Foro / Pareja

Mi novio es colérico

Última respuesta: 21 de agosto de 2012 a las 18:30
B
betlem_8476542
15/5/08 a las 15:07

estoy ciertamnete preocupada. mi chico tiene unos ataques de ira que realmente necesitarian intervencion psicologica.

no, no conmigo; conmigo es el novio perfecto, nos va genial como pareja, nos compenetramos muchisimo...pero veo, en cambio, como trata a su familia. a sus padres les tiene martirizados, sin motivo alguno salta y tiene reacciones violentas. sin llegar nunca a la agresion, ha llegado a romper el televisor, la puerta, a amenazarles...

a mí me asusta y una vez le dije que si es asi con sus padres, inevitablemente algun dia, seria asi conmigo. el se tomó esto con mucha tristeza, pues jamás, en lo que llevamos juntos, ha tenido una mala palabra o una mala reacción conmigo, es tremendamente complaciente y cariñoso, y me aseguró que sería totalmente incapaz de hacer eso conmigo, pues nuestra situación es muy distinta; a sus padres no les quiere, a mí me ama.

puede q tenga aprte de razon, pero si una persona es así de colérica... lo va a ser siempre, y no haciendo distinciones.

esta situacion me desconcierta bastante.sobre todo, me gustaria ayudarle, pero no sé como.


os agradeceria mucho que me diérais vuestra opinión.

un abrazo

Ver también

A
amena_8518559
15/5/08 a las 15:28

El perdedor
El perdedor"
Enviado por articulo el 13 mayo a 12:25


Muy pocas relaciones comienzan de otro modo que no sea amabilidad y dulzura. Al principio, la "luna de miel" de la relación, es difícil precisar con qué tipo de persona estás saliendo. Ambos sois precavidos, tratando de obtener información sobre la otra persona sin parecer un detective de la policía.

Una relación romántica puede se maravillosa con la persona adecuada. Pero una relación con la persona equivocada puede dar lugar a años de dolor, daño emocional o social e incluso daño psicológico. Una pareja adulta dañina puede dañarnos a nosotros, a nuestro seres queridos e incluso el modo en que interpretaremos el amor y el romance en el futuro. Pueden transformar lo que se supone que es una relación de comprensión, amor y apoyo, en una "atracción fatal" como la descrita a menudo en el cine. Existe una gran variedad de malas elecciones con las que podemos encontrarnos cada semana, la mayoría de ellas fáciles de identificar y evitar. Todos sabemos evitar personas que parecen trastornadas o abusivas y no elegirlas como parejas. Sin embargo, algunas personas son mejores que otras para ocultar sus alteraciones de personalidad y conducta. Con la intención de prevenir acerca de estos dañinos individuos, este artículo describe un tipo de persona que se encuentra a menudo en escena al buscar pareja, un hombre o mujer llamado "el perdedor".

"El perdedor" es un tipo de pareja que ocasiona un gran daño social, emocional y psicológico en la relación. Tiene características permanentes de personalidad que ocasionan este daño, las cuales son características que ellos simplemente aceptan como el modo en que son y no consideran un problema o dificultad psicológica. En cierto modo, siempre han vivido con esta personalidad y conducta, siendo algo que aprendieron probablemente de sus familias. Los psicólogos tratan a menudo a las víctimas del "perdedor", mujeres y hombres que llegan a la consulta gravemente deprimidos, con su autoconfianza y autoestima totalmente destruidas.

La siguiente lista es un intento de esbozar las características del "perdedor" y proporcionar un modo de que mujeres y hombres puedan identificar relaciones potencialmente dañinas antes de verse severamente dañados ellos mismos emocional o físicamente. Cuando estén presentes un gran número de estos rasgos, no se trata de una probabilidad o posibilidad: te hará daño si permaneces en esa relación.

1. Maltrato. El "perdedor" te hará daño a propósito. Si te golpea, retuerce tu brazo, te tira del pelo, te empuja o rompe tus objetos personales, aunque sea sólo una vez, déjale. Los hombres de este tipo a menudo comienzan con conductas que te hacen moverte físicamente o golpean la pared. Las mujeres a menudo abofetean, dan patadas o incluso pegan con el puño a sus parejas masculinas.

2. Apego rápido. El "perdedor" tiene emociones y conexiones con los demás muy superficiales. Una de las cosas que puede atraerte de esta persona es lo pronto que te dice que te quiere o desea casarse contigo o comprometerse. Por lo general, en muy pocas semanas escucharás que eres el amor de su vida, que quiere estar contigo para siempre y que desea casarse contigo. Te hará regalos, te hará numerosas promesas y te inundará de atenciones y gestos amables. Esta es la fase de "luna de miel", en la que te atrapa y te convence de que es lo mejor que te ha pasado nunca. Recuerda el dicho "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es". Así, te sentirás tan abrumado/a por sus muestras de atracción instantánea, compromiso instantáneo y planes instantáneos para el futuro, que te perderás el dato principal: ¡que no tiene sentido! Por lo general, las personas sanas requieren un largo proceso para desarrollar una relación debido a que hay mucho en juego. Esperarán a tener mucha información antes de ofrecer un compromiso; no tres semanas. Es cierto que podemos sentirnos fascinados por otras personas con rapidez, pero no hacer esas promesas tan poco realistas ni planear el futuro después de tres citas. Ese rápido enamoramiento es un signo de emociones superficiales que más tarde llevarán al "perdedor" a alejarse de ti tan rápido como se comprometió. El "perdedor" por lo general quiere irse a vivir contigo o casarse contigo en menos de cuatro semanas o muy pronto en la relación.

3. Temperamento atemorizante. El "perdedor" tiene un carácter que asusta. Si tu pareja estalla y hace cosas peligrosas como conducir demasiado deprisa porque está enfadado, romper o arrojar cosas, meterse en peleas, o amenazar a otros, ese temperamento se volverá pronto en tu dirección. Al principio de la relación serás testigo de actos violentos: peleas con otros, amenazas a otros, estallidos violentos contra otros, etc. También oirás hablar de violencia en su vida. Verás y serás testigo de este temperamento (arrojar cosas, gritar, maldecir, conducir deprisa, golpear las paredes y dar patadas a las cosas). Eso servirá para intimidarte y hacer que temas su potencial de violencia, aunque el "perdedor" te asegurará enseguida que está enfadado con otros o con situaciones, no contigo. Al principio te asegurará que nunca dirigiría su hostilidad y violencia hacia ti, pero te está dejando ver claramente que tiene la habilidad y capacidad para hacerlo (y podría suceder). Más tarde temes retarlo o enfrentarte a él o ella, temiendo que esa misma violencia pudiera volverse hacia ti.

4. Destruir tu auto-confianza. El perdedor te rebaja con frecuencia. Constantemente corrige tus más pequeños fallos, haciéndote sentir en guardia, poco inteligente y dejándote con la sensación de que siempre estás haciendo algo mal. Te dice que estás demasiado gordo/a, muy poco atractivo/, que no hablas correctamente o no tienes buena presencia. Esta erosión gradual de tu confianza y autoestima le permite tratarte mal después (como si te lo merecieras). En público te verás andando con mucho cuidado, siempre con el temor de que puedes estar haciendo o diciendo algo incorrecto que más tarde dé lugar a un estallido emocional o una discusión.

5. Privarte de apoyo externo. Para controlar a alguien completamente, has de alejarlo de sus amistades; a veces incluso de su familia. El perdedor piensa que tus amistades o familiares podrían influirte o tener opiniones negativas sobre su conducta. Comienza diciéndote que tus amigos te tratan mal, se aprovechan de ti, y no entienden el tipo especial de amor que compartís. A veces, si no puede librarse de tu mejor amigo/a de tu mismo sexo, te dirá que se le ha insinuado. Si hablas con tus amistades o familiares, el perdedor te castigará haciéndote numerosas preguntas o acusaciones desagradables. Finalmente, en vez de tener que soportar el castigo verbal, interrogatorio y abuso, llegarás a la conclusión de que es mejor no hablar con tus familiares o amigos. Te alejarás de tus amistades y familiares, de modo que se sentirán molestos contigo. El perdedor te dirá entonces que te están tratando mal de nuevo y que será mejor que te mantengas lejos de ellos. Una vez que estás solo/a y aislado/a, sin apoyo, su control sobre ti aumentará.

6. El ciclo de amabilidad y mezquindad. El "perdedor" oscila entre mezquindad y amabilidad continuamente. El ciclo comienza cuando son intencionadamente dañinos y mezquinos. Serás víctima de abuso verbal, serás maldecido/a y te amenazará por algo sin importancia. De repente, al día siguiente se vuelve dulce y hará todas esas pequeñas cosas que hacía cuando empezasteis a salir. Tú sigues ahí, esperando que cada uno de estos ciclos sea el último. El otro propósito de este ciclo de mezquindad es permitir al "perdedor" decir cosas verdaderamente desagradables de ti o las personas que quieres, erosionando de nuevo tu autoestima y autoconfianza. A menudo se disculpará, pero el daño a tu autoestima ya está hecho.

7. Siempre es culpa tuya. El perdedor te culpa a ti de su rabia, así como de cualquier otra conducta incorrecta. Cuando te engaña, te grita, te trata mal o te humilla públicamente, es, de algún modo, culpa tuya. Si llegáis 10 minutos tarde a una cita, es culpa tuya que el "perdedor" conduzca a gran velocidad, haga correr a la gente en la carretera y esté enfurruñado el resto de la noche. El perdedor te dice que su rabia y mal comportamiento no habrían sucedido si tú no hubieras cometido un simple error, le hubieses querido más o no hubieses cuestionado su comportamiento. El "perdedor" nunca jamás se hace responsable de sus actos. Siempre es culpa de alguna otra persona. Si conduce como un loco y trata de echar a algún inocente conductor de la carretera para asaltarlo, es culpa del otro conductor por no usar el intermitente al cambiar de carril. Te dan la impresión de que tú te lo has buscado (la rabia, los gritos, el asalto) y te mereces esa violencia, mala cara o expresión física de agresividad.

