Foro / Pareja

El toque.

Última respuesta: 9 de septiembre de 2008 a las 18:22
U
urtzi_6414891
9/9/08 a las 13:33

Finalmente habían decidido probar aquella novedad. El la había descubierto en un antiguo libro oriental y le había interesado. Se trataba de una practica amatoria poco conocida que se realizaba en un remoto país asiático, algo así como una especie de ritual erótico para iniciados...

Cuando le propuso a su amante experimentar aquello, a ella le pareció un poco absurdo, pero luego acepto pensando que seria interesante intentar algo nuevo. Por otra parte su chico le gustaba mucho y no quería defraudarlo.

Esta especie de juego sexual consistía en lo siguiente: estaba permitido realizar todo lo que ordinariamente puede probar una pareja en materia sexual con el único limite de la imaginación. Pero había una condición. Los cuerpos no debían tocarse. El arsenal de caricias, la actividad de la lengua y la boca, el desenfreno genital, podían llegar a rozar casi la piel del otro pero sin establecer contacto físico de ningún tipo.

El juego comenzó. Cada uno se quito la ropa ante la imposibilidad de que el otro intervenga. Al verse desnudos frente a frente con el deseo a flor de piel comprendieron que aquello no seria nada fácil. El comenzó a desplegar sus manos a milímetros de la piel de su chica. Definitivamente aquello se parecía mas a una sesión de Reiki, pensó. Así y todo notaba que sus cuerpos levantaban cada vez mas temperatura. Acerco su boca a la de ella y sus lenguas casi se rozaron, por momentos les daba gracia, pero el deseo y la pasión iban en aumento.

El se aproximo a los hermosos pechos de su chica y comenzó a lamerlos sin tocarlos, los pezones se erizaron, al principio a ella le causaba extrañeza, pero luego aquel juego absurdo comenzó a excitarla a punto tal que le costaba mucho contenerse para no arrojarse encima de su chico. Con el correr de los minutos ambos mantenían una estricta disciplina. Ella quiso saborear el miembro de su amante aplicando aquella técnica, por lo que con gran esfuerzo logro meterselo en la boca sin siquiera rozarlo. Por momentos aquello se parecía mas a una tortura que a un juego erótico.

A esta altura ambos estaban muy calientes pero aun se mantenían firmes. El comenzó a lamer suavemente a milímetros de la conchita de su amante. Necesitaba tener una gran fortaleza para percibir su olor, sentir el rumor de aquel sexo tan deseado y no poder tocarlo. Nunca pensó que ella, que ya estaba muy mojada, podría calentarse tanto sin siquiera haberle tocado un pelo. Sabían que no podría haber penetración pero la duda era cuando acabaría aquello, como acabaría y si llegarían o no a la explosión final del orgasmo.

Al no poder encausar tanto ardor se les ocurrió la posibilidad de tocarse cada uno a si mismo. Ella pregunto a su amante si podría acariciarse los pechos y el clítoris ya que no podía mas de caliente, pero el no sabia si las reglas del juego permitían tal cosa. Decidió entonces consultar los escritos que tenia sobre el tema. Rápidamente abandono a su amante unos minutos y comenzó a leer las herméticas instrucciones mientras ella lo esperaba a punto de estallar y el sentía el miembro como un garrote.

Efectivamente el ritual no permitía el contacto directo desde el mismo cuerpo de los participantes por lo que decidieron estoicamente cumplir las reglas hasta el final, cueste lo que cueste. Se retomaron las caricias cercanas, los susurros obscenos, los aromas mezclados pero excitantes, hasta que a ella el ardor se le hizo insoportable y comenzó a gemir y a retorcerse de placer y desconsuelo. El, al ver a su amante, no pudo aguantar mas y se corrió sobre ella. Un abundante chorro de semen salió a borbotones y se derramo caóticamente sobre sus pechos palpitantes. Al sentir el fluido tibio luego de tanto tiempo sin contacto físico ella se corrió de una manera descomunal.

Todo había terminado. Finalmente habían cumplido, aunque les quedaba la duda si aquel contacto a través del semen estaba realmente permitido. Al haber terminado el juego ya podían tocarse. Lo hicieron lentamente, se fundieron en un abrazo interminable, en un beso apasionado. La satisfacción era doble. Habían obtenido el placer pero también habian cumplido al no salirse de la norma. Con una mirada cómplice se les ocurrió que tal vez jugarían nuevamente aquel juego, pero esta vez le encontrarían otra variante .Lo jugarían en reversa, es decir, estaría permitido el contacto físico pero no la relación sexual de cualquier tipo. En este punto dejaremos que cada uno determine si es posible resolver semejante dilema.

Ver también

J
jolita_5935485
9/9/08 a las 15:39

Extraña manera...
Pero no menos interesante.
Cualquier tipo de relación que proporcione placer a ambas personas es aceptable, muy imaginativo de tu parte. Me gustó.

R
rus_7293253
9/9/08 a las 18:22

Genial
Original.... muy bueno-..

ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

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