Nos conocimos paseando a los perros. Había química. Eso era obvio. Pero los 2 amábamos a nuestras parejas así que no permitimos que pasara nada. Pasaron los meses, seguimos hablando y empezó a generarse un cariño mutuo. Cuando nos quisimos dar cuenta, teníamos una relación paralela a nuestras propias relaciones: quedábamos para comer, para un café, para pasear a los perros... hablábamos de todo. Nos contábamos cosas que no contábamos a nadie más. Y un día me besó. Y yo le besé. Nunca hubo sexo. Sólo besos y caricias. Pero un dia me dijo que su mujer estaba embarazada. Entonces, fue como ver la luz al final del tunel. Le eche de mi vida. Le dije una mentira. Pero sólo duro un tiempo porque él no quiere desaparecer.Sigue sacando a su perro por el parque que está enfrente de mi casa. Yo tengo que pasar por ahí sí o sí. Pero él no tiene por qué. Sin embargo, cuando se cruza conmigo no me mira. No deja que su perro juegue con el mío. No me hablaa. Han pasado 2 meses y sigue comportandose igual. Yo no necesito que las cosas sean como antes. Sólo quiero entender. Porque mi cariño fue sincero.