8. Pánico ante la ruptura. El "perdedor" siente pánico ante la idea de romper (a no ser que sea totalmente idea suya). Los hombres abusivos a menudo se vienen abajo y lloran, suplican, prometen cambiar y ofrecen matrimonio, viajes, regalos, cuando amenazas con romper la relación. Tanto hombres como mujeres pueden amenazar con suicidarse o con volver con antiguas parejas (quienes se sienten afortunados de que se hayan ido) o amenazan con dejar su trabajo y marcharse de la ciudad, como si tú fueras responsable de esas decisiones. El "perdedor" ofrece una gran cantidad de "tratos" o soluciones a medias, como "salgamos sólo un mes mas". Te inundan con llamadas telefónicas, a menudo cada cinco minutos, con la esperanza de que lleguéis a un acuerdo o lo veas sólo para para detener el acoso telefónico. Algunos llamarán a tus familiares, tus amigos, sus amigos o cualquiera que se le ocurra, para decirles que te llamen y te digan lo mucho que te quiere. Los perdedores más creativos a menudo producen tanta presión social que la víctima accede a volver con la relación antes que continuar bajo esa presión. Imagina que tratas de terminar una relación y empiezas a recibir llorosas llamadas de todos sus parientes (secretamente esperan que tú te quedes con él de modo que ellos no tengan que hacerlo), ver una súplica para que vuelvas en el periódico o incluso en un tablón de anuncios local, recibir flores en el trabajo cada día o que aparezca en tu lugar de trabajo y te ofrezca un anillo de matrimonio (técnica del hombre perdedor) en frente de tus compañeros. Su reacción es emocionalmente intensa, un comportamiento que utilizan para convertirte en su prisionero/a emocional. Si vuelves con él o ella, en realidad temes una reacción pero si amenazas con dejarlo de nuevo (convirtiéndote en su prisionero/a) y a menudo recuerdan el incidente como una evidencia de lo mala persona que eres. Recuerda que si tu preciado perro salta el muro y escapa, después pondrás un muro más alto. Una vez que vuelvas con el perdedor, escapar será tres veces más difícil la próxima vez.

9. Ausencia de interés externo. El "perdedor" te animará a dejar tus aficiones, intereses e implicaciones con otros. Si realizas una actividad individual, exigen acompañarte, haciendo que te sientas mal durante toda la actividad. El motivo de este comportamiento es impedir que tengas diversiones o intereses diferentes a los que ellos controlan.

10. Control paranoide. El perdedor te vigilara y sabrá dónde estás y con quién estás. Si hablas con un miembro del sexo opuesto, te hará veinte preguntas sobre cómo os conocisteis. Si no respondes a su llamada telefónica, te preguntará dónde estabas, qué estabas haciendo, con quién estabas hablando, etc. Observará el tipo de barro que hay en tu coche, te preguntará por qué compras en ciertos lugares, por qué llamaste a un amigo/a, porqué tu amigo/a te llamó a ti, etc. Algunos perdedores te seguirán al supermercado, luego te preguntarán si has estado allí en un intento de pillarte en una mentira. En los casos más graves, mirarán tu correo, tu bolso o cartera, comprobarán quién te ha llamado por teléfono o buscarán pruebas en tu basura. Algunos te animarán a hacer llamadas privadas a tus amistades desde su casa, llamadas que están siendo grabadas en secreto. Pueden empezar a decirte qué ropa ponerte, qué música escuchar y cómo comportarte en público. Finalmente te dirá que no puedes hablar con ciertas amistades o conocidos, ir a determinados lugares o hablar de ciertos temas en público. Si no vais a veros el viernes por la noche, te dirá que te llamará esa noche (en cualquier momento). Eso te mantiene en casa, esperando la llamada, temiendo el abuso verbal y las preguntas que te haría si no estuvieras en casa cuando llamara.. Esta técnica permite al perdedor hacer lo que quiera a nivel social y al mismo tiempo controlar tu comportamiento desde la distancia.

11. Humillación pública. Para mantenerte bajo control en público, el "perdedor" te atacará verbalmente, te insultará o dirá cosas crueles o humillantes de ti en privado o frente a otras personas. En público, aprenderás rápidamente que cualquier opinión que expreses lo llevará a atacarte verbalmente, en ese momento o más tarde. Si permaneces con el "perdedor" demasiado tiempo, pronto te verás sonriendo amablemente sin decir nada y agarrada/o de su brazo en público. También te verás caminando con la cabeza baja, con miedo a ver a un amigo que te hable y dé lugar a una reacción airada del "perdedor".

12. Nunca es suficiente. El perdedor te convence de que nunca eres lo bastante bueno/a. Nunca dices "te quiero" lo suficiente, no estás nunca lo bastante cerca, nunca haces lo suficiente por él o ella después de todos su sacrificios y tu comportamiento siempre parece quedarse corto. Este es otro modo de destruir tu autoconfianza y autoestima. Tras meses de utilizar esta técnica, comienzan a decirte lo afortunado/a que eres de tenerle; de tener a alguien que tolera a una persona tan inadecuada y poco valiosa como tú.

13. Creerse con derecho. El "perdedor" piensa que tiene derecho a hacer cualquier cosa que desee. Si le impiden el tráfico, piensa que tiene perfecto derecho a echar al otro conductor de la carretera, asaltarlo o poner en peligro las vidas de otros conductores con sus estallidos temperamentales. Ten en cuenta que esta misma sensación de tener derecho a todo la usará contra ti. Si desobedeces sus órdenes o deseos o violas alguna de sus reglas, se creen con derecho a castigarte de cualquier modo que consideren oportuno.

14. No gusta a tus amistades o familiares. Conforme la relación avanza, tus amistades y familiares verán lo que el "perdedor" te está haciendo. Notarán un cambio en tu personalidad o verán tu alejamiento. Protestarán y el perdedor te dirá que tienen envidia del "amor especial" que os tenéis y luego usarán sus protestas u opiniones como evidencia de que están contra ti (no contra él). La mención de tus familiares o amistades dará lugar a una respuesta airada por su parte, hasta que dejas de hablar de aquellos por quienes te preocupas, incluso los propios miembros de tu familia. El "perdedor" se sentirá celoso y amenazado por cada persona cercana a ti, incluso tus hijos. En algunos casos, no permitirá que tus padres o hermanos visiten tu casa.

15. Historias desagradables. A menudo la gente te deja saber cosas de su forma de ser a través de las historias que cuentan de sí mismos. Es la vieja historia acerca de darle a alguien cuerda suficiente para que se ahorque a sí mismo. Las historias que nos cuentan nos informan de cómo una persona se ve a sí misma, qué considera interesante, y qué piensan que te impresionará. Una persona humorística, contará historias divertidas de sí misma. Los "perdedores" cuentan historias de violencia, agresión, insensibilidad hacia otros, rechazo de otros, etc. Pueden hablarte de sus relaciones pasadas y en cada caso te asegurará que los trataron tremendamente mal a pesar de lo maravillosos que fueron con esa persona. Alardean de su temperamento y estallidos porque no ven nada malo en la violencia y se enorgullecen de la actitud de "yo no tomo nada de nadie". La gente se define a sí misma con sus historias, de modo similar a como una cultura viene descrita por su folclore y leyendas. Escucha esas historias. Te dirán cómo te tratará al final y lo que viene a tu encuentro.

16. El test de la camarera. Suele decirse que, cuando tienes una cita, el modo en que un individuo trata a una camarera u otra persona neutral del sexo opuesto es el modo en que te tratará a ti en seis meses. Durante la fase de "luna de miel" de la relación te tratará como a una reina o rey. Sin embargo, durante ese tiempo, el "perdedor" no ha olvidado lo que piensa del sexo opuesto. Tratará mal a camareras, dependientes u otras personas neutras. Si son tacaños, no recibirás nada una vez que la "luna de miel" se haya acabado. Si se quejan, critican y atormentan, así es como te tratarán en seis meses. Una persona mentalmente sana es consistente, tratan a casi todo el mundo del mismo modo siempre. Si estás saliendo con un hombre que te trata a ti como a una reina y al resto de las mujeres como basura, sal corriendo.

17. La reputación. Como hemos mencionado, las personas mentalmente sanas son consistentes en su personalidad y comportamiento. El "perdedor" puede tener dos reputaciones diferentes: un grupo de personas que te darán referencias brillantes y un grupo que te dirá que es muy problemático. Si preguntas a 10 personas sobre un nuevo restaurante y 5 te dicen que es maravilloso y otras 5 que es una pocilga, entenderás claramente que existe cierto riesgo al comer ahí. El perdedor puede que alardee de su reputación de matón, mujeriego, temperamental o de "estar loco". Puede contarte historias en las que otros le han dicho que está loco o sugerido que busque ayuda profesional. Presta atención a su reputación. La reputación es la percepción pública del comportamiento de una persona. Si la reputación tiene dos caras, buena y mala, el riesgo es alto. Puede que te enfrentes al lado malo una vez que la fase de "luna de miel" se haya acabado. Debido a sus graves problemas de comportamiento, el perdedor apenas tendrá amigos, sólo conocidos. Las personas emocionalmente sanas y éticas no tolerarán amistades con perdedores que tratan a otros tan mal. Si descubres que no te gustan las amistades de tu pareja es debido a que operan del mismo modo que él o ella.

18. Andar de puntillas. Conforme la relación con el "perdedor" avanza, te verás expuesta/o gradualmente a intimidación verbal, largos interrogatorios sobre cosas triviales, violencia y amenazas dirigidas a otros pero que tú presencias, preocupación paranoide con tus actividades y una variedad de desprecios hacia tu personalidad. Pronto te verás "andando de puntillas" en su presencia, con miedo de plantear temas, miedo a decirle que has hablado con tal o cual persona y miedo a cuestionar o criticar el comportamiento del "perdedor". En vez de vivir un amor cálido y reconfortante, te sentirás constantemente nervios/a, tenso/a al hablar con otros (podrían decir algo que tuvieras que explicar más tarde) y con miedo de encontrarte con alguien que tengas que saludar en público. Las citas y el tiempo juntos serán más agradables cuando estéis totalmente solos, exactamente lo que el "perdedor" quiere: ninguna interferencia con su control o dominación.

