Hola a todas, es la primera vez que escribo en este foro, y en realidad lo hago porque me encuentro en una situación complicada.
Primeramente empezaré por decirles que tengo 39 años, tengo dos hijos, ya me operé para no volver a ser madre, hace siete años, soy divorciada, y estoy en un momento de mi vida donde quiero encontrar a un compañero, estable que me ofrezca una relación seria, lamentablemente no he sido tan coherente con mi deseo, ya verán porque, hace un año, dentro de la misma empresa donde trabajo, me cambiaron de departamento, ahí conocí a un joven de 29 años, que en ese entonces ocupaba el puesto para el que yo llegué, nos hablábamos poco, siempre muy cortes y amable, se me hizo un joven adorable y no voy a mentirles, muuy guapo, pero todo quedó ahí, jamás de mi parte iba a arriesgar mi estabilidad laboral, además de que él siempre se comportó de una manera reservada y respetuosa para conmigo.
Al mes de estar en el puesto, lo cambiaron a otro departamento y cada quien siguió su camino, la verdad en ese momento este joven, llamémosle Juan, no me importaba, no voy a negarles que me gustaba y de repente fantaseaba con la idea de estar con él, pero de ahí nunca pasó.
Poco después de que entablamos amistad en la oficina, esa amistad se trasladó a las redes sociales, y desde ahí tuvimos largas horas de conversaciones, donde me especificó claramente que él no desea tener una relación formal con nadie, que en algún momento está buscando tener una familia e hijos, pero que no por el momento, yo al igual le comenté mis inquietudes de encontrar a un buen hombre que me amara, que no me pidiera tener hijos y que estuviera dispuesto a estar en segundo plano si queremos verlo así, ya que mis hijos son mi prioridad. Todo iba muy bien, jamás hubo insinuación alguna de su parte, y mucho menos de la mía, incluso llegue a sentirme mal por pensar en su guapura, cuando él no estaba interesado en mi de esa forma.
Para no hacer el cuento largo, después de chatearnos durante dos meses, salimos a tomar un café y ahí mismo me declaró, no su amor, me declaró que quería tener una relación de amigos con derecho conmigo, así él podría buscar a la mujer con la que formara una familia y yo al hombre que estuviera en la mía, en un principio.
La idea no me asustó, tampoco me gustó del todo, pero como es un juego que conozco y lo sé jugar bien, pues acepté, las reglas son muy simples, no debes enamorarte y ambos deben pasársela bien, y de hecho así es, Juan es un gran chico, nunca hablamos de amor, nunca va más allá de decirme que le encantó y yo igual, ha habido momentos en que lo veo vulnerable y creo que me dirá que siente algo por mí, pero no lo hace, al igual ha habido momentos en que he estado a punto de decirle alguna palabra de amor, pero recuerdo que es solo mi amigo y la cosa se queda ahí.
Tengo viendo a Juan como mi amigo con derechos aproximadamente dos semanas, pero me siento mal, ya que creo que estoy traicionado mis principios, yo creo en ser coherente con lo que se pide y se actúa, y yo no lo estoy siendo este momento, ya que Juan está muy lejos de ser el hombre para mi, tanto por la diferencia de edades, como por el hecho de que yo no puedo darle un hijo, que al poco tiempo ya me ha pedido, y que yo sería feliz a de dárselo, sin embargo, no lo haré porque yo ya pasé por esa etapa y no quiero pasar por eso de nuevo, y menos con los riesgos que una operación para desamarrar mis trompas significaría, se que su consejo será que lo deje, y debo confesar que no me siento morir de amor por él, pero esta ilusión me hace feliz, tan feliz, llena una parte de mi vida que de no estar él, continuaría vacía, pero me asusta que a la larga rompa las reglas de este sagrado juego y me enamore, y sea cuando tenga que dejarlo ir, o peor que esta relación de amigovios, me mantenga lo suficientemente alejada de quien podría estar realmente conmigo y enamorarse verdaderamente de mi.
Tú que opinas?