Buenas tardes a todos y gracias por las respuestas y ayudas.
Soy hombre de más de 30. Hace menos de un año que rompí una relación de 7 años, porque había dejado de querer a mi pareja, y porque me empecé a fijar en una persona de mi trabajo. Al poco de romper la relación, le dije lo que sentía a mi compañera, y ella me dijo que sentía lo mismo, pero que tenía miedo de empezar otra relación, porque también salía de una larga, y que además parece que fue bastante tormentosa. Como era inevitable, acabamos liándonos varias veces, pero a ella le entró miedo, ya que yo también empecé a querer más. Ella tiene muy claro lo que siente por mi, siempre me ha dicho que soy la persona con la que quiere estar, pero aún no era el momento para ella. Yo dejé el trabajo con la intención de que poner distancia, de no vernos tanto no fuera un agobio para ella. Pero desde entonces, apenas nos hemos visto, y siempre es a regañadientes. A mi me gusta muchísimo, sé que le he hecho sentir especial, que le gusto, y que algún día podremos acabar juntos. Pero últimamente lo empezaba a pasar demasiado mal. Me hacían daño sus negativas a vernos, su poca iniciativa a llamarme, a hacerme sentir especial.
En una de esas malas rachas me fui a otra ciudad, un fin de semana. Allí tengo muchos amigos, y sobre todo conozco a una chica desde hace tiempo con la que siempre ha habido atracción, pero nunca ha pasado nada, claro, porque yo tenía pareja. Pasamos todo el fin de semana juntos, pero sin llegar a liarnos. Sólo al despedirnos, nos dimos un beso tierno y me dijo que me iba a echar de menos. Me hizo sentir especial y por unos días me hizo olvidarme de mi antigua compañera.
Pero volví a mi ciudad y volví a recaer, volví a esperarla, a intentar sacar un minuto de su tiempo para vernos. Nos hemos visto un par de veces más, pero desde hace meses no ocurre nada más que promesas y planes de futuro (siempre por su parte). Intenté pedirle que nos fueramos juntos en Semana Santa, pero me dio miedo su más que posible negativa. Últimamente ya no espero nada de ella, pero me sigue gustando demasiado.
Así que me fui en Semana Santa, de nuevo, a la otra ciudad. Volví a ver a la otra chica, volvimos a pasar los días juntos, y esta vez sí que he vuelto más colgado de ella que antes. Me dijo cosas muy bonitas, me hizo volar alto.
Pero no sé que hacer, la chica de la otra ciudad es una persona maravillosa, y no se merece que esté jugando a dos cartas; pero es que mi antigua compañera de trabajo me tiene completamente loco. Aunque crea, ahora mismo, que me hace más daño y no es tan real como lo puede ser lo de la chica de fuera. No tendría problema en mantener una relación a distancia, pero me cuesta decidirme. Claro que no quiero probar con una y si sale mal, ir a por la otra. Diciendo esto está claro que debo pasar de mi antigua compañera e ir a por la de la otra ciudad...pero no es tan fácil, la llevo muy dentro.
No sé que hacer, y no quiero hacer daño a nadie.
Un saludo