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El masaje en la pareja es el mejor y más dulce de los preliminares, por lo que os vamos a dar un consejo: tomar nota y practicarlo. En primer lugar, desterraremos la idea de que hay que ser un experto, porque no es cierto, solo necesitaremos mucho amor, ganas de que nuestra pareja disfrute con nuestras caricias, y un aceite para masajes, para ello os recomendamos un olor que os sea agradable a ambos: canela, vainilla, sándalo, o si sois golosos, probar un aceite comestible, que además de olor, darán sabor a vuestras pieles, también existen con efecto calor, que ayudará a combatir el frío o ayudará a subir la temperatura. Es importante elegir una hora en la que sepamos que no vamos a tener interrupciones y un lugar acogedor e íntimo, utilizando la cama o el suelo con los cojines necesarios. También podemos ayudarlo de una iluminación tenue y música de fondo. Hay que acariciar a la pareja con lentitud y delicadeza. Podemos empezar curvando los dedos como en un puño semiabierto, manteniendo la mitad de los dedos presionando la piel, y haciendo pequeños movimientos en círculo. Empezaremos por la espalada, siguiendo por los hombros y seguiremos así por todo el cuerpo. Muy importante, no debéis olvidar las manos y los pies. Todos tenemos muchas zonas eróticas, y debemos encontrarlas y detenernos en ellas, tocándolas con suavidad y presionando levemente, a la vez que realizamos algunos movimientos circulares para provocar sensaciones placenteras. Además acariciar con las manos, un masaje sensual puede incluir otros estímulos: como besar, lamer, soplar o la utilización de plumas y otras texturas que sean agradables al tacto. Bueno, después de esto, esperamos que hagáis todos los deberes, y aprendáis un poco más sobre vuestros cuerpo.