tu amistad, pero no fué un ofrecimiento sincero, no querías mi amistad, simplemente no te atreviste a mostrar tu indiferencia abiertamente.
Ahora ya da lo mismo, ahora tu presencia ya no inquieta mi corazón, ahora ya cuando te veo, tan solo veo a alguien que cambió mi vida, que me hizo sentir vivo otra vez, pero que no quiso conocer quién soy.
Ya no estoy enamorado de tí, en mi corazón encontró la forma de entrar otra mujer, una mujer que sí ha querido conocerme, una mujer que se siente ilusionada por verme, por hablarme, por contarme sus cosas, por preguntarme por las mías, por hacerme parte de su vida.
Estuve enamorado de ti.......gracias por dejarme libre.