19. Desprecio de sentimientos y opiniones. El "perdedor" está tan centrado en sí mismo que los sentimientos y opiniones de los demás carecen de importancia. Conforme la relación avanza y comienzas a cuestionarte lo que estás sintiendo o viendo en su conducta, te dirá que tus sentimientos y opiniones no tienen sentido, son absurdos y que estás emocionalmente perturbado/a si piensas esas cosas. El "perdedor" no tiene interés en tus sentimientos y opiniones, pero se sentirá perturbado y molesto si osas cuestionar su conducta. El "perdedor" se muestra tremendamente hostil ante las críticas y a menudo reacciona con ira cuando se cuestiona su comportamiento.

20. Te vuelven loco/a. El "perdedor" opera de un modo tan destructivo que te encuentras haciendo "locuras" como autodefensa. Si tu pareja tiene previsto llegar a las 8 de la tarde haces una llamada a un servicio de la compañía telefónica para evitar que utilice un servicio de rellamada, revisas la basura en busca de algo que pudiera meterte en problemas y llamas a tus familiares y amigos para decirles que no te llamen esa noche. Adviertes a tus familiares y amigos de que no saquen ciertos temas, evitas lugares en la ciudad donde puedes encontrarte con familiares y amigos y no hablas con otros por miedo a las 20 preguntas. Te vuelves también paranoico/a, teniendo cuidado de lo que vistes y dices. Los hombres no violentos se ven envueltos en peleas físicas con mujeres perdedoras. Las mujeres no violentas se ven a sí mismas gritando cuando ya no pueden soportar más el abuso verbal o intimidación. Cuando tenemos que defendernos emocional y físicamente, nos comportamos de un modo diferente y extraño. Cuando pienses que te estás volviendo loca/o, es importante recordar que no existe un comportamiento que pueda considerarse normal en una situación de combate. Puedes estar seguro/a de que tu comportamiento volverá a la normalidad si te separas del "perdedor" antes de que te haga un daño psicológico permanente.

Directrices para separarse

Separarse del perdedor, a menudo implica tres etapas: el desapego, la finalización de la relación y la protección subsiguiente.

El desapego.

Durante esta parte, reconoces lo que debes hacer y creas un "plan de fuga". Muchas personas fracasan en su intento de separarse porque se marchan de repente e impulsivamente sin haberlo planeado previamente y sin recursos. En muchos casos el "perdedor" ha aislado a su pareja, tiene el control de sus finanzas o tiene el control de herramientas necesarias para la huida, como el coche. Durante esta fase deberías:

- Observar el modo en que te trata. Observa los métodos descritos aquí arriba y cómo el "perdedor" trabaja.

- Gradualmente vuélvete más aburrido/a, habla menos, comparte menos sentimientos y opiniones. El objetivo es aburrir al perdedor para que afloje el apego emocional y al mismo tiempo no crear una situación que te convirtiese en blanco de su conducta.

- Con calma y en silencio, contacta con tu familia y otras personas que te apoyen. Determina que tipo de ayuda pueden ofrecerte (un lugar para vivir, protección, ayuda financiera, etc.)

- Si temes la violencia o el abuso, contacta con las fuerzas de seguridad o pide una orden de protección.

- Si el "perdedor" es destructivo, llévate lentamente tus objetos más preciados de la casa o trata de recuperarlos si están en su poder. En algunos casos, perderás algunos objetos personales durante la separación (un pequeño precio a pagar por librarte de él).

-Deja de discutir. Deja de defenderte y de dar explicaciones (respondiendo con comentarios como "he estado muy confusa últimamente" o "estoy bajo tanto estrés que no sé por qué hago nada más").

- Deja caer pistas de que estás deprimido/, quemado/a o confusa/o sobre la vida en general. Recuerda que el perdedor nunca se hace responsable de lo que pasa en la relación. Se sentirá mejor al dejar la relación si puede echarte la culpa a ti. Muchas personas se ven obligadas a parecer confusas y aburridas, permitiendo al "perdedor" decir a los demás: "mi pareja está medio chalada". Puede decir a otros que estás loco/ o confundido, pero estarás más segura/o. Permite a los demás que piensen lo que quieran de ti mientras estás en el proceso de desapego.

- No comiences otra relación. Eso sólo complicará tu situación y aumentará la rabia. Tu mejor baza es no asomar la cabeza durante unos meses. El perdedor localizará rápidamente otra víctima y se sentirá instantáneamente apegado a ella en cuanto su vínculo contigo empiece a decaer.

- Cuando el perdedor empiece a cuestionar los cambios en tu comportamiento, admite confusión, depresión, anestesia emocional y toda una serie de reacciones aburridas. Esto establecerá la base para el fin de la relación.

Terminar la relación

Recuerda que el "perdedor" no acepta la responsabilidad, responde con rabia a las críticas y es propenso a reaccionar con pánico ante el abandono. Acabar la relación implica seguir con el mismo tema que en el desapego.

- Dile que te sientes emocionalmente anestesiado/a, confusa/o, no puedes sentir nada por nadie y quieres acabar la relación casi por su propio bien. Recuérdale que seguramente ha notado que algo va mal y necesitas tiempo para ordenar tus sentimientos y arreglar lo que está mal en ti. Aunque pueda resultar repulsivo, tendrás que decirle "no soy apropiado/a para nadie en este momento de mi vida". Si puede echarte la culpa a ti, tal y como haría si acabara él la relación, se alejará antes.

- Si le entra el pánico recibirás un aluvión de llamadas telefónicas, cartas, notas en tu coche, etc. Reacciona ante todas del mismo modo: un aburrido "gracias". Si reaccionas de forma exagerada o cedes, habrás perdido el control.

- Céntrate en tu necesidad de alejarte de la relación. No cedas ante las muchas ofertas que te hará, como veros con menos frecuencia, verlos sólo una vez a la semana, romper sólo durante una semana, ir juntos a terapia, etc. Siempre que el perdedor esté en contacto contigo, pensará que tiene una oportunidad de manipularte.

- El perdedor se centrará en hacerte sentir culpable. En cada contacto telefónico, escucharás cuánto te ama, cuánto ha hecho por ti, y lo mucho que se ha sacrificado por ti. Al mismo tiempo, te dirá lo mala persona que eres por traicionarle, por no darle una oportunidad para arreglar las cosas y humillarlo con la terminación de la relación.

- No intentes hacer que entienda cómo te sientes (no sucederá). Al "perdedor sólo le preocupa lo que siente él. Tus sentimientos son irrelevantes. Perderás el tiempo intentado hacer que te comprenda y él verá la discusión como una oportunidad para hacerte sentir culpable y manipularte.

- No te dejes engañar por repentinos cambios en su comportamiento o promesas de matrimonio, viajes, regalos, etc. En este momento ya has visto cómo es el "perdedor" normalmente. Aunque cualquiera puede cambiar por un corto periodo de tiempo, pronto volverá a su comportamiento habitual una vez que la crisis termine.

- Busca ayuda profesional o el apoyo de otras personas durante este tiempo. Necesitarás ánimos y orientación. Ten en mente que si el "perdedor" descubre que has buscado ayuda, criticará al consejero, terapeuta, o tu esfuerzo.

- No utilices términos como "algún día", "tal vez" o "en el futuro". Cuando el "perdedor" escuche esas posibilidades, pensará que te estás debilitando e incrementará la presión.

- Imagina una máquina tragaperras. Si estamos en las Vegas en una de estas máquinas y le damos a la palanca diez veces y no sucede nada, nos vamos a otra máquina. Sin embargo, si en el décimo intento, ganamos dinero, aunque sea poco, seguimos tirando de la palanca, penando que el gran premio está cerca. Si somos lo bastante estrictos y estables en nuestra decisión de terminar la relación durante muchos días y de repente ofrecemos una posibilidad o esperanza de reconciliación, la presión continuará. Nunca cambies de posición. El "perdedor" dejará de jugar a una máquina que no le da nada y se marchará a otra.

Protección

El perdedor nunca admite su responsabilidad o implicación en la relación. Desde una perspectiva psicológica, el "perdedor" ha vivido y se ha comportado de este modo durante toda su vida adulta. Al no verse realmente como equivocado o con un problema, puede pensar que su pareja está atravesando una fase. Su pareja (la víctima) puede estar temporalmente confusa, puede estar escuchando a la gente equivocada o puede estar enfadado/a por algo y lo superará pronto. El "perdedor" rara vez se distancia completamente y a menudo intentará seguir en contacto con su pareja incluso cuando la relación ha terminado. Algunas directrices de protección para esta etapa son las siguientes:

- Nunca cambies tu postura original. ¡Se ha acabado para siempre! No hables acerca de posibles cambios en tu postura en el futuro. Puedes pensar que eso cambiará al "perdedor" pero sólo le dice que existen posibilidades y que sólo hace falta un poco más de presión para que vuelvas.

- No aceptes verlo para hablar de viejos temas. Para el perdedor, discutir antiguos temas es un modo de molestarte, ponerte en guardia y utilizar la culpa para engancharte de nuevo.

- No le des detalles sobre tu nueva vida. Asegúrale que ahora tanto tu vida como la suya son privadas y que esperas que sea feliz.

- Si empiezas a sentirte culpable durante una llamada, corta enseguida. Mucha gente vuelve con malas relaciones principalmente debido a la culpa. Si escuchas esas llamadas, por ejemplo, gravándolas, verás que pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer que te sientas culpable.

- En cualquier contacto con tu ex pareja, proporciona solo un informe de estado, como harías con tu tía Gladys. Por ejemplo: "sigo trabajando duro y no juego mejor al tenis. Eso es todo"

-Cuando te diga lo difícil que ha sido la ruptura, comparte con él algunas ideas generales sobre las rupturas y la dificultad de encontrar la persona adecuada. Cuando el "perdedor quiera centrase en vuestra relación dile: "Bueno, romper es duro, salir con alguien es difícil en estos tiempos, pero seguro que al final encontramos personas que sean adecuadas para nosotros". Recuerda, nada personal.

- Mantén todo contacto corto y amable (cuanto más corto mejor). En lo que al perdedor respecta, tú siempre tienes algo que hacer: hay algo en el microondas o tu madre viene a hacerte una visita. Deséale lo mejor pero siempre con el mismo tono de voz que podrías utilizar con alguien que acabas de conocer en el supermercado. Haz lo que sea para hacer la conversación corta e impersonal.

