Relato en cancún: me masturbé en la alberca y terminé en la cama con ella
Fui de vacaciones a Cancún, era un verano caluroso, eran alrededor del medio día y acababa de instalarme en un camastro afuera de la alberca del hotel, vaya vista que había, se podrán imaginar la cantidad de chicas hermosas que se paseaban por ahí, en bikinis ajustados y tan pequeños que animaban a uno a soñar, la verdad es que esas imágenes eran gloriosas y como era de esperarse me encantaba la vista y me ponía hot cada vez que ellas pasaban cerca de mí con esos cuerpazos. Como estaba haciendo mucho calor no tarde más que un rato en quitarme la playera que traía y zambullirme a la alberca, mientras estaba yo nadando vi que a una chava que estaba fuera de la alberca se estaba acomodando la parte de arriba de su bikini y se le asomó uno de sus pezones, la gota que derramó el vaso, y es que de por si la vista era grandiosa sin que ella me hubiera mostrado a su pequeña amiga, estaba excitado no quería esperar más entonces me aleje a un lugar en la alberca donde no hubiera tanta gente y entonces metí la mato a mi traje de baño y disimuladamente comencé a masturbarme pensado en la chava que hace unos momentos acaba de regalarme una vista espectacular. La sensación de hacerlo en un lugar público y que fueran a cacharme eran tan excitante, en eso volteo para ver que nadie me estuviera viendo y otra chava en la alberca, de nombre Kim, me echo una mirada muy sospechosa más que nada coqueta, como si ella supiera lo que estaba haciendo, eso me excitó aún más y de pronto tenía la sensación de que me iba a correr así que me voltee y finalmente me vine, ahí dentro de la alberca, fue súper rico hacerlo ahí y pensar que alguien podía haberme cachado cuando me venía ufff.... Después de unos momentos me repuse pero descubrí que todavía estaba excitado, primero la chica con el seno de fuera y luego Kim, estaba más caliente que antes, no podía sacarme de la cabeza a Kim tenía que saber si ella había visto lo que hice, así que empecé a buscarla con la vista y comprobé que ya se había salido de la alberca y que estaba recostada en un camastro tomando el sol y platicando con una amiga suya. Creo que me quedaría corto de palabras para describir a Kim, medía como 1.65, de buen cuerpo, ni era delgada ni se pasaba de peso un cuerpo normal y escultural, muy bello, unos ojos azules claro hermosos, un rostro angelical, de tez blanca aunque en esos momentos podía ver el tono bronceado de su piel que contrastaba perfectamente con su cabello, largo y alaciado de color castaño, y que decir de sus atributos, un trasero redondo y firme y sus senos, ufff que senos tan maravillosos de tamaño normal, sin caer en los extremos, firmes, suaves, lo que pueda yo decir de ellos es poco, ah por cierto llevaba puesto un bikini color morado que se le veía precioso. Entonces salí de la alberca y me fui a secar un poco y decidí que tenía que abordar a esa chica, averiguar que era lo que había visto, entonces me acerca a donde estaban ella y su amiga y le pregunte que si no quería que le pusiera bronceador en la espalda, cuando las dos me vieron y oyeron se rieron e instintivamente miraron mi traje de baño, a mi miembro, y me lanzaron una mirada de complicidad y me puse un poco rojo la verdad, podría haber apostado que hablaron de mí y de lo que hice, seguramente Kim me había visto y se lo había contado a su amiga. Para mi sorpresa Kim me dijo que podía aplicarle el bronceador y me dio su botella para que se lo pusiera, entonces me senté a un lado de ella y empecé a masajearle suavemente la espalda con el bronceador, una piel suave y lisa, espalda firme, poco a poco comencé a bajar por su espalda y evite su trasero y me fui directo a las piernas, ella disfrutaba del masaje y francamente yo también, entonces así mismo recostada como estaba, se desabrocho la parte de arriba del bikini, ufff... yo estaba maravillado viendo el lado de sus pechos