Cuentos para disfrutar...
LECHE DERRAMADA SOBRE SU VIENTRE.
La seguí hasta la cocina y la abracé por la espalda, rodeando su cintura mientras ella ponía el agua a hervir y llenaba
una jarrita de leche para los cafés. Comencé besarme su cuello, a sabiendas de que a mí, cuando me besan en esa zona del
cuerpo, no respondo de mis actos. No lo puedo evitar, es una de las zonas más sensibles que tengo.
Ella se relajó bajo el peso de mí cuerpo. Sentí a través de la finisima tela de su vestido, en el inicio de sus nalgas
mi pene duro, enorme.
Apoyé mis manos extendidas sobre su bajo vientre y subiendo, acariciando cada poro de su piel entre el ombligo y sus pechos
parcialmente desnudos dado el generoso escote del vestido (no alcanzaban a verse los pezones, pero casi... ).
Entonces alargé una mano y cogía la jarrita llena de leche. Ella empezó a ensayar una sonrisa, nerviosa...
¿qué piensas hacer con eso!?
Shsssss...., calla, princesa...
Y derramé el cálido líquido blanco por su canalillo y por sus pechos, mientras que con la otra mano lo iba extendiendo por
la piel. Se estremeció ante aquella nueva sensación. Entonces le di la vuelta, para quedar frente a ella y, con mis manos
en su espalda y mis brazos apoyados a lo largo de sus costados, comencé a lamerme la leche de su piel,
tan pausadamente que se excitó más aún de lo que ya estaba, sintiendo mi lengua por entre sus suaves pechos...
ella cerró los ojos y echo la cabeza hacia atrás, extasiada, concentrándose en mis caricias. Le bajé un poco el empapado
vestido y alcancé uno de sus endurecidos pezones, delimitándolo con la punta de mi juguetona lengua.
Fue entonces cuando, sin alzar la cabeza, abrí los ojos y le descubrí.
Mi vecino de enfrente, de pie tras el enorme ventanal de su salón, tenía la mirada clavada en nosotros. Era un chico joven
de unos 30 y pocos años. Pensé que acabaría de ducharse o iría a hacerlo, porque solo llevaba una toalla atada a la cintura.
Mi primera reacción fue la de apartarnos de la ventana, pero entonces tendría que cortar la magnífica sesión de lametones
que nos estabamos regalando y eso sí que no. Además, me pareció excitante que mi vecino nos estuviera observando.
Sabiamos que él estaba allí y él sabía que lo sabiamos. Nos hicimos los locos y bajé los tirantes de su vestido
hacia abajo y con un coqueto movimiento ella hizo que cayera al suelo.
Ya había pasado a chuparle los pezones a la vez, sujetándole el pecho desde la base para mantener los pezones juntos, alargé a
ciegas la mano y cogí de nuevo la jarrita de leche. Entonces nos hacercamos suavemente hasta la mesa de la cocina e hice que
se tumbara, divertida, mientras que con la otra mano sujetaba la jarrita. Desde aquella posición mi vecino podría vernos mucho mejor.
Comencé a verter la leche sobre su cuerpo, su vientre, su sexo, observando maravillado su desnudez expuesta sobre la mesa de la cocina,
dándole la luz de media tarde directamente. Me imaginé siendo el vecino ... Mirando aquella maravilla gratuita
Luego me incliné sobre ella y, mientras daba cuenta de la leche derramada sobre su vientre, giró la cabeza hacia la ventana y
miró directamente a mi vecino, quien al ver que ella estaba observando, se quitó la toalla ceremoniosamente, como si se estuviera
dedicando el último toro de la tarde, y dejó al descubierto un enorme falo enhiesto, de una base oscurecida por el vello y
de una piel bronceada... pensamos que tomaría el sol desnudo y eso la excitó más..
Y así, comenzó a hacerse una monumental paja.
Ella mirando, embobada y cociéndose en su propio caldo por culpa tanto del espectáculo que se ofrecía ante sus ojos como
por los mis místicos lametones. Entonces puse la mano suavemente sobre su sexo y ya no pudo aguantar más.
Entre sollozos me pidió que la penetrara... me coloqué en el borde de la mesa, ella aún tumbada, con los brazos extendidos hacia
atrás y totalmente abandonada al placer, rodeando mi cintura con sus piernas. La mesa quedaba a la altura de mi pelvis,
por lo que, estando yo de pie, podía introducirle mi estaca perfectamente. Acaricié con la punta de mi pene sus labios vaginales,
buscaba y acariciaba su clítoris con el mismo... ahí le sobrevino el primer orgasmo.
¡¡ Yo me desesperaba, ya no podía más!! ... compadecida al verme tan mal, me la agarró y se apuntó con mi aparato, me sujeté de la cintura con ambas manos
y la introduje dentro de ella, calmadamente, haciéndole sentir cada centímetro de mi ... ..
Me miró y ya estaba extasiado ... le hice el amor como pocas veces. Sacaba mi pene casi por completo para luego volver a metérