El experimento (relato ardiente)

Desperté y sentí un gran dolor de cabeza, no recordaba nada de la noche anterior. ¿Qué había hecho? ¿Dónde había estado? Me incorporé y fue entonces cuando me di cuenta de que no estaba sola, tampoco estaba en mi casa. Había 3 chicos durmiendo en la misma habitación en que yo me encontraba. Uno en mi cama y dos en otra. ¡¡¡¡Dios!!!! ¿qué ha pasado aquí? Todos estaban desnudos ¡¡¡yo también!!! Rápidamente atrapé la sábana que estaba en el suelo y me cubrí. ¿Hemos hecho una orgía y no me acuerdo? Me levanté sigilosamente y busqué el baño para calmarme. Una vez allí me inspeccioné a mí misma. Tenía algunos chupetones en el cuello, unos ¿tatuajes? que no eran míos en el vientre. Me alivió ver que eran dibujos pintados sin más. Seguí la inspección y casi se me desorbitan los ojos al notar que mi sexo y mi ano estaban doloridos. ¡¡¡Pero si no me acuerdo de nada!!! Empecé a sentirme rara. Yo que sólo había estado en mi vida antes con un hombre, parece que había montado una orgía con 3 tíos.

Me duché para tranquilizarme un poco y volví envuelta en una toalla a la habitación a buscar mi ropa.

La verdad es que dos de los chicos estaban de muy buen ver. Uno de ellos un morenito. Me empezó a entrar la curiosidad. Los tres estaban desnudos, los dos blancos estaban bocabajo. Pude apreciar aún así que uno tenía la zona del ano y perineo depilada. El chico de color estaba bocarriba, pero una sábana le tapaba el rabo. Sentí un hormigueo en mi sexo. Mmmmm me apetece vérselo. Fui hacia él sorteando un par de condones usados que había en el suelo. ¡¡¡Uyyy!!! No lo había visto antes. Me percaté de que había una cámara de video en un trípode. ¿Nos habrán grabado? Quise recuperar mi anterior interés antes de averiguarlo, así que me acerqué al morenazo que había allí tumbado y suavemente empecé a retirar la sábana. Mi corazón latía muy acelerado y empecé a lubricar... ¡¡No era lo que esperaba!! Claro, esperaba un rabo de 30 cm en erección, pero el chaval estaba durmiendo y su arma también.

Volví a fijarme entonces en la cámara. Me acerqué. No entiendo de cámaras, pero fácilmente vi que tenía una pequeña pantalla de unos 10 cm y un panel de botones como los de los reproductores de video. Quise saber que había pasado. Play.....

Lo primero que se veía era nada. Bueno más bien una espalda tapándolo todo. Se apartó la espalda y me vi en la cama. Sólo llevaba mis bragas y el sujetador. A mi lado uno de los chicos me toqueteaba y me pintaba los tatuajes y otro de pie se reía. No escuchaba nada, pero la cámara tenía algo que parecía a un micrófono. Mirando con detenimiento vi que unos grandes cascos estaban enchufados al aparato. Me los puse. Ahora se podía escuchar todo claramente. Cuando volví a mirar, el chico que me toqueteaba antes, me estaba besando ahora. Yo no parecía tan borracha como para no acordarme de nada. Hablaba y me reía con ellos y sobre todo me dejaba hacer. Entonces me pareció reconocer a uno de ellos. Un amigo de mi hermano, ¡¡ahh!! Recordaba haberlo visto esa noche en la discoteca. Ahí empezó todo. Pero no me importaba saber como había empezado, quería seguir viendo el desenlace. El chico negro que antes no estaba apareció. Llevaba unos boxers blancos muy ajustados. Tremendo está el chico. Detrás de la fina tela se le notaba un bulto mucho mayor de lo que había visto en directo un rato antes y el contraste de color le daba un toque muy erótico. Otro, ya estaba en pelotas y se puso de pie en la cama, con el miembro apuntándome a la boca. Me sorprendí a mi misma, con la naturalidad que me veía. Cogí lo que se me ofrecía y dejé que otro me quitara el sujetador. Al chico de color le llamaban BlackRocco. El que me desnudaba se llamaba Javi y el que tenía su rabo en mi mano Jacinto ¡¡Qué bueno estaba Jacinto!! Modelado en gimnasio pero sin pasarse, depilado de cabo a rabo y su rabo seguía en mi mano. Jugando con él, empecé a besuquearlo mientras Javi ya estaba quitándome las bragas.

Viendo todo aquello, me estaba poniendo bien cachonda y casi sin darme cuenta, se me iban abriendo las piernas.

BlackRocco (BR) se quitó lo poco que llevaba y dejó ver aquello. ¡¡Uff! Aún no estaba dura del todo y se veía mucho más larga y gruesa que la de Jacinto. Yo ya estaba chupando los huevos peladitos de éste, que me apartaba los pelos para verlo. Me puse a cuatro patas, bueno más bien tres, porque la otra sujetaba el rabo. Y Javi metió su cabeza bajo mi ch0ch0. BR empezó a meneársela.