aunque estos todavía estaban boca abajo, para mi eran perfectos; volví a masajearle esa parte de la espalda y esta vez me aventure a tocar no solo sus trasero, alrededor de su tanga, sino también sus senos hasta donde mis manos podían llegar. Entonces su amiga dijo que iba a irse a su habitación, que yo me quedaba en buena compañía y se marcho, no sin antes lanzarle una mirada picara a su amiga. Viendo que estábamos solos y disfrutando del momento le di unos besos en la espalda, pompas, muslo y piernas y entonces le propuse ir a mi habitación. Ella accedió, estaba yo feliz, se amarro de nuevo el bikini y cada uno tomo sus cosas y nos fuimos directo a mi habitación, esta quedaba en el tercer piso del hotel por lo tanto decidimos tomar el elevador, entramos a él y estábamos solos así que le plantee un beso apasionadamente en su boca, su figura y su rostro me deleitaban y yo no quería esperar, seguí besándola y mientras ella me respondía yo ya estaba masajeando sus pechos y sus nalgas. Cuando llegamos al tercer piso salimos corriendo del elevador derechitos a mi habitación, entramos y al cerrar la puerta lo primero que hice fue tomarla, cargarla y llevarla hasta la cama para recostarla, boca arriba, y comencé a masajearla y besarla por todo su cuerpo, solo sentía el movimiento de ella en la cama llena de placer, entonces le retire la parte de arriba del bikini y ante mi aparecieron esos senos que tanto había esperado, las areolas oscuras dejaban al descubierto a unos pezones erectos y duros, ella estaba tan excitada como yo, los tome entre mis manos y les di un trato tierno y correspondiente a esa belleza, los masajee y después de un momento me los estaba comiendo a besos, suaves, deliciosos, lo que tanto había esperado, no podía creer que esos pechos eran míos, de pronto con ambas manos y con su ayuda, le quite la tanga y baje hasta donde se encontraba su vagina, rosadita y rasurada se veía exquisita, la abrí de piernas y di unos besos cortos a sus labios vaginales y poco a poco lamia su vagina, cuando menos me di cuenta me encontraba devorando su tesoro, buscaba con la lengua su clítoris y ella gemía de placer y ella con sus manos animaba a mi cabeza a seguir con su vagina, sus gritos y gemidos de excitación eran tales que yo sentía que mi miembro iba a explotar. Entonces ella se levanto y hubo un cambio de posición, ella me estaba relevando, me retiro el traje de baño y se encontró con mi pene erecto y palpitante, se sentó al borde de la cama mientras ella se arrodillaba y llevaba mi pene a su boca, lo chupaba como si fuera una paleta, podía sentir como su lengua jugando con él, solo lo veía desaparecer dentro de su boca, su cabeza se movía adelante y atrás, Kim disfrutaba llevárselo a su boca; hice un gran esfuerzo por no correrme yo estaba a mil pero no quería que ello se terminara todavía, ese era el mejor sexo oral de toda mi vida, cuando no pude más saque mi pene de su boca y lo tome entre mis manos y me masturbe, ella me dijo que quería que la bañara con mi leche, así que cuando me vine apunte a su hermoso cuerpo, el chorro de semen salió disparado salpique parte de sus senos, su abdomen, cadera y un poco su muslo, entonces ella con sus dedos recorrió su cuerpo por donde le había esparcido mi leche y se llevo la mano a la boca saboreando mi leche, fruto de su gran trabajo, ello solo causo que me excitara de nuevo, la recosté en la cama y ayude a limpiarle la leche, debo de admitir que nunca había probado el semen pero no tenia mal sabor, cuando tanto ella como yo ya habíamos logrado quitarle la lechita del cuerpo le abrí sus piernas y de nuevo comencé a comerme su vagina, ella no paraba de gemir y gritar, al igual que yo estaba excitada y también se había corrido, había tenido un orgasmo, su vagina estaba empapada, sus fluidos sabían delicioso, mi lengua jugaba con su clítoris y de pronto ella se enderezó y me dijo que no podía más, quería que se lo metiera, sin