Desde hace dos años estoy sometida por mi profesora. Ella me ayudó en mis estudios para comenzar la Universidad y comenzó a darme clases en su casa.
Siempre, desde que la conocí, fue muy cariñosa conmigo y al estar horas juntas fuimos tomándonos confianza. Los besos en la mejilla al llegar pronto pasaron a ser piquitos en la boca y luego en mis labios, hasta que su lengua entró en mi boca y de las caricias en los brazos y mi cara pasó a tocar mis pechos, mis piernas y a acariciar mi cola.
Todo me excitaba, ella lo notaba y aumentaba las caricias, hasta que un día me desvistió y me hizo sentir cosas que nunca había imaginado fuesen tan hermosas, mejores que los momentos que pasaba con los chicos.
Luego me mostró videos de cómo nosotras y más tarde otros más fuertes, con cosas que nunca había imaginado, me hablaba de esas cosas, de lo lindas que eran, de lo mucho que se disfrutaba con ellas y poco a poco me llevó a hacerlas, primero fue reunirnos con alguna de su amigas y hacerlo las tres y luego cosas que no me animo a contar pero que deseo decir pero creo que no me lo permitirán aquí. Quiero contarlas pero no puedo decírselo a mis amigas, necesito hablarlo, no puedo tenerlo yo sola. ¿Podré contarlo aquí?