He pasado un momento malísimo, hace acaso cinco minutos, pues vereis, ha venido mi peque a verme, con la chica que la cuida, la tenía yo en brazos, en la calle, porque no me gusta que entre al laboratorio, por los gases de los líquidos que uso en el trabajo y tal, estaba yo muy contenta, en esto que llega doña Pura, una vecina de calle, ayyyyyyyns que nena más majaaaaaa, y yo que se me caía la baba, aaaayyyyynnnsss dejamá cojerlaaaaaaa, ups, ahí estuvo el problema, porque doña Pura, lleva, PELUCAAAAAAAAA, y todos sabeis la obsesión de los bebés por el pelo, y más la mía que es una burra y da unos tirones que te dejan aplatanada para todo el día, en fin, que doña Pura me quita a la niña de los brazos, en esto que unos chavales de aquí del pueblo se paran en la acera de en frente, a partir de ahí, imaginaros la escena, doña Pura diciéndo boberías a la niña, la niña obsesionada con la peluca, niña queriendo cojer el pelo, yo sujetando disimuladamente los brazos a mi hija, doña Pura sin coscarse, venga a decir paridas, que si los dientecillos, que si el ratón Pérez, que si la Navidad, ... que ya son ganas con el calor que hace y ella pensando en polvorones, mi niña ya de los nervios, porque yo no la dejaba cojer el pelo, en esto pasa mi amiga Sole, yo que la saludo y mi hija aprovecha y ZAS!!, a tomar por saco la peluca, buaaaaaaaaaaa!!! , la peluca en el suelo, mi hija toda impresionada se pone a partirse el trasero de la risa, los chicos de la acera de enfrente, tronchados, la canguro y yo, que nos agachamos las dos a la vez por la peluca, casi nos partimos el cráneo del chocazo, yo cojo la peluca, notaba como me ardía la cara, doña Pura con cara de qué pasa aquí, y voy yo, con todo mi Co... y con los nervios, le pongo la peluca de aquella manera, es decir a un lado de la cabeza y al reveeeeeeessss, le digo Pura, si quiere usted entrar en el baño y acicalarse, ACICALARSEEEE, pero cuando aprendí yo esa palabrejaaaaa, a mi canguro que le da la risa floja, pero la pobre le daba corte y estaba toda coloradota y con las lágrimas saltadas, de aguantarse, en esto que dice doña Pura, no te apures mujer, a mi canguro, no llores, son cosas de niños, los chavales que se alejan, pero casi arrastrándose de la risa y yo decía, es que ya no hay respeto, ya mi canguro no pudo más y se metió en el laboratorio a reírse, la leche, para que se escondió, si se escuchaban las carcajadas en la calle, doña Pura se marchó y mi hija empezó a aplaudir muerta de la risa.
Qué verguenza chic@s, sé que dentro de un rato me reiré pero ahora, por favor que alguien me de una piedra para esconderme abajo. Y decis que hay que ver las cosas que me pasan, si es que tengo un mal fario que ya me vale, jopé que corte, estoy todavía colorada.
Multibesos avergonzados