Salí de bañarme, y como ya casi era hora de dormir, opte por solo ponerme una camiseta de tirándoos y una panty estilo bikini. Fui a la sala a ver un poco de tele; el estaba tirado en el sofá. Se hizo a un lado, y me señalo que me acostara junto a el. Mis pesones estaban durisimos por la poca ropa y el frío, así que obedecí complacientemente y me acosté con el en el sofá, metiéndome bajo la cobija que lo cubría. Puso su brazo bajo mi nuca, y vimos la tele unos instantes. Su mano subió hasta mis pequeñas tet@s, y las empeso a acariciar, rosando mis pesones para ponerlos igual de duros como las había visto un momento atrás. No pude evitarlo, y deje escapar un dulce quejido de entre mis labios. Con eso tuvo, pues inmediatamente me beso, bajando su brazo de debajo de mi nuca a debajo de mi cintura, donde tenia acceso a mis n@lgas. Me besaba intensamente, manoseando mis pechos trasero a la vez. Soltó mis labios un instante, y yo aproveche para alsar mi barbilla, pidiéndole silenciosamente que me besara el cuello. Accedió inmediatamente, arrancando gemidos de placer de mis labios. Sin previo aviso, se levanto, se coloco a mis pies, y desliso el bikini por mis piernas hasta quitarlo por entero. Doblo mis rodillas y abriéndolas de par en par, se planto entre ellas. Se agacho, y fue el lametaso suave y húmedo lo que me hiso gritar. Se aferro de mis piernas, evitando que las cerrara en respuesta al placer. Lamía mi clit0ris suavemente pero con velocidad; yo solo acariciaba su cabellera, incitándolo a seguir adelante. Decidió cambiar de técnica, y comenso a hacer circulos alrededor de mi botoncito, llevándome a una nueva escala de placer. Sentí requisamos, tanto, que mis caderas se empesaron a menear suavecito, dejando que el arete del piercing en su lengua rosara mi perlita suavemente. Yo acariciaba su nuca con una mano y estiraba y pellizcaba mis pesones con la otra, diciéndole , "Así papa, así, no cambies de ritmo. MMMMMMMMMMMMMM. Sigue así, que RICOOOOO." El obedeció, y su lengua jamás cambio de ritmo, pero mi sexo al sentirse inundado de placer dio señales a mis caderas diciéndoles que apuraran un poco el movimiento. Presione su cabeza un poco, causando mas presión en mi botoncito con su rica lengua y sin querer, el "HAY!!! HAY! PAPI, ASI QUE ME VENGO!!! MMMMM, SI, ... NO PARES, MMMM, MMM, HAY!!!" salio de mis labios sin previo aviso. Sentí como ese cosquilleo agudo se desprendía desde mi clit hasta el resto de mi cuerpo, dejando como rastro el mero placer. Al ver que había terminado exhausta por esa tremenda corrida, me coloco de costado sobre el sofá y se recostó junto a mi, su peco tocando mi espalda. Metió su mano entre mis muslos, subió mi pierna un poco, y cuando yo menos lo esperaba, me metió su enorme miembro de golpe. Di un tremendo quejido, pero rápidamente incorpore el meneo de mis caderas a su mete saca. Yo sentía delicioso, pues la lamida que me dio me había dejado mojadisima. Su palo resbalaba deliciosamente y el me asotaba mas y mas duro, su pubis chocando con mis nalgas a cada movimiento. "¿Como te quieres venir?", le pregunte entre gemidos. No me contesto, solo saco su rica cosota de dentro de mi, y me puso en cuatros. "De perrito", pensé. Pero para mi sorpresa el separo mis n@algas y de repente sentí su lengua dándome rápidas lamiditas en el cul0. "HAY, papi! Que delicia!!!", le grite al sentir su lengua tan húmeda en mi hoyito. Fue al botiquín del baño, y yo ya estaba anticipando el porque. Regreso rápidamente, con el envase de lubricacion en la mano. "Ponte de costado", me dijo, mientras yo me ponia de costado, sacando mis nalgas lo mas posible. Se unto lubricación en su rica verg@ y enseguida sentí como me lubricaba el anillito. Se volvió a acostar junto a mi como la vez anterior, abriendo mis nalgas con su mano. Yo de mi parte, tome su pit0 lubricado y lo dirigí a mi anillito que se dilataba pidiendo placer. Puse su cabecita resbalosa en mi hoyito y con un solo movimiento de mis caderas, su cabecita había entrado. "Metemelo quedito", le dije, como todas las veces que lo hemos hecho así. Empeso su mete y saca, despacio y cuando se había abierto el camino y mi anillito se había acostumbrado a su tamaño, fui yo quien agiliso el paso. "Que rico cul0 mami!", me decía entre gemidos. " ¿Te gusta mi culo, Papi? Es tuyo, cojetelo. Enseñale de quien es, perro", le respondía yo en voz chillona, resultado de la mezcla del placer y del dolor. "Eres mi perra. Que rico me das el cul0, perra", me decía, agitado de tanto placer. "Me quiero sentar en el", le dije. Me lo saco con cuidado, se sentó en el sofá, y yo me coloque para sentarme en el. Nuevamente, su cabecita resbalo hacia adentro sin problema, y poco a poco fui bajando mis caderas, hasta sentir su palote dentro de mi enteramente. Subía y bajaba mis caderas, abriendo mis nalg@s una en cada mano para que el se deleitara de ver como me cogí@ el cul0. "Se ve bien ric0, perra", me decía, mientras yo me comía su pit0 con el cul0. De repente me agache un poco y solté mis nalgas para abollarme de una mesa de centro en frente de mi. "WOW!!", fue lo único que pudo decir al verme empinada. Se levanto, se aferro de mis caderas usando una mano y tomo mi cabello con la otra. Me asotaba como si fuera lo mas normal. Mis gemidos se tornaron en un "Hay" cada vez que me la metía, yo gritaba de dolor y de placer, la combinación que nos da a los dos un morbo indescriptible. Un agudo y corto "Ha" salio de el, y me asoto mas duro todavía, mientras yo gritaba por cada metida. Mi cul0 sintió lo caliente de su leche, y yo me asotaba mas, asegurándome que me la diera toda. "Que perra tan rica eres", me dijo, tratando de recuperar la respiración...