En respuesta a maisae_5629794
No te líes con tanto prejuicio
El sexo entre lesbianas es sexo entre DOS MUJERES y el sexo entre gays lo es entre DOS HOMBRES, en una relación lésbica no tiene por qué haber una que "haga el papel de" hombre ni en una relación gay uno que haga el de mujer, a menos que así lo decidad como juego, divertimento o incluso por morbo, pero no es ni necesario ni mucho menos es lo habitual.
Debes quitarte de la cabeza la idea de que determinadas prácticas sexuales se asocian a un género (el/la que penetra es el hombre o la marimacho y el/la que es penetrado es la mujer o la femenina) eso es absolutamente falso y además casi siempre esos roles luego se dan la vuelta y se produce una reciprocidad.
Lo cual no quiere decir que a todo el mundo le tienen por qué gustar las mismas prácticas sexuales, se pueden tener preferencias por una o por otras, y aquellas que más te gustan o con las que más se disfruta no son definitorias de si alguien se siente más hombre o más mujer, más hetero o más gay o más lesbiana.
Hay mujeres MUY mujeres y muy heterosexuales que disdrutan enormemente con juegos sexuales de dominación sobre sus maridos, incluso penetrándolos con juguetes sexuales mientras ellos siguen siendo hombres muy hombres y muy heterosexuales (por ejemplo no les gustaría que eso mismo se lo hiciese otro hombre, pero les encanta que se lo haga una mujer).
Una mujer sigue siendo mujer por muy lesbiana que sea y por muchos artilugios que le introduzca a su amante.
Un hombre sigue siendo hombre por muy homosexual que sea y por mucho que su marido le penetre el ano.
Exacto
leila312345 concuerdo contigo, ya me han contado antes que en una relación siempre tiene que haber un dominador y un dominado pero entre las relaciones homosexuales quedará nivelado, esto no quiere decir que ambas seran idénticas, porque cada cabeza es un mundo; en el ámbito psicológico es donde nace la química entre esas dos personas, no es necesario que exista una sumisión ilícita para decir que la pareja funcionará, ésto según yo, es la razón por la cual han habido tantos fracasos incluso entre los heterosexuales.