más preámbulos me recosté en la cama boca arriba y ella se colocó encima de mí, yo quería seguir admirando sus pechos y ver su cara cuando la penetrara, además de esta manera ella tendría el control del ritmo y de la relación; tomo mi pene y lo colocó a la altura de su vagina, sentía como la punta de mi pene rozaba con su entrada yo estaba tan excitado que no podía esperar a estar dentro de ella, entonces poco a poco lo fue introduciendo en su vagina, como dije estaba empapada y no me costó nada de trabajo introducirme en ella, su interior era suave, húmedo y caliente, yo estaba en el paraíso y por l visto ella también porque vi dibujado en su cara el enorme placer de tener mi pene en su vagina, Kim comenzó a moverse, sus pechos brincaban y se movían mientras yo los acariciaba y podía sentir mi pene dentro de su vagina, ella estaba tan excitada que de repente sentí como su vagina apretaba más y más a mi pene, que sensación tan placentera, sus movimientos que empezaron suaves y lentos se convirtieron en salvajes embestidas, sus gemidos eran cada vez más fuertes, así estuvimos un buen rato cuando de pronto me llego la sensación del máximo placer, estábamos en el clímax tanto ella como yo, sus gemidos eran tan excitantes, sus senos estaban firmes y sus pezones duros del placer había llegado el momento, me estaba yo corriendo y dentro de ella, podía sentir como la bañaba por dentro estaba muy excitado y al momento ella profirió un último grito de placer ella también se había venido, su vagina estaba inundada de ambos fluidos, no puedo describir la sensación de ese momento, creo que el mejor de toda mi vida, entonces ella fue bajando hasta recostarse en mi mientras nos besamos apasionadamente. Así nos quedamos un rato, tendidos ambos sobre la cama, satisfechos del placer que acabábamos de demostrar, entonces después de haber descansado un poco le propuse meternos a bañar para refrescarnos y relajarnos, me pare fui a abrir el agua y regrese por ella, la tome de la mano mientras se levantaba de la cama y la lleve hasta la regadera, entramos, nos besamos y me coloqué detrás de ella, justo debajo del chorro de agua que nos caía a ambos, entonces comencé a masajear todo su cuerpo, mis manos oscilaban entre sus pechos, sus nalgas, su espalda, su vagina eran grandioso tenerla ahí debajo del agua, sus pezones volvían a estar rígidos, erectos y ahora empapados... no podía pensar en estar en otro lado ni con alguien más, la escena era perfecta, después tome el mando de la regadera de mano y lo coloque justo debajo de su vagina, el chorro de agua le daba directo en ella y Kim no contenía sus gemidos, ambos nos habíamos vuelto a excitar, entonces me voltee y la recargue en la pared de la regadera y la subí sobre mí, estaba de nuevo dentro de ella, su vagina de nuevo estaba húmeda, no sé si debido a que se había corrido o por el chorro de agua pero eso era lo de menos, lo hicimos de nuevo una vez mas y fue tan delicioso como la primera vez, ella no paraba de tocarse los senos y cuando veía esa escena sólo podía aumentar más la embestida, quería venirme dentro de ella una vez más, cuando le dije que ya no podía más y que me iba a correr me dijo que parara, que la bajara y cuando lo hice ella se agacho y tomo mi pene entre sus manos, comenzó a masturbarme y se lo metió a la boca y de un momento a otro ya no pude más y me vine en su boca, ella seguía comiéndomelo y veía como se derramaba mi leche por si boca, cuando hubo terminado le tendía una mano para que se parara, tome su cara entre mis manos y la bese. Después terminamos de bañarnos, nos secamos y contemplé su hermosa figura, antes de recostarnos en la cama, estábamos cansados, y ahí nos quedamos tendidos y sumidos en un largo y hermoso beso.
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Bastante erotico, Que suerte la tuya!
Bastante erotico, Que suerte la tuya!
Gracias
Que bueno que te gustó, pronto vendrán más como este