A
amena_8518559
15/5/08 a las 15:37

Los primeros avisos
"Los primeros avisos"
Enviado por articulo el 13 mayo a 12:29


En vez de preguntarte si un hombre puede cambiar -o si puedes cambiarlo-, primero deberías preguntarte si deberías salir con él.
Hay algunas señales de aviso que no resultan obvias para el ojo no entrenado. ¿Qué te parece si lo entrenamos un poco?
Las que veremos a continuación no son las únicas señales indicadoras de que alguien puede llegar a maltratarte, pero son un buen comienzo. Que uno o dos de estos rasgos coincidan con el hombre con el que vives, no quiere decir que este sea agresivo. Ahora bien,, la combinación de algunos de estos factores aumentará el riesgo. Por "lo tanto, a más respuestas afirmativas, mayor será el riesgo.

1-¿Ha pegado alguna vez a sus compañeras sentimentales?
Nunca admitirá haber pegado a nadie, por eso si tú sabes que lo ha hecho, probablemente será porque alguien te lo haya dicho. En cualquier caso, ¿te parece que tiene una- respuesta preparada de por qué lo hizo, de lo tontas, perezosas, mezquinas o locas que eran todas esas mujeres? De que eran drogadictas, mentalmente inestables, odiaban a los hombres, se acostaban con cualquiera o que no eran dignas de respeto y se merecían los malos tratos que recibieron por cualquier otra razón. Es posible que te diga que tú eres diferente y, por lo tanto, que no tienes nada de lo que preocuparte. Pero lo que quiere decir, por supuesto, es que estarás a salvo mientras no empieces a comportarte como esas otras mujeres. El hecho es que, un hombre que ha maltratado alguna vez a alguien, lo volverá a hacer o intentará hacerlo a menos que haya trabajado mucho para cambiar su comportamiento. Si te hace daño, física o emocionalmente, dirá que la culpa la tienes tú por haber cambiado y ser ahora como el resto de las mujeres horribles que te habían precedido. Ha repetido esta historia muchas veces y seguramente ha recibido muchas palmaditas en la espalda. No necesitará ensayar mucho antes de repetir la misma historia acerca de ti a otras personas.

2-¿Se ha visto envuelto muchas veces en peleas con desconocidos, por ejemplo, en un bar?El hombre que se mete en una pelea o mantiene disputas violentas con otros, dentro o fuera del círculo familiar, no es de fiar. Es probable que contemple la violencia como un medio de resolver los problemas, y probablemente acabe empleándola contigo también. O. J. Simpson afirmaba: Yo sólo pego a los que se lo merecen y lo hago sólo una vez a la semana, por lo general, un viernes o un sábado por la noche. Sin una pelea -decía-, no es un fin de semana. Los hombres que acostumbran a ser violentos dicen cosas como: Bueno, yo no pegaría a una mujer porque no sería una pelea justa; los hombres somos demasiado fuertes. Quizá lo dicen de verdad o quizá no. En cualquier caso, el hombre violento está acostumbrado a emplear algún tipo de fuerza -ya sea física o mental- para conseguir lo que quiere. Puede insultarte, alejarse de ti, darte órdenes, humillarte o castigarte de alguna manera para mantenerte en su lugar. Que no utilice la violencia física no significa que no sea capaz de maltratar. Hay hombres que superan su inclinación a la violencia. Depende de ti, por supuesto, decidir esperar o no y cuánto tiempo. El hombre que acostumbra a ser violento constituye un riesgo elevado. En algún caso, es posible que se comporte en casa de manera diferente a como lo hace fuera, de forma respetuosa y no dominante, pero eso no ocurre lo bastante a menudo como para que justifique correr el riesgo.

3-¿Ha maltratado animales alguna vez?
Un hombre me dijo una vez, que cuando su novia salía de casa sin su permiso, cogía sus gatos, los lanzaba contra la pared y les pegaba porque sabía que ella los adoraba y que lastimándoles a ellos, la lastimaba a ella. Si un hombre disfruta persiguiendo animales con el coche o torturándolos, y esto lo empezó a hacer ya en su juventud, no es muy recomendable. Seguramente sea un insensible -una señal inequívoca de que es un indeseable y que no cambiará-, aunque a simple vista no lo parezca. Hay una estrecha conexión entre los malos tratos a los animales y los malos tratos a las personas. Muchos hombres que hacen daño a las mujeres, también maltratan y, a menudo, matan a sus animales domésticos. Los malos tratos hacia los animales es una señal inequívoca de aviso. La mayoría de los asesinos más famosos de nuestro país torturaron animales en su niñez. Si el hombre con el que sales ha hecho esas cosas, bajo ninguna circunstancia deberías autoconvencerte de que es un buen tipo. Ni lo es ni lo será nunca.

4-¿Exige respeto y se enfada si no lo recibe?
Phillip se enfadaba mucho con su esposa cuando esta no obligaba a su tía Jo, que vivía con ellos, a respetarlo. Él decidía todas las reglas de la casa, pero tía Jo no hacía caso de él ni de sus reglas. Aunque estas eran, por lo general, tontas e innecesarias, exigía que todo el mundo las cumpliera porque para eso las había puesto. Que alguien le desobedeciera le sacaba de quicio. En su cabeza, era una falta absoluta de respeto hacía él y le hacía que dar como un ... Pero el verdadero respeto no se puede exigir, ¿verdad? Aunque tía Jo hubiera accedido a obedecerlo, habría seguido viéndole como un imbécil, autoritario y repelente, sentimientos que no tienen nada que ver con el respeto. Philip se engañaba esperando que otros sintieran por él, lo que él no podía sentir por sí mismo: un poco de respeto hacia su persona. La búsqueda de respeto desemboca muchas veces en comportamientos de sometimiento y violencia. Atención porque es una bandera roja de peligro.

5-¿Es muy celoso y posesivo? ¿Parece obsesionado con ideas sobre ti y otros hombres? ¿Vigila con quién y adónde vas?
Estar un poco celoso es comprensible en cualquier relación. Hasta los tipos más normales y agradables llegan a sentir celos. Ahora bien, los celos exagerados o los que despiertan en ti la preocupación acerca de lo que podría llegar a hacer o a quién podría hacer daño son indicio de que pasa algo y que ese algo no es bueno. Muchas mujeres acaban heridas o asesinadas por culpa de los celos. Si tu pareja actúa como si no fuera a sobrevivir si tú le abandonas, eso es una mala señal, potencialmente bastante peligrosa. Y si te interroga acerca de lo que haces, te acusa de estar enamorada de su amigo o se muestra claramente perturbado ante la idea de que podrías conocer a otra persona y abandonarle, esas señales son preocupantes. Si piensas que lo eres todo para él y sientes que sin ti su vida no tendría sentido, su desesperación te empujará a cometer actos a los que él encontrará sentido pero que parecerán irracionales y peligrosos a ojos de los demás. Esta clase de hombres tiene grandes problemas pero seguramente no es insensible y tiene posibilidades de cambiar. Aun así, que sea o no insensible y que pueda o no cambiar no importa si tú no estás allí para verlo. Si no cambia, el hombre irracionalmente celoso o posesivo seguramente es uno de los más peligrosos de todos.

6-¿Cree que el amor lo puede todo o que os bastáis el uno al otro? ¿Te aísla y trata de alejarte de tú familia y de tus amigos? ¿Quiere empezar la relación muy deprisa?
Muchas personas crecen creyendo que cuando encuentren el verdadero amor, la vida será finalmente maravillosa, por muy desdichados que hayan sido antes. Piensan que cuando llegue esa persona les compensará por todas las veces que se han sentido mal y les hará sentirse totalmente felices y seguras. Nunca más tendrán que luchar, ni se sentirán indefensas, porque será el compañero perfecto que satisfará sus necesidades y cuidará de ellas. Serán felices y estarán completas para siempre. A medida que maduramos, descubrimos que esas expectativas no son realistas. Por desgracia, algunos hombres que practican los malos tratos esto no lo aprenden, y cuando su pareja no satisface sus expectativas, se vuelven resentidos y se enfadan. ¿Qué es lo que no funciona? -gritan-. ¿Por qué no me haces feliz? Y por eso exageran sus esfuerzos para dominar a su compañera en un intento por conseguir lo que creen que necesitan, aunque sea por la fuerza. Por ello, si un hombre quiere casarse inmediatamente y llevarte a una casita vallada, no pienses que eso tiene nada que ver con lo maravillosa que eres tú. Tiene que ver con la irrealidad de sus expectativas. Pero dado que semejante devoción parece halagadora y tentadora, resulta difícil ver lo que realmente es y en lo que puede desembocar: un acto de sometimiento, tal vez peligroso, y una gran señal de aviso.

7-¿Se ve a sí mismo como tu salvador? ¿Afirma que sin él no llegarías a ninguna parte?
A Charlie, de quien volveremos a hablar más adelante, le gustaba explicar a todo el mundo cómo había salvado a su novia, Catherine. Eso le hacía sentirse importante y su incompetencia le beneficiaba enormemente. Esperaba que ella le estuviese agradecida por las migajas que él le arrojaba ya que, tal y como le recordaba constantemente, sin él su vida habría sido mucho peor. Después de todo, estaba convencido de que la había rescatado de una situación de pobreza y degradación marcada por la promiscuidad y la adicción a las drogas y convertido en una mujer respetable, aunque él no la respetaba en absoluto, a menos que ¡golpear a una persona en la cara tira una señal de respeto!

8-¿Te trató como a una princesa al principio de la relación y te dijo que eras diferente de las mujeres que había conocido antes? ¿Te preocupa desilusionarle?
Decirle a una mujer que es diferente y que vale mucho más que el resto de las mujeres que ha conocido y, por lo tanto, que se merece un trato maravilloso constituye una forma segura de dominarla. Es agradable ser respetada y admirada y a todos nos preocupa un poco que descubran que somos menos dignos de admiración de lo que algunas personas creen. En consecuencia, estamos dispuestos a esforzarnos por conservar esa imagen de nosotros mismos. Por desgracia, el hombre que maltrata lo sabe muy bien y se aprovecha de ello. No te dejes colocar en un pedestal. La caída puede ser muy grande.

