Es lo mejor para ella...

Por razones laborales debí radicarme lejos de mi localidad, solo. La relación con mi esposa era la normal de una pareja de clase media con 30 años de matrimonio, ambos en el entorno de los 50 años y con hijos ya mayores.
Teníamos por costumbre, sentarnos en el patio del frente de la casa a charlar, escuchar musica, etc.
Cierto día vi una mujer que llegó caminando a la casa vecina y que llamó me atención, nunca la había visto. Le pregunté quien era ella a uno de los muchachos que llevaba mas tiempo que yo en el vecindario.
- Ah, es la vecina de acá al lado, casa por medio. Es una mujer mayor, me contestó.
Y no se le dió mas importancia al tema.
Pasó un tiempo y una tardecita estaba yo hablando por teléfono en la vereda y volví a ver a la señora, estaba paseando un enorme perro en el patio del frente de su casa.
La saludé con un "hola" que confieso, me salió involuntariamente. Respondió al saludo con un gesto de su cabeza y entró a su casa. Me dió gracia pues parecía que el perro la llevaba a ella. Era menudita, delgada, piel blanca, usaba lentes y ropa deportiva holgada y discreta.
Varios días después volví a verla y como me tenía intrigado me acerque para hablar con ella.
Estaba de espaldas, dije:Hola, como está. Si su perro lo permite, mi nombre es W. ...
Entonces se dió vuelta y me miró con los ojos celestes mas hermosos que haya visto en mi vida.
- Hola. Me llamo B.,dijo y esbozó una sonrisa.
Todo comenzó ahí. A partir de ese momento comenzamos a hablar más seguido. Nos contamos nuestras vidas.
Ella: 50 años, soltera, estuvo radicada y trabajando en el exterior por años.Volvió a la casa paterna hace 6 años y se dedicó a atender a sus padres enfemos que recientemente fallecieron, por lo que estaba pasando una profunda crisis depresiva. Trabajaba en su casa como diseñadora.
Desde que retornó al pais, no había iniciado relación sentimental alguna.
Yo: 50 años, casado, siempre trabajando, mis padres fallecieron a los pocos meses de que vine a este nuevo vecindario.
no sé explicar poque mentí: le dije que estaba separado.
Comenzamos a salir y tras unos meses de conocernos, tuvimos sexo.
Practicamente me fuí a vivir con ella. Hacíamos todo juntos. Fué sin dudas, la época más feliz de mi vida. Nos dimos cuenta nos encantaba estar juntos, reir, cocinar, mirar tv o escuchar música, todo juntos. Me mimaba y la mimaba a cada momento. Me atendía y la atendía constantemente. , simplemente estar el uno con el otro nos hacia felices. No sólo era el sexo, era todo lo que concierne a una pareja.
A mi esposa le pedí el divorcio luego de 2 años de esta situación y se negó teminantemente. Es más, cuando debo ir a mi casa a atender mis asuntos, mi esposa hace de cuenta que no ha pasado nada, se niega a aceptarlo y para colmo ha roto con todo lo rutinario. Se acordó de ser mujer completa cuando le confesé mi infidelidad, por ella siento un profundo cariño y nada más.
Si intento abordar el tema, se pone histérica, luego cuando se calma, vuelve a su postura de "acá no pasó nada".
Temo que mis hijos aunque ya mayores, no acepten a B y nunca pueda ofrecerle aunque sea una jornada con ellos. Si la tratan se derían cuenta que es la persona más amable, sincera y honesta que hayan conocido, pero esto no puedo imponerselo.
He hecho de todo para remediar la situación, he hablado con total sinceridad sobre el tema con mi familia y la situación no cambia.
B se angustia profundamente cada vez que debo ir a mi casa y sufre por mi culpa.
Eso no lo puedo soportar,
Debo renunciar a ella para que encuentre la felicidad. Le causo un gran dolor porque sé que me ama tanto como yo a ella.
Pero este dolor pasará, si sigo adelante el sufrimiento se repetirá una y otra vez.
Si es nuestro destino y la voluntad de Dios que debamos estar juntos, al final del camino nos encontraremos.
Comparto esto con ustedes para descargar mi angustia y mi dolor, sepan disculpar.
Te amo B