Desde aquí les quiero contar mi historia. Sucedió que lo que comenzó como una relación de amistad en el trabajo terminó cambiándome la vida. Al principio solo nos conociamos de vernos en el trabajo, era mucha gente la que trabajaba allí y era difícil llegar a intimar con alguien. Era a la salida de la jornada cuando volviamos a coincidir en la cafeteria a la que acudía con alguna de mis amigas, allí comenzamos a hablar y poco a poco fui sintiendo como él se sentía atraido por mi. Pasaban las semanas y terminamos cambiando de lugar para evitar testigos de nuestros encuentros. Al cabo de un par de meses ya nos habiamos comenzado a acostar, nos veíamos en la casa de un amigo de él de vez en cuando. Me hacía sentir diferente, esa sensación que no experimentaba desde que me había enamorado de mi marido del que me había distanciado debido a la rutina de casi 10 años de matrimonio, que aunque le quería ya no era lo mismo que al principio, supongo que muchas me entenderán. Apenas ya haciamos el amor, tenía algunos problemas con sus erecciones y muy de vez en cuando lograba hacerme llegar a los orgasmos. Yo pensé que en principio lo que buscaba en mi amante era el sexo que no tenía con mi esposo, pero poco a poco me fui dando cuenta de que me estaba enamorando de él. Era muy complaciente en la cama, un verdadera amante y ademas me rodeaba de cariño, yo me sentía amada y feliz.
Él no estaba casado pero vivía con su novia desde hacía unos dos años y fue ella la que nos descubrió y lo primero que hizo fue acudir a la empresa y buscarme, yo pasé muchísima vergüenza delante de todos y por supuesto que mi marido termino enterandose de todo. A mi se me vino abajo todo por lo que había vivido hasta entonces, mi esposo quería arreglarlo pero me dijo que tendría que dejar ese trabajo y prometerle que no volvería a verle mas. A los dos semanas me llamo mi amante y me dijo que no podía vivir sin mi, que lo dejara todo y me fuera con él y así lo hice, no lo pensé dos veces y abandoné a mi marido y mi nenita de 9 años para vivir mi amor al ciento por ciento. Poco duró la ilusión pues a las pocas semanas él se volvió a rejuntar con su novia y fui yo la abandonada, entré en depresión, dejé el trabajo y me recogió mi hermana en su hogar. Habló mi familia con mi esposo y conseguimos vernos de nuevo, le pedí perdón por haberlo hecho y así fue como volví a vivir con mi hijita y con la persona a la que nunca debí haber engañado. Ahora estoy triste, ya nunca volveré a ser la que era y mi matrimonio tampoco porque creo que mi marido aunque dice que me quiere creo que me odia y que solo consiente el vivir juntos para darle una madre a su hija.
Mujeres, no os engañéis con falsos romances ni palabras bonitas salidas de boca de hombres sin escrúpulos, solo nos buscan para darse placer y sentirse mas machos. Mi vida ya no es vida por intentar vivir un sueño, me equivoqué y pido perdón a Dios para que al menos él si me perdone.
Anda vete a echar tus resentimientos a otra parte, por ejemplo al ... de un psiquiatra que buena falta te hace.
