Los españoles que tengan entre 22 y 30 años de edad podrán obtener, a partir de este 2008, una ayuda del gobierno de 210 euros al mes para alquilar una vivienda.
La medida busca apoyar a los jóvenes para que logren su emancipación en un país en el que miles siguen viviendo con sus padres hasta los 35 años.
"Es un paquete de medidas bastante completo, lo hemos valorado positivamente pues entendemos que va a mejorar la posibilidad de que los jóvenes accedan el mercado de alquiler", comentó a BBC Mundo Mario Esteban Ruiz, presidente del Consejo de la Juventud de España.
Pero la llamada "renta para la emancipación" tiene también sus detractores.
Desde el opositor Partido Popular, se asegura que se trata de una medida electoralista que excluye a los desempleados.
¿Y cuando pasan los 30?
También hay quienes aseguran que el rango de edad debería ampliarse, pues son las personas mayores de 30 años las que necesitan ayuda para su emancipación.
"Que un chaval de 22 años viva en casa de sus padres es lo más normal, pero que un chaval de 30 ó 34 siga viviendo con sus padres es lo que peor veo", comentó Carmen Heredia, una madre de familia que asegura que en España la tardía edad de emancipación responde más a factores culturales que económicos.
Heredia cree que si un joven quiere emanciparse lo hace de cualquier manera, lo que ocurre, dice, es que en España "no tenemos la tradición de que la familia deje que los hijos se vayan de casa".
Uno de los dos hijos de Heredia, Álvaro, dejó la casa paterna para irse a compartir con un par de amigos un departamento en un edificio ubicado a unos cuantos metros de la casa de sus padres.
Con casa y coche
Álvaro forma parte del movimiento "por la vivienda digna", que lucha para que el estado ofrezca a los jóvenes viviendas sociales en alquiler.
Él no está de acuerdo con lo que dice su madre, asegura que si los jóvenes no se emancipan es porque tienen la mentalidad de salir de casa de sus padres "con una casa comprada y un coche pagado".
"Los que quieren alquilar pueden hacerlo pero compartiendo, porque con los sueldos que se pagan en este país es casi imposible alquilar sin compartir", asegura Álvaro.
Álvaro y sus compañeros de departamento aún no han tramitado la renta para la emancipación, pero ya tienen los formularios y esperan muy pronto poder recibir la ayuda.
Una ayuda que a la larga "beneficiará a los propietarios", dice Álvaro, porque en unos meses subirán el alquiler y el dinero del gobierno terminará en sus bolsillos.
Según el Ministerio de Vivienda, la ley impide la subida de las rentas más allá del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
A la fecha, unos 450.000 jóvenes ya han solicitado la ayuda para la emancipación.