Aun en la distancia la carga psicológica puede disfrutarse... si estás de acuerdo, envíame un MP. Espero que disfrutes mis deseos.
Deseo un juego muy simple, donde estés sentada dentro de una habitación bien iluminada, decoración sencilla, sin ventanas, el vidrio escarchado en la puerta refleja las ocasionales siluetas del pasillo.
Las manecillas del reloj marcan en cada paso el viaje que hiciste a tu "entrevista", titubeaste cuando te encontrabas en el lobby, incluso se te antojó esconderte entre el alegre grupo de personas que salieron del restaurante rumbo al estacionamiento, tan fácil que es regresar al automóvil y volver a tu plácida vida, ahí tienes el control absoluto, pero te quedaste; -un segundo- esperando el asensor, -un segundo- caminando por el pasillo, -un segundo- abriste la puerta, -un segundo- la recepcionista te anuncia, -un segundo- se abre el despacho y puedes entrar, -un segundo- y... estás ahí sentada.
Puertas, puertas por todos lados, hasta que se abre la que está frente a tí, el ruido inunda la habitación brevemente.
Confidentes tal vez, pero esta vez somos desconocidos. Te pido tu currículum, veo tu hoja de presentación, admiro la limpieza de tu escritura. Estás impaciente como para recordar el nombre del vino que tomabas mientras la escribiste la noche anterior.
Empiezo a preguntar, tus gustos, tus aficiones; no puedes hablar más si no se te hace una pregunta, debes responder claramente sin titubear, debes mantener el control de tu cuerpo, en otro momento podrás agradecer y apreciar el interés en tu persona.
Algunas preguntas serán cotidianas, otras serán sobre tus aptitudes, no podrás desenmascarar cada una. No sabrás si su objetivo es sexual o no, solamente estás segura de mi interés en tí, que me gusta saber, que necesito saber, que debo averiguar, que debo descubrir, tú solamente te debes abrir para mí.
Cuando yo sonría sentirás la confianza por agradarme, sabrás que has dicho lo correcto, quisieras sonreir pero no puedes. Tengo que salir por un momento así que aprovechas para suspirar aliviada o quitar las arrugas de la blusa y falda.
Regreso y pregunto por tu cuerpo, esas palabras se hunden en tu psique hasta desbocar tu manantial, quisieras exponerte, desearías ser examinada pero te limitas a responder gráficamente, con lujo de detalle, tratando de explicar incluso tu aroma. Pregunto por tus sensaciones y tu deseo, eso te hace respirar con dificultad pero debes controlarte.
Te pido una muestra mientras regreso a mi escritorio fuera de la habitación, dejé la puerta entre abierta, no sabes si esperar a que regrese o no, alguien podría verte, estás muy expuesta, pero mi instrucción fue que me dieras una muestra de tu excitación y sabes cómo me gustan, además sabes que estás protegida, no tienes más remedio que hurgar para obtenerla aun cuando las personas siguen pasando por la puerta... sonríes cuando recuerdas mi gusto por lo atrevido.
Estoy de vuelta, tu pose es mi preferida, en la mesa sobre tu portafolios de piel está la muestra que pedí y jadeas esperando tu exploración, te recuerdo que siempre debes mirar hacia arriba, lo haces mientras tomo otra muestra, lo hago con tranquilidad muy delicadamente hasta que estoy satisfecho, tus rodillas tiemblan pero debes permanecer quieta.
Te hago saber que he terminado y que puedes hacer una única pregunta... -¿Lo hice bien Señor?
- Lo hiciste bien cachorrita, así como estás ve a tu auto, mastúrbate ahí y regresa a tu trabajo, te llamaré en otra ocasión.
Sonries y volteas rápidamente pero voy de salida, recibo a alguien en la puerta, la detengo con el dedo meñique. Eso te recuerda tu posición, un movimiento y se abriría, te verían, serías descubierta, no sabes si lo haré hasta que regreso a verte por primera vez a los ojos... - Apúrate y... muy bien hecho, terminó el interrogatorio.
Pero le pongo un 10 a tu relato.
