Tengo un matrimonio de 15 años y dos hijos. Mi marido me fue infiel hace 6 años. Me costó perdonarlo, pero lo hice. De unos dos años para acá me viene diciendo que le gustaría que yo le hiciera lo mismo, que tuviera un amante. Que disfruta mucho cuando me imagina en otros brazos, que estaría dispuesto a abrir nuestra relación de mi lado. Es decir, que me permitiría tener un amante al tiempo que él permanecería fiel a mí. En un principio la idea me pareció tan ... que perdí toda la admiración que le tenía, así como el interés sexual en él, al punto de que llevamos más de un año sin tener sexo, pues ya no se me antoja con él. Y es que no sólo me confesó que le gustaría saberme con otro, sino que lo he sorprendido haciendo cosas muy raras, como usar mis juguetes sexuales... en él. La cosa se complicó hace unos meses, cuando un ex de mi juventud me contactó por Facebook, cometí el error de platicarle mis intimiadades maritales y ahora insiste en que tengamos una cita, pese a que tiene esposa. Por un lado, tengo muchas ganas de verlo, en el aspecto sexual era maravilloso y la idea de reencontrarme con él me ha devuelto el deseo, aunque sé que sólo quiere sexo, siempre fue así. Por otro lado, no quiero perder a mi marido, porque si bien en lo sexual no caminamos nada, en lo demás todo funciona bien, como padre, como socio, como proveedor no tengo queja. Entiendo que mi marido me dio permiso para tener un amante, pero aún así siento que estaría traicionándolo. Ya saben, el diablito de un hombro diciéndome que me quede con los dos, el angelito del otro hombro tildándome de... ... ¡No sé qué hacer!