Me cogistes de la mano y me llevastes a la habitacion. Me tumbastes en la cama y empezastes a desabrocharme poco a poco la camisa mientras me recorrias con tu lengua el cuello y me introducias tu humeda lengua en mi oido. Luego me quitastes el sujetador mientras me lamias suavemente los pezones y de vez en cuando me dabas un mordisquito haciendo que poco a poco me fuera humedeciendo. Tu lengua paso de mis tetas a mi ombligo mientras me bajabas la falda y me quitabas el tanga. En ese momento noté tu pene duro y deseoso de penetrarme. Al dejar a descubierto mi sexo me separastes con delicadeza los labios y empezastes a lamerme el clitoris suabemente, chupándolo muy fuertemente a veces y otras acariciándolo con tu lengua sin casi tocarlo, sintiendo solo tu aliento. Cogistes un hielo, que muy habilmente habias dejado en un vaso en la mesita, y empezastes a recorrerme todo mi sexo con él. A estas alturas yo ya estaba tan mojada que me retorcía de placer gimiendo y pidiendote que me penetraras pero aún me quedaba esperar un ratito. Después me introducistes tus dedos en mi ano mientras absorvías el agua que había dejado el hielo junto a mi placer. Tras esto te subistes encima mía despues de bajarte los pantalones dejando tu pene libre y empezastes a rozarme con el por mi boca, por mis labios, yo empece a lamerte los testiculos, a metermelos dentro de mi boca. Me di la vuelta y me introducistes tu pene por el culo produciendome una mezcla de dolor y goce. Te pedia mas y mas, sentia tu pene que me penetraba fuertemente, golpe a golpe me hacias pedirte mas y mas que no pararas, mientras tus manos me acariciaban mi sexo. Hasta que llego el orgasmo, maravilloso orgasmo.
Por la experiencia, gracias....