9-¿Qué opina de las mujeres? ¿Cómo habla de ellas?
¿Tu posible pareja ve a las mujeres inferiores en algún aspecto con respecto a los hombres? ¿Habla de las mujeres insultándolas? ¿Opina que no ocupan puestos importantes porque les falta capacidad? ¿Cree que sólo sirven para una cosa? Lo que siente un hombre hacia las mujeres es un indicador muy importante de cómo te tratará. Si al hombre con quien estás no le gustan o no respeta a las mujeres, ¿dónde te coloca eso a ti exactamente? La respuesta es: en ninguna parte.

10-¿Su padre maltrataba a su madre? ¿Le maltrataron a él?
Aunque muchos de los hombres que han presenciado de pequeños cómo su padre maltrataba a su madre, o a otras mujeres, acaban repudiando esa conducta, algunos no lo hacen. Los antecedentes familiares de malos tratos es un factor de riesgo, aunque yo no tomaría la decisión de iniciar o continuar una relación con un hombre basándome sólo en eso. Sin embargo, ten en cuenta que algunos hombres que han visto cómo su padre hacía esas cosas, aunque juran que ellos jamás lo harían, en la práctica lo hacen.

11-¿Culpa a otras personas de lo horrible que es su vida?
Todos tenemos tendencia a culpar a otros de lo que nos pasa en algún momento. Pero cuando echar la culpa se convierte en una pauta y es la manera habitual en la que un hombre se conduce a todas horas, acaba por convertirse en un problema para él y para quienes lo rodean. Si nunca le oyes aceptar una responsabilidad y si está enfadado la mayor parte del tiempo por lo que los demás le hacen, seguramente sus defectos están muy enraizados. Es posible que cambie un poco a medida que se haga mayor, pero seguirá sin ser un buen partido.

12-¿Cree que el mundo es injusto?
Muchos hombres que maltratan a las mujeres están convencidos de que el mundo es un lugar injusto. En realidad, lo que piensan es que es justo, pero no con ellos. Este tipo de hombre se siente víctima y se vuelve desconfiado, se enfada y se pone a la defensiva. Está muy obsesionado consigo mismo, sobre todo con aquello que no tiene. Da por hecho que se merece un trato mejor del que normalmente recibe. Suele ser exigente, y espera mucho más de lo que da. Su lema podría ser: ¿Y yo qué?.

13-¿Miente, engaña o hace daño a la gente y luego se justifica diciendo que se lo merecían?
Hacer daño a las personas sin sentir remordimiento y luego culparlas de sus acciones es un rasgo típico de la personalidad de este tipo de hombres. Su principal empeño en la vida es conseguir lo que quiere, al precio quesea. Utilizará y explotará a las personas, incluida tú, y se sentirá perfectamente bien al respecto. Los hombres así raramente cambian y no merece la pena correr el riesgo.

14-¿Es de humor cambiante e impredecible? ¿Te sientes a menudo nerviosa con él? ¿Tienes miedo de hacer algo que le enfade?
Casi todas las mujeres que viven con hombres capaces de maltratarlas sienten que tienen que andar un poco con pies de plomo. Incluso los hombres capaces de cambiar hacen sentir a su familia de esta manera. Si descubres que estás nerviosa o preocupada con antelación, mi consejo es que le expliques lo que sientes y le pidas que cambie. Si te escucha e intenta cambiar, entonces existe algo de esperanza. Si no te hace caso, se burla de ti o te culpa de su comportamiento, olvídalo. Cuánto antes le abandones, mejor.

15-¿Es suprasensible a las nimiedades?
Algunos se sienten insultados con mucha facilidad. Dado que la opinión de sí mismo que tiene un hombre capaz de maltratar es frágil y descansa mucho en lo que piensan los demás, vive como una catástrofe que le critiquen. Imagina que lo mejor es atacar primero y preguntar después. Vivir con un hombre así es agotador. Cada dos por tres monta una escena por algo que para cualquier otra persona carecería de importancia. Puesto que la violencia se encuentra en su lista de respuestas posibles a las críticas y las amenazas percibidas, este rasgo es una señal de aviso de que vendrán cosas peores.

16-¿Bebe o toma drogas?
Muchas de las personas que toman o abusan de sustancias tóxicas no maltratan a los demás. De hecho, las investigaciones sugieren que más de la mitad de los hombres que abusan de sustancias tóxicas no son autores de malos tratos ni nunca lo serán. Por lo tanto, que un hombre consuma o no sustancias tóxicas no se puede tomar como señal de aviso; lo que cuenta es cómo reacciona cuando se halla bajo su influencia. Por ejemplo, ¿se vuelve violento cuando bebe? ¿Es violento a menos que beba? Si tu respuesta a las dos preguntas ha sido sí, olvídalo.

17-¿Ve el mundo como un lugar peligroso? ¿Su principal objetivo en la vida es sobrevivir? ¿Dice cosas como: Es un mundo implacable. Es una jungla. No puedes fiarte de nadie? ¿Es desconfiado? ¿Cree que la gente va a cargárselo a él y que si baja la guardia lo conseguirán?
Algunos hombres capaces de maltratar sienten que deben luchar constantemente por sobrevivir. Perciben amenazas rondando en todas direcciones y llegan a la conclusión de que lo mejor es no confiar demasiado en nadie, ni siquiera en ti. Como un animal salvaje, el hombre que es así aúlla y ataca casi de manera indiscriminada, porque no sabe distinguir quién es una amenaza para él y quién no. Cuanto más exageradas son sus creencias, mas grave es la señal de aviso. Aléjate de él. Un hombre muy desconfiado te pondrá a prueba constantemente para asegurar tu honradez y sinceridad. Y si piensa que le has traicionado, puede volverse peligroso. Mucho.

18-¿Intenta organizarlo todo? ¿Es perfeccionista y crítico? ¿Todo se tiene que hacer a su manera?
Si la respuesta a estas preguntas es un sí, a tu lado tienes ten hombre dominador y potencialmente agresivo. Todos hemos escuchado historias de hombres que insisten en que las latas de la despensa se ordenen alfabéticamente o que ciertas prendas no se rocen nunca en el armario. Pero los hombres que llevan su insistencia en la perfección a extremos verán generalmente su ausencia en los demás, dado que nadie comparte su anhelo de orden y perfección.
La esposa de un hombre me contó que para cenar todo el mundo tenía que estar sentado a la mesa a las seis en punto, hora en que lo hacía el marido. La mesa tenía que estar puesta con un determinado mantel y la cubertería dispuesta siempre de la misma manera. Los platos se repartían siempre en el sentido de las agujas del reloj. Como te puedes imaginar, la cena era terrible, un suplicio que destrozaba los nervios de toda la familia. En nuestra reunión de grupo, le pregunté al marido acerca de este extraño ritual y me contestó: ¿Qué tiene de malo cenar con un poco de orden y tranquilidad? No creo que las comidas sean una excusa para que los niños sé pasen el rato corriendo de un lado a otro o dando guerra. Así eran las cenas en mi familia cuando yo era pequeño y nos fue muy bien. Cualquier hombre que insiste, radicalmente, en que todo se haga según sus preferencias, que lo dispone todo, que no permite a los demás ser como son o que tiene que organizar todas las cosas y a todos los que le rodean, debería llevar una señal de aviso colgada. Aunque todos sentimos la necesidad de tener dominados a los demás, el que es capaz de maltratar lo lleva al extremo y eso le hace diferente, al menos con respecto al resto de nosotros. Para estos hombres dominar a los demás se convierte en un hábito, casi en una forma de vida, algo muy difícil de romper.-

La Motivacion:
Recuerda que el comportamiento tiránico y los malos tratos, sean mentales o físicos, son intencionados. Nadie se comporta así por accidente, aunque muchos hombres quieran hacer creer que sí. Los que maltratan saben muy bien que es difícil responsabilizar a alguien de algo que ha hecho sin querer. Por eso, muchos tipos aseguran que las heridas que le hicieron a esa persona fueron un accidente. Un hombre decía que intentaba retirar todas las cosas de la mesa para que él y su mujer pudieran hablar. La cafetera, pues, se cayó por accidente y ella se quemó. Cuesta creer que la cafetera se cayera accidentalmente al otro lado de la habitación. Los hombres que maltratan hacen las cosas que hacen por una razón. A continuación te ofrecemos algunas posibilidades para que las consideres:
Humillarte o ponerte en ridículo.
Aislarte de otras personas y aumentar tu dependencia de él.
Hacer que te sientas mal contigo misma.
Dejar claro que él es el que manda.
Asustarte para que no le lleves la contraria.
Culparte de su comportamiento para que él se pueda seguir comportando de la misma manera.
Recuerda que la mayoría de las personas actúan en su propio interés incluso aunque algunos -como los que dicen que tienen que pegar a sus compañeras por su propio bien-, afirmen lo contrario. Un hombre decía: Se estaba poniendo histérica. Me dio miedo que se hiciera daño, por eso la cogí y la tiré al suelo. ¡Vaya! Menuda manera de evitar que se hiciera daño ella sola, ¿no?
Te propongo que hagas una lista de las cosas que ha hecho tu pareja y que te han hecho sentir realmente mal. Escribe al lado las posibles razones que podía tener para hacerlas. ¿De qué manera le beneficia lo que te hace?
En general, a pesar de lo que este tipo de personas hagan o digan que tienen intención de hacer, lo que quieren en realidad es una o más.de estas cuatro cosas
:
Ser Poderosos
Quedar bien
Dominar
Tener la Razon

J
jorel_6109949
21/8/12 a las 18:30
En respuesta a amena_8518559

El perdedor
El perdedor"
Enviado por articulo el 13 mayo a 12:25


Muy pocas relaciones comienzan de otro modo que no sea amabilidad y dulzura. Al principio, la "luna de miel" de la relación, es difícil precisar con qué tipo de persona estás saliendo. Ambos sois precavidos, tratando de obtener información sobre la otra persona sin parecer un detective de la policía.

Una relación romántica puede se maravillosa con la persona adecuada. Pero una relación con la persona equivocada puede dar lugar a años de dolor, daño emocional o social e incluso daño psicológico. Una pareja adulta dañina puede dañarnos a nosotros, a nuestro seres queridos e incluso el modo en que interpretaremos el amor y el romance en el futuro. Pueden transformar lo que se supone que es una relación de comprensión, amor y apoyo, en una "atracción fatal" como la descrita a menudo en el cine. Existe una gran variedad de malas elecciones con las que podemos encontrarnos cada semana, la mayoría de ellas fáciles de identificar y evitar. Todos sabemos evitar personas que parecen trastornadas o abusivas y no elegirlas como parejas. Sin embargo, algunas personas son mejores que otras para ocultar sus alteraciones de personalidad y conducta. Con la intención de prevenir acerca de estos dañinos individuos, este artículo describe un tipo de persona que se encuentra a menudo en escena al buscar pareja, un hombre o mujer llamado "el perdedor".

