Un masaje sorprendente

Hola, me llamo Laura. tengo 42 años y Estoy felizmente casada. Mi historia no tiene mucho que ver con lo que he podido leer por aqui, pero a mi me produjo mucha excitacion y por eso me atrevo a contarla. cada 15 días suelo darme un masaje. viene un amigo fisioterapeuta a casa y nos da a mi marido y a mi. la ultima vez, el miercoles pasado, mi marido estaba de viaje, pero aun así le pedí a Jóse, que asi es como se llama, que viniera, porque me dolía mucho todo el cuerpo. el masaje me lo suele dar en una camilla que el trae cada vez, y siempre me desnudo quedandome con el tanga. me gusta usar tangas de hilo para que no me marquen con la ropa.

bueno, el miercoles vino Jose como a las 10 de la noche. yo ya estaba con mi bata puesta y mi tanga debajo. me quité la bata y me tumbe como siempre boca abajo. el empezo el masaje por los pies, que es lo normal, pero poco a poco fui notando que acercaba sus dedos al subir hacia arriba hasta casi tocar el interior de mis muslos, lo que me causaba una sensación muy especial

Intente pensar en otra cosa, porque lo cierto es que tampoco tenia sentido pensar que Jose fuera a intentar alguna cosa despues de tanto tiempo, pero lo cierto es que cada vez acercaba mas la mano, y consiguió excitarme bastante. al subir a los gluteos me los masajeo de todas las maneras posibles poniendo mas aceite del habitual, lo que chorreaba por mi culito. poco a poco me fui calentando y creo que el lo notaba en mi respiracion. Con la verguenza por la situación no me atrevía a decirle nada, y el tampoco quiso hablar sobre ello, simplemente continuaba dandome el masaje, aunque moviendo sus manos hasta el limite de lo permitido...

Cuando subió a mi espalda, se dedicó a bajar la mano por el lateral, tocando lo mas cerca posible de mi aureola. yo tengo los pechos bastante grandes. Estan algo caidos por la edad, pero aun atraen muchas miradas cuando hago topless en la playa. lo que mas me gusta son los pezones, que son grandisimos y se ponen muy duros enseguida.

después de un rato me pidio darme la vuelta, y como siempre, me coloca una toalla por encima de los pechos. volvio a empezar de abajo a arriba, y de nuevo, al llegar a las ingles, rozaba con sus dedos casi hasta levantar el tanga. estoy segura que notaba lo mojada que estaba, y yo, aunque no le podia ver porque estaba tumbada, estoy convencida que a estas alturas estaba mas excitado que nada.

no os imagináis las vueltas que le di si lanzarme a por todas o aguantar por mi marido....lo cierto es que Jose se habia propuesto que fuera infiel, porque siguio masajeando cada parte de mi cuerpo con una sensualidad que hacia que estuviera a punto de llegar al orgasmo.

Cuando me masajeo los hombros, acercó sus dedos hasta meterlos por debajo de la toalla...mi respiracion en ese momento ya me delataba y Jose seguia provocando en mi un millon de sensaciones...

decidi al menos darle una alegria, y le dije si no le importaba que me quitara la toalla del pecho, que me molestaba un poco. A jose se le encendieron los ojos y le note ese brillo que ponen los hombres cuando saben que algo han conseguido.

después de unos 10 minutos de seguir con el masaje y pudiendo ver mis pezones completamente erectos, dio por terminado el masaje. Yo a esas alturas ya habia decidido que al menos tendria que darle las gracias por esa sesion que me tenia absolutamente excitada, y al bajar de la camilla, segui hablando con el sin ponerme la bata encima. Me acerque a Jose, y sin decirle nada le estampe un beso en la boca mientras le tocaba con mi mano en su bulto. No tuvimos que decirnos nada mas. Le desabroche el pantalon y a toda prisa busque con desesperación su aparato que estaba a punto de explotar.

Termine la noche dandole con la boca el masaje que se merecía por lo que me habia hecho a mi, y después de decirnos adiós y de quedar para la próxima semana, nos despedimos con un beso intenso....