Por favor demne su opinion... es la primera vez q escribo:
Él, un hombre guapo, de un porte sumamente varonil, atractivo a la vista, una piel y una sonrisa que enamoraría a cualquiera y yo una joven con una pasión hacia él desbordante.
Estábamos en mi casa a eso de las 8 de la noche, mis padres solo se encontraban a unos cuantos pasos del sillón en que estábamos sentados. Todo empezó con unos cuantos besos, esos besos que me podían llevar al cielo y hacer perder la cabeza en unos instantes, que me hacían desearlo como nunca he vuelto ha desear a nadie, que hacían estremecer mi cuerpo y pedir con todo mi ser que su piel me rozara....
Él empezó a besar mi cuello, con tanta ternura y cuidado que su delicadeza me impacientaba aún más. Poco a poco se acerco a mi pecho, sus manos empezaron a rozar mis senos por encima de la blusa, su boca rozaba mi piel entrecubierta por la tela. Yo deseaba que me tocara, que con sus manos agarrara mis pechos, que sintiera su firmeza, que a través de la dureza de mis pezones se diera cuenta de cuanto lo deseaba. Él por su parte empezó a besarme los brazos, besó cada centímetro de ellos, hasta llegar a las palmas de mis manos, no se si alguna vez han sentido toda la pasión que un beso, una caricia, en esa área puede provocar, por mi parte puedo decir que fue formidable....
Y cómo pagar tanta pasión, creo que la única forma era tratarlo de la misma manera, empecé a besar sus manos, empecé a lamer uno de sus dedos, y él con su mirada picara sonreía, me veía hacerlo, y en un determinado momento se acerco a mi oído y me susurro....Sabes cuanto te deseo...Volvió a besar mi boca, con tanta pasión....
Mientras tanto sus manos jugaban con mi cintura, y poco a poco estas recorrían mi blusa, me desabrocho el brasier, y me lo saco, ambos sabíamos entonces que sus manos tenían todo el espacio para tocar al fin mi pecho.
En un momento no pude resistirme, su cuerpo y el mío parecían dos polos que se atraían, por una energía extraña, queríamos que de alguna manera nuestro cuerpos se hicieran uno.. Me senté sobre sus piernas, quedamos frente a frente, y yo podía sentir toda su masculinidad, ambos aún teníamos la ropa puesta, pero sin embargo esta parecía no existir, en sí, el mundo era inexistente para los dos. Él me agarro la cintura con sus grandes manos, y empezó a moverme para adelante y atrás.. Qué sensación, describirla seria imposible, al mismo tiempo nos besábamos, la pasión se desbordaba en ambos. Estar ahí deseándonos tanto, a unos pocos pasos de ser descubiertos hacía que la situación fuera aún más excitante. Me hablaba al oído, me decía palabras que iban desde cuanto me amaba, hasta cuanto me deseaba..Creo que esa combinación es la perfecta para cualquier mujer cuando de pasión se habla y yo sabía que él me deseaba con todo su ser. Después de unos minutos de estar en ese juego él termino su cometido, recostó su cabeza en mi pecho y yo lo abrase, me senté a su lado y lo deje descanzar, miré su cara por unos minutos y le agradecí por lo que me acababa de dar
Esa noche no pasamos de ahí . Pero puedo decir que lo que acabo de relatar nada más aumento mi sed de pasión por él