Quien no se haya despertado por la mañana abrazada a su chico, con los ojos cerrados, los cuerpos entralazados y sudando, es que no se ha enamorado.
Casi de madrugada a las 7 de la mañana, todavia oscuro, no se ve, solo se siente el tacto de un cuerpo al cual estas pegada, ambos cuerpos empiezan a rozarse, cada vez mas con mas calidez, al principio parecen caricias de "buenos dias cariño ¿como has dormido?" pero poco a poco los cuerpos se apretan mas el uno contra el otro.
Comienzas a sudar a sentir que te quema, cada vez mas apretados uno contra otro, mas y mas...
Para despues de algo que realmente no se sabe bien si fue o un sueño, acaban nuevamente pegados, cuerpo contra cuerpo y seguir durmiendo, quizas una hora mas, o media, pero da igual ha merecido la pena, perder ese ratito de sueño.
Te levantas con un humor envidiable, incluso el zumo de naranja amargo del desayuno te sabe a gloria.
Es una muy buena manera de comenzar el dia. ¿no creeis?