Mmmm ya estaba bien húmeda viendo aquello y ya no era consciente de donde me encontraba, empecé a recordar a la vez que lo veía.

Comiéndole el rabo a Jacinto, Javi empezó a lamerme el c0ñ0 y casi no podía respirar, entre jadeos y acometidas del ariete en mi boca. BR ya estaba a pleno rendimiento, con un mástil impresionante de más de cerca de 25 cm sin duda.

Desde fuera podía ver como BR se acercaba por detrás a mí, pero la noche anterior, mientras Javi me hacía extasiarme y Jacinto me daba de comer, no pude percibirlo. Entonces BR se puso un condón, que no llegaba a cubrirle la p0lla entera y empezó a jugar en la puerta de mi cavidad. Empezó a meterla despacio, pues era bien gorda y yo empecé a gritar ¡¡ahhh!!. Javi no cejaba en sus lametazos. Con el cuarto de metro ya dentro de mi, creía que iba a reventar. La verdad es que me sentía tan llena y Javi lo hacía tan bien, que ya me estaba corriendo. Empece a dar gritos de placer como una posesa, pero ninguno de ellos paró. De repente Jacinto se corrió en mi cara, pobrecillo, lo había desatendido y había seguido el solo. Empecé a recoger el semen con mis dedos, para introducirlo en mi boca y gritando aún. Ese rabo me iba a perforar. Hubo un reposicionamiento entonces. El moreno se tumbó en la cama, yo me senté sobre y frente a él y Jacinto se puso detrás de mi de rodillas. Javi se puso a un lado. BR empezó a metérmela de nuevo y yo saltaba sobre él. No me entraba entera. Jacinto empezó a toquetearme el ano embadurnado en algún lubricante. Me introdujo primero un dedo y después se untó el nabo después de ponerse un condón. Al momento empezó a penetrarme el ojete. Mmmmm que bueno. Podía notar como las dos p0llas aunque por diferentes agujeros, chocaban por dentro. Era increible, nunca había sentido nada igual, estaba desplomada sobre el pecho de BlackRocco sin poder casi moverme, pero Javi hizo un esfuerzo por levantarme y sujetandome la cabeza me obligaba a chupársela. Era más bien difícil, porque con los jadeos no podía ni cerrar la boca. Pero el se masturbaba a la vez, metiéndome la puntita. Empezó él a gritar. ¡¡Me corro!! Y la sacó de mi boca para correrse en el pecho de BR. Me dijo: Chúpalo. Empecé a esparcir el semen por el pecho adornado de vellos rizados y empecé a mordisquearle los pezones. BR se emocionó al verlo y levantaba el culo para penetrarme más fuerte. Jacinto seguía a lo suyo y yo ya estaba en el corriendome de nuevo. Ahhh!!! Fue más fuerte que el primero y Jacinto al oirme, se dejó ir también por segunda vez. Tremendo, quedé rendida y me tumbé en la cama, pero no me querían soltar. BR aún no se había corrido y quería juerga. Se levantó de la cama y tiró de mi tumbándome bocabajo, hasta que mis piernas salían de la cama, se embadurnó también de lubricante acercándose a mi culo.

En el presente, viendo aquello se me abrieron los ojos como platos. Aquello no podía caber. De ver tanta escena de sexo donde yo era protagonista y gozaba brutalmente, estaba ardiendo de nuevo y empecé a acariciarme el c0ñ0 con la toalla.

En las imágenes se veía a BR ya atacándome por detrás. Despacio pero decidido empezó a empujar y para mi sorpresa empezó a meter su ariete. Yo gritaba, pero unos gritos un poco más dolorosos, aún así gustaba y haber tenido antes a Jacinto en mi cueva trasera permitía que ahora entrara Atila arrasando. Aquello dolía pero gustaba y tanto. Javi y Jacinto ya simplemente miraban. Yo empecé a estimularme el clítoris. El dolor iba desapareciendo, BR no podía introducir más que la mitad de su p0lla, pero esto le estaba gustando más aún que a mí. Cuando parecía que ya iba a terminar, la sacó, yo me giré mientras seguía masturbándome. Se quitó el condón y empezó a masturbándose ya corriéndose. Fue increible lo que pudo correrse el semental. Lanzó un primer chorro que me llegó a las tetas. Lo recogí para usarlo de lubricante en mi clítoris. Siguió echando una barbaridad y con esa visión me corrí por tercera y última vez.

De nuevo en el presente, sin darme cuenta, casi me estaba corriendo y también estaba jadeando. Miré hacia atrás y vi que Javi y BR me estaban mirando con el rabo entre las manos.....