"El perdedor" es un tipo de pareja que ocasiona un gran daño social, emocional y psicológico en la relación. Tiene características permanentes de personalidad que ocasionan este daño, las cuales son características que ellos simplemente aceptan como el modo en que son y no consideran un problema o dificultad psicológica. En cierto modo, siempre han vivido con esta personalidad y conducta, siendo algo que aprendieron probablemente de sus familias. Los psicólogos tratan a menudo a las víctimas del "perdedor", mujeres y hombres que llegan a la consulta gravemente deprimidos, con su autoconfianza y autoestima totalmente destruidas.

La siguiente lista es un intento de esbozar las características del "perdedor" y proporcionar un modo de que mujeres y hombres puedan identificar relaciones potencialmente dañinas antes de verse severamente dañados ellos mismos emocional o físicamente. Cuando estén presentes un gran número de estos rasgos, no se trata de una probabilidad o posibilidad: te hará daño si permaneces en esa relación.

1. Maltrato. El "perdedor" te hará daño a propósito. Si te golpea, retuerce tu brazo, te tira del pelo, te empuja o rompe tus objetos personales, aunque sea sólo una vez, déjale. Los hombres de este tipo a menudo comienzan con conductas que te hacen moverte físicamente o golpean la pared. Las mujeres a menudo abofetean, dan patadas o incluso pegan con el puño a sus parejas masculinas.

2. Apego rápido. El "perdedor" tiene emociones y conexiones con los demás muy superficiales. Una de las cosas que puede atraerte de esta persona es lo pronto que te dice que te quiere o desea casarse contigo o comprometerse. Por lo general, en muy pocas semanas escucharás que eres el amor de su vida, que quiere estar contigo para siempre y que desea casarse contigo. Te hará regalos, te hará numerosas promesas y te inundará de atenciones y gestos amables. Esta es la fase de "luna de miel", en la que te atrapa y te convence de que es lo mejor que te ha pasado nunca. Recuerda el dicho "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es". Así, te sentirás tan abrumado/a por sus muestras de atracción instantánea, compromiso instantáneo y planes instantáneos para el futuro, que te perderás el dato principal: ¡que no tiene sentido! Por lo general, las personas sanas requieren un largo proceso para desarrollar una relación debido a que hay mucho en juego. Esperarán a tener mucha información antes de ofrecer un compromiso; no tres semanas. Es cierto que podemos sentirnos fascinados por otras personas con rapidez, pero no hacer esas promesas tan poco realistas ni planear el futuro después de tres citas. Ese rápido enamoramiento es un signo de emociones superficiales que más tarde llevarán al "perdedor" a alejarse de ti tan rápido como se comprometió. El "perdedor" por lo general quiere irse a vivir contigo o casarse contigo en menos de cuatro semanas o muy pronto en la relación.

3. Temperamento atemorizante. El "perdedor" tiene un carácter que asusta. Si tu pareja estalla y hace cosas peligrosas como conducir demasiado deprisa porque está enfadado, romper o arrojar cosas, meterse en peleas, o amenazar a otros, ese temperamento se volverá pronto en tu dirección. Al principio de la relación serás testigo de actos violentos: peleas con otros, amenazas a otros, estallidos violentos contra otros, etc. También oirás hablar de violencia en su vida. Verás y serás testigo de este temperamento (arrojar cosas, gritar, maldecir, conducir deprisa, golpear las paredes y dar patadas a las cosas). Eso servirá para intimidarte y hacer que temas su potencial de violencia, aunque el "perdedor" te asegurará enseguida que está enfadado con otros o con situaciones, no contigo. Al principio te asegurará que nunca dirigiría su hostilidad y violencia hacia ti, pero te está dejando ver claramente que tiene la habilidad y capacidad para hacerlo (y podría suceder). Más tarde temes retarlo o enfrentarte a él o ella, temiendo que esa misma violencia pudiera volverse hacia ti.

4. Destruir tu auto-confianza. El perdedor te rebaja con frecuencia. Constantemente corrige tus más pequeños fallos, haciéndote sentir en guardia, poco inteligente y dejándote con la sensación de que siempre estás haciendo algo mal. Te dice que estás demasiado gordo/a, muy poco atractivo/, que no hablas correctamente o no tienes buena presencia. Esta erosión gradual de tu confianza y autoestima le permite tratarte mal después (como si te lo merecieras). En público te verás andando con mucho cuidado, siempre con el temor de que puedes estar haciendo o diciendo algo incorrecto que más tarde dé lugar a un estallido emocional o una discusión.

5. Privarte de apoyo externo. Para controlar a alguien completamente, has de alejarlo de sus amistades; a veces incluso de su familia. El perdedor piensa que tus amistades o familiares podrían influirte o tener opiniones negativas sobre su conducta. Comienza diciéndote que tus amigos te tratan mal, se aprovechan de ti, y no entienden el tipo especial de amor que compartís. A veces, si no puede librarse de tu mejor amigo/a de tu mismo sexo, te dirá que se le ha insinuado. Si hablas con tus amistades o familiares, el perdedor te castigará haciéndote numerosas preguntas o acusaciones desagradables. Finalmente, en vez de tener que soportar el castigo verbal, interrogatorio y abuso, llegarás a la conclusión de que es mejor no hablar con tus familiares o amigos. Te alejarás de tus amistades y familiares, de modo que se sentirán molestos contigo. El perdedor te dirá entonces que te están tratando mal de nuevo y que será mejor que te mantengas lejos de ellos. Una vez que estás solo/a y aislado/a, sin apoyo, su control sobre ti aumentará.

6. El ciclo de amabilidad y mezquindad. El "perdedor" oscila entre mezquindad y amabilidad continuamente. El ciclo comienza cuando son intencionadamente dañinos y mezquinos. Serás víctima de abuso verbal, serás maldecido/a y te amenazará por algo sin importancia. De repente, al día siguiente se vuelve dulce y hará todas esas pequeñas cosas que hacía cuando empezasteis a salir. Tú sigues ahí, esperando que cada uno de estos ciclos sea el último. El otro propósito de este ciclo de mezquindad es permitir al "perdedor" decir cosas verdaderamente desagradables de ti o las personas que quieres, erosionando de nuevo tu autoestima y autoconfianza. A menudo se disculpará, pero el daño a tu autoestima ya está hecho.

7. Siempre es culpa tuya. El perdedor te culpa a ti de su rabia, así como de cualquier otra conducta incorrecta. Cuando te engaña, te grita, te trata mal o te humilla públicamente, es, de algún modo, culpa tuya. Si llegáis 10 minutos tarde a una cita, es culpa tuya que el "perdedor" conduzca a gran velocidad, haga correr a la gente en la carretera y esté enfurruñado el resto de la noche. El perdedor te dice que su rabia y mal comportamiento no habrían sucedido si tú no hubieras cometido un simple error, le hubieses querido más o no hubieses cuestionado su comportamiento. El "perdedor" nunca jamás se hace responsable de sus actos. Siempre es culpa de alguna otra persona. Si conduce como un loco y trata de echar a algún inocente conductor de la carretera para asaltarlo, es culpa del otro conductor por no usar el intermitente al cambiar de carril. Te dan la impresión de que tú te lo has buscado (la rabia, los gritos, el asalto) y te mereces esa violencia, mala cara o expresión física de agresividad.

8. Pánico ante la ruptura. El "perdedor" siente pánico ante la idea de romper (a no ser que sea totalmente idea suya). Los hombres abusivos a menudo se vienen abajo y lloran, suplican, prometen cambiar y ofrecen matrimonio, viajes, regalos, cuando amenazas con romper la relación. Tanto hombres como mujeres pueden amenazar con suicidarse o con volver con antiguas parejas (quienes se sienten afortunados de que se hayan ido) o amenazan con dejar su trabajo y marcharse de la ciudad, como si tú fueras responsable de esas decisiones. El "perdedor" ofrece una gran cantidad de "tratos" o soluciones a medias, como "salgamos sólo un mes mas". Te inundan con llamadas telefónicas, a menudo cada cinco minutos, con la esperanza de que lleguéis a un acuerdo o lo veas sólo para para detener el acoso telefónico. Algunos llamarán a tus familiares, tus amigos, sus amigos o cualquiera que se le ocurra, para decirles que te llamen y te digan lo mucho que te quiere. Los perdedores más creativos a menudo producen tanta presión social que la víctima accede a volver con la relación antes que continuar bajo esa presión. Imagina que tratas de terminar una relación y empiezas a recibir llorosas llamadas de todos sus parientes (secretamente esperan que tú te quedes con él de modo que ellos no tengan que hacerlo), ver una súplica para que vuelvas en el periódico o incluso en un tablón de anuncios local, recibir flores en el trabajo cada día o que aparezca en tu lugar de trabajo y te ofrezca un anillo de matrimonio (técnica del hombre perdedor) en frente de tus compañeros. Su reacción es emocionalmente intensa, un comportamiento que utilizan para convertirte en su prisionero/a emocional. Si vuelves con él o ella, en realidad temes una reacción pero si amenazas con dejarlo de nuevo (convirtiéndote en su prisionero/a) y a menudo recuerdan el incidente como una evidencia de lo mala persona que eres. Recuerda que si tu preciado perro salta el muro y escapa, después pondrás un muro más alto. Una vez que vuelvas con el perdedor, escapar será tres veces más difícil la próxima vez.

9. Ausencia de interés externo. El "perdedor" te animará a dejar tus aficiones, intereses e implicaciones con otros. Si realizas una actividad individual, exigen acompañarte, haciendo que te sientas mal durante toda la actividad. El motivo de este comportamiento es impedir que tengas diversiones o intereses diferentes a los que ellos controlan.

10. Control paranoide. El perdedor te vigilara y sabrá dónde estás y con quién estás. Si hablas con un miembro del sexo opuesto, te hará veinte preguntas sobre cómo os conocisteis. Si no respondes a su llamada telefónica, te preguntará dónde estabas, qué estabas haciendo, con quién estabas hablando, etc. Observará el tipo de barro que hay en tu coche, te preguntará por qué compras en ciertos lugares, por qué llamaste a un amigo/a, porqué tu amigo/a te llamó a ti, etc. Algunos perdedores te seguirán al supermercado, luego te preguntarán si has estado allí en un intento de pillarte en una mentira. En los casos más graves, mirarán tu correo, tu bolso o cartera, comprobarán quién te ha llamado por teléfono o buscarán pruebas en tu basura. Algunos te animarán a hacer llamadas privadas a tus amistades desde su casa, llamadas que están siendo grabadas en secreto. Pueden empezar a decirte qué ropa ponerte, qué música escuchar y cómo comportarte en público. Finalmente te dirá que no puedes hablar con ciertas amistades o conocidos, ir a determinados lugares o hablar de ciertos temas en público. Si no vais a veros el viernes por la noche, te dirá que te llamará esa noche (en cualquier momento). Eso te mantiene en casa, esperando la llamada, temiendo el abuso verbal y las preguntas que te haría si no estuvieras en casa cuando llamara.. Esta técnica permite al perdedor hacer lo que quiera a nivel social y al mismo tiempo controlar tu comportamiento desde la distancia.

11. Humillación pública. Para mantenerte bajo control en público, el "perdedor" te atacará verbalmente, te insultará o dirá cosas crueles o humillantes de ti en privado o frente a otras personas. En público, aprenderás rápidamente que cualquier opinión que expreses lo llevará a atacarte verbalmente, en ese momento o más tarde. Si permaneces con el "perdedor" demasiado tiempo, pronto te verás sonriendo amablemente sin decir nada y agarrada/o de su brazo en público. También te verás caminando con la cabeza baja, con miedo a ver a un amigo que te hable y dé lugar a una reacción airada del "perdedor".

12. Nunca es suficiente. El perdedor te convence de que nunca eres lo bastante bueno/a. Nunca dices "te quiero" lo suficiente, no estás nunca lo bastante cerca, nunca haces lo suficiente por él o ella después de todos su sacrificios y tu comportamiento siempre parece quedarse corto. Este es otro modo de destruir tu autoconfianza y autoestima. Tras meses de utilizar esta técnica, comienzan a decirte lo afortunado/a que eres de tenerle; de tener a alguien que tolera a una persona tan inadecuada y poco valiosa como tú.

13. Creerse con derecho. El "perdedor" piensa que tiene derecho a hacer cualquier cosa que desee. Si le impiden el tráfico, piensa que tiene perfecto derecho a echar al otro conductor de la carretera, asaltarlo o poner en peligro las vidas de otros conductores con sus estallidos temperamentales. Ten en cuenta que esta misma sensación de tener derecho a todo la usará contra ti. Si desobedeces sus órdenes o deseos o violas alguna de sus reglas, se creen con derecho a castigarte de cualquier modo que consideren oportuno.

14. No gusta a tus amistades o familiares. Conforme la relación avanza, tus amistades y familiares verán lo que el "perdedor" te está haciendo. Notarán un cambio en tu personalidad o verán tu alejamiento. Protestarán y el perdedor te dirá que tienen envidia del "amor especial" que os tenéis y luego usarán sus protestas u opiniones como evidencia de que están contra ti (no contra él). La mención de tus familiares o amistades dará lugar a una respuesta airada por su parte, hasta que dejas de hablar de aquellos por quienes te preocupas, incluso los propios miembros de tu familia. El "perdedor" se sentirá celoso y amenazado por cada persona cercana a ti, incluso tus hijos. En algunos casos, no permitirá que tus padres o hermanos visiten tu casa.

15. Historias desagradables. A menudo la gente te deja saber cosas de su forma de ser a través de las historias que cuentan de sí mismos. Es la vieja historia acerca de darle a alguien cuerda suficiente para que se ahorque a sí mismo. Las historias que nos cuentan nos informan de cómo una persona se ve a sí misma, qué considera interesante, y qué piensan que te impresionará. Una persona humorística, contará historias divertidas de sí misma. Los "perdedores" cuentan historias de violencia, agresión, insensibilidad hacia otros, rechazo de otros, etc. Pueden hablarte de sus relaciones pasadas y en cada caso te asegurará que los trataron tremendamente mal a pesar de lo maravillosos que fueron con esa persona. Alardean de su temperamento y estallidos porque no ven nada malo en la violencia y se enorgullecen de la actitud de "yo no tomo nada de nadie". La gente se define a sí misma con sus historias, de modo similar a como una cultura viene descrita por su folclore y leyendas. Escucha esas historias. Te dirán cómo te tratará al final y lo que viene a tu encuentro.

16. El test de la camarera. Suele decirse que, cuando tienes una cita, el modo en que un individuo trata a una camarera u otra persona neutral del sexo opuesto es el modo en que te tratará a ti en seis meses. Durante la fase de "luna de miel" de la relación te tratará como a una reina o rey. Sin embargo, durante ese tiempo, el "perdedor" no ha olvidado lo que piensa del sexo opuesto. Tratará mal a camareras, dependientes u otras personas neutras. Si son tacaños, no recibirás nada una vez que la "luna de miel" se haya acabado. Si se quejan, critican y atormentan, así es como te tratarán en seis meses. Una persona mentalmente sana es consistente, tratan a casi todo el mundo del mismo modo siempre. Si estás saliendo con un hombre que te trata a ti como a una reina y al resto de las mujeres como basura, sal corriendo.

17. La reputación. Como hemos mencionado, las personas mentalmente sanas son consistentes en su personalidad y comportamiento. El "perdedor" puede tener dos reputaciones diferentes: un grupo de personas que te darán referencias brillantes y un grupo que te dirá que es muy problemático. Si preguntas a 10 personas sobre un nuevo restaurante y 5 te dicen que es maravilloso y otras 5 que es una pocilga, entenderás claramente que existe cierto riesgo al comer ahí. El perdedor puede que alardee de su reputación de matón, mujeriego, temperamental o de "estar loco". Puede contarte historias en las que otros le han dicho que está loco o sugerido que busque ayuda profesional. Presta atención a su reputación. La reputación es la percepción pública del comportamiento de una persona. Si la reputación tiene dos caras, buena y mala, el riesgo es alto. Puede que te enfrentes al lado malo una vez que la fase de "luna de miel" se haya acabado. Debido a sus graves problemas de comportamiento, el perdedor apenas tendrá amigos, sólo conocidos. Las personas emocionalmente sanas y éticas no tolerarán amistades con perdedores que tratan a otros tan mal. Si descubres que no te gustan las amistades de tu pareja es debido a que operan del mismo modo que él o ella.

18. Andar de puntillas. Conforme la relación con el "perdedor" avanza, te verás expuesta/o gradualmente a intimidación verbal, largos interrogatorios sobre cosas triviales, violencia y amenazas dirigidas a otros pero que tú presencias, preocupación paranoide con tus actividades y una variedad de desprecios hacia tu personalidad. Pronto te verás "andando de puntillas" en su presencia, con miedo de plantear temas, miedo a decirle que has hablado con tal o cual persona y miedo a cuestionar o criticar el comportamiento del "perdedor". En vez de vivir un amor cálido y reconfortante, te sentirás constantemente nervios/a, tenso/a al hablar con otros (podrían decir algo que tuvieras que explicar más tarde) y con miedo de encontrarte con alguien que tengas que saludar en público. Las citas y el tiempo juntos serán más agradables cuando estéis totalmente solos, exactamente lo que el "perdedor" quiere: ninguna interferencia con su control o dominación.

19. Desprecio de sentimientos y opiniones. El "perdedor" está tan centrado en sí mismo que los sentimientos y opiniones de los demás carecen de importancia. Conforme la relación avanza y comienzas a cuestionarte lo que estás sintiendo o viendo en su conducta, te dirá que tus sentimientos y opiniones no tienen sentido, son absurdos y que estás emocionalmente perturbado/a si piensas esas cosas. El "perdedor" no tiene interés en tus sentimientos y opiniones, pero se sentirá perturbado y molesto si osas cuestionar su conducta. El "perdedor" se muestra tremendamente hostil ante las críticas y a menudo reacciona con ira cuando se cuestiona su comportamiento.

20. Te vuelven loco/a. El "perdedor" opera de un modo tan destructivo que te encuentras haciendo "locuras" como autodefensa. Si tu pareja tiene previsto llegar a las 8 de la tarde haces una llamada a un servicio de la compañía telefónica para evitar que utilice un servicio de rellamada, revisas la basura en busca de algo que pudiera meterte en problemas y llamas a tus familiares y amigos para decirles que no te llamen esa noche. Adviertes a tus familiares y amigos de que no saquen ciertos temas, evitas lugares en la ciudad donde puedes encontrarte con familiares y amigos y no hablas con otros por miedo a las 20 preguntas. Te vuelves también paranoico/a, teniendo cuidado de lo que vistes y dices. Los hombres no violentos se ven envueltos en peleas físicas con mujeres perdedoras. Las mujeres no violentas se ven a sí mismas gritando cuando ya no pueden soportar más el abuso verbal o intimidación. Cuando tenemos que defendernos emocional y físicamente, nos comportamos de un modo diferente y extraño. Cuando pienses que te estás volviendo loca/o, es importante recordar que no existe un comportamiento que pueda considerarse normal en una situación de combate. Puedes estar seguro/a de que tu comportamiento volverá a la normalidad si te separas del "perdedor" antes de que te haga un daño psicológico permanente.

Directrices para separarse

Separarse del perdedor, a menudo implica tres etapas: el desapego, la finalización de la relación y la protección subsiguiente.

El desapego.

Durante esta parte, reconoces lo que debes hacer y creas un "plan de fuga". Muchas personas fracasan en su intento de separarse porque se marchan de repente e impulsivamente sin haberlo planeado previamente y sin recursos. En muchos casos el "perdedor" ha aislado a su pareja, tiene el control de sus finanzas o tiene el control de herramientas necesarias para la huida, como el coche. Durante esta fase deberías:

- Observar el modo en que te trata. Observa los métodos descritos aquí arriba y cómo el "perdedor" trabaja.

- Gradualmente vuélvete más aburrido/a, habla menos, comparte menos sentimientos y opiniones. El objetivo es aburrir al perdedor para que afloje el apego emocional y al mismo tiempo no crear una situación que te convirtiese en blanco de su conducta.

- Con calma y en silencio, contacta con tu familia y otras personas que te apoyen. Determina que tipo de ayuda pueden ofrecerte (un lugar para vivir, protección, ayuda financiera, etc.)

- Si temes la violencia o el abuso, contacta con las fuerzas de seguridad o pide una orden de protección.

- Si el "perdedor" es destructivo, llévate lentamente tus objetos más preciados de la casa o trata de recuperarlos si están en su poder. En algunos casos, perderás algunos objetos personales durante la separación (un pequeño precio a pagar por librarte de él).

-Deja de discutir. Deja de defenderte y de dar explicaciones (respondiendo con comentarios como "he estado muy confusa últimamente" o "estoy bajo tanto estrés que no sé por qué hago nada más").

- Deja caer pistas de que estás deprimido/, quemado/a o confusa/o sobre la vida en general. Recuerda que el perdedor nunca se hace responsable de lo que pasa en la relación. Se sentirá mejor al dejar la relación si puede echarte la culpa a ti. Muchas personas se ven obligadas a parecer confusas y aburridas, permitiendo al "perdedor" decir a los demás: "mi pareja está medio chalada". Puede decir a otros que estás loco/ o confundido, pero estarás más segura/o. Permite a los demás que piensen lo que quieran de ti mientras estás en el proceso de desapego.

- No comiences otra relación. Eso sólo complicará tu situación y aumentará la rabia. Tu mejor baza es no asomar la cabeza durante unos meses. El perdedor localizará rápidamente otra víctima y se sentirá instantáneamente apegado a ella en cuanto su vínculo contigo empiece a decaer.

- Cuando el perdedor empiece a cuestionar los cambios en tu comportamiento, admite confusión, depresión, anestesia emocional y toda una serie de reacciones aburridas. Esto establecerá la base para el fin de la relación.

Terminar la relación

Recuerda que el "perdedor" no acepta la responsabilidad, responde con rabia a las críticas y es propenso a reaccionar con pánico ante el abandono. Acabar la relación implica seguir con el mismo tema que en el desapego.

- Dile que te sientes emocionalmente anestesiado/a, confusa/o, no puedes sentir nada por nadie y quieres acabar la relación casi por su propio bien. Recuérdale que seguramente ha notado que algo va mal y necesitas tiempo para ordenar tus sentimientos y arreglar lo que está mal en ti. Aunque pueda resultar repulsivo, tendrás que decirle "no soy apropiado/a para nadie en este momento de mi vida". Si puede echarte la culpa a ti, tal y como haría si acabara él la relación, se alejará antes.

- Si le entra el pánico recibirás un aluvión de llamadas telefónicas, cartas, notas en tu coche, etc. Reacciona ante todas del mismo modo: un aburrido "gracias". Si reaccionas de forma exagerada o cedes, habrás perdido el control.

- Céntrate en tu necesidad de alejarte de la relación. No cedas ante las muchas ofertas que te hará, como veros con menos frecuencia, verlos sólo una vez a la semana, romper sólo durante una semana, ir juntos a terapia, etc. Siempre que el perdedor esté en contacto contigo, pensará que tiene una oportunidad de manipularte.

- El perdedor se centrará en hacerte sentir culpable. En cada contacto telefónico, escucharás cuánto te ama, cuánto ha hecho por ti, y lo mucho que se ha sacrificado por ti. Al mismo tiempo, te dirá lo mala persona que eres por traicionarle, por no darle una oportunidad para arreglar las cosas y humillarlo con la terminación de la relación.

- No intentes hacer que entienda cómo te sientes (no sucederá). Al "perdedor sólo le preocupa lo que siente él. Tus sentimientos son irrelevantes. Perderás el tiempo intentado hacer que te comprenda y él verá la discusión como una oportunidad para hacerte sentir culpable y manipularte.

- No te dejes engañar por repentinos cambios en su comportamiento o promesas de matrimonio, viajes, regalos, etc. En este momento ya has visto cómo es el "perdedor" normalmente. Aunque cualquiera puede cambiar por un corto periodo de tiempo, pronto volverá a su comportamiento habitual una vez que la crisis termine.

- Busca ayuda profesional o el apoyo de otras personas durante este tiempo. Necesitarás ánimos y orientación. Ten en mente que si el "perdedor" descubre que has buscado ayuda, criticará al consejero, terapeuta, o tu esfuerzo.

- No utilices términos como "algún día", "tal vez" o "en el futuro". Cuando el "perdedor" escuche esas posibilidades, pensará que te estás debilitando e incrementará la presión.

- Imagina una máquina tragaperras. Si estamos en las Vegas en una de estas máquinas y le damos a la palanca diez veces y no sucede nada, nos vamos a otra máquina. Sin embargo, si en el décimo intento, ganamos dinero, aunque sea poco, seguimos tirando de la palanca, penando que el gran premio está cerca. Si somos lo bastante estrictos y estables en nuestra decisión de terminar la relación durante muchos días y de repente ofrecemos una posibilidad o esperanza de reconciliación, la presión continuará. Nunca cambies de posición. El "perdedor" dejará de jugar a una máquina que no le da nada y se marchará a otra.

Protección

El perdedor nunca admite su responsabilidad o implicación en la relación. Desde una perspectiva psicológica, el "perdedor" ha vivido y se ha comportado de este modo durante toda su vida adulta. Al no verse realmente como equivocado o con un problema, puede pensar que su pareja está atravesando una fase. Su pareja (la víctima) puede estar temporalmente confusa, puede estar escuchando a la gente equivocada o puede estar enfadado/a por algo y lo superará pronto. El "perdedor" rara vez se distancia completamente y a menudo intentará seguir en contacto con su pareja incluso cuando la relación ha terminado. Algunas directrices de protección para esta etapa son las siguientes:

- Nunca cambies tu postura original. ¡Se ha acabado para siempre! No hables acerca de posibles cambios en tu postura en el futuro. Puedes pensar que eso cambiará al "perdedor" pero sólo le dice que existen posibilidades y que sólo hace falta un poco más de presión para que vuelvas.

- No aceptes verlo para hablar de viejos temas. Para el perdedor, discutir antiguos temas es un modo de molestarte, ponerte en guardia y utilizar la culpa para engancharte de nuevo.

- No le des detalles sobre tu nueva vida. Asegúrale que ahora tanto tu vida como la suya son privadas y que esperas que sea feliz.

- Si empiezas a sentirte culpable durante una llamada, corta enseguida. Mucha gente vuelve con malas relaciones principalmente debido a la culpa. Si escuchas esas llamadas, por ejemplo, gravándolas, verás que pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer que te sientas culpable.

- En cualquier contacto con tu ex pareja, proporciona solo un informe de estado, como harías con tu tía Gladys. Por ejemplo: "sigo trabajando duro y no juego mejor al tenis. Eso es todo"

-Cuando te diga lo difícil que ha sido la ruptura, comparte con él algunas ideas generales sobre las rupturas y la dificultad de encontrar la persona adecuada. Cuando el "perdedor quiera centrase en vuestra relación dile: "Bueno, romper es duro, salir con alguien es difícil en estos tiempos, pero seguro que al final encontramos personas que sean adecuadas para nosotros". Recuerda, nada personal.

- Mantén todo contacto corto y amable (cuanto más corto mejor). En lo que al perdedor respecta, tú siempre tienes algo que hacer: hay algo en el microondas o tu madre viene a hacerte una visita. Deséale lo mejor pero siempre con el mismo tono de voz que podrías utilizar con alguien que acabas de conocer en el supermercado. Haz lo que sea para hacer la conversación corta e impersonal.

Me enfado con facilidad
Hola, no me ha dado tiempo de reflexionar con tranquilidad sobre lo que has escrito, aunque me parece impresionante lo que puede dar de sí una cuestión cuando alguien sabe de lo que habla. No quiero justificarme, sino que quiero cambiar y ni si quiera sé si puedo. En cuanto a lo que has escrito sobre el perdedor creo que en mi relación anterior, ambos teníamos comportamientos del tipo "perdedor", en mayor o menor medida, lo que provocó un infierno de 6 años, para los dos, ojalá que no se repita jamás. El problema que tengo es el siguiente, mi pareja actual no tiene nada de eso, o por lo menos no lo parece, quizás al principio tenía algunas inseguridades pero cuanto más tiempo estoy con ella más veo lo buena persona que es y esas inseguridades cada vez desaparecen con más confianza y paciencia. El caso es que también cuanto más avanza la relación más veo en mi características de ese "perdedor" que retratas. A veces me justifico por la presión, el estrés o mi situación personal, laboral etc etc. pero lo cierto es que nada de eso se puede justificar, cada día parezco más susceptible y quiero saber si es posible cambiar y conseguir no ser como soy sé que antes no era así y sé que desde que estoy con mi pareja actual he mejorado, pero no lo suficiente.
No quiero hacerla daño ni que ande de puntillas como dices en tu explicación. Lo he vivido y es terrorífico, sólo sientes impotencia y rabia, pero sabes que no puedes hacer nada, no quiero que ella se sienta así, la quiero y no se lo merece. De veras ahora he tenido una gran suerte con esta persona y me planteo si deberíamos dejarlo, no sé cómo explicárselo si lo dejamos, ella me quiere y teme perderme, realmente creo que se equivoca, es una gran persona y tal como me comporto haría bien en alejarse de mí.
El caso es que creo que debería dejar la relación y no estar con nadie hasta conseguir cambiar y sentirme satisfecho de mí mismo que es lo que en realidad me falta, e ir a un psicólogo para que me ayude para dejar esa cólera que me domina casi por completo. No es que esté todo el día pero si parece que estoy buscando una escusa para saltar, en cualquier caso no he llegado a leer este artículo por casualidad. No quiero sentirme así pero sobre todo no quiero destruir a mi pareja.
Qué puedo hacer, qué me aconsejan.
Un saludo y gracias por su maravilloso artículo. Me alegro de que haya tantas personas que desean ayudar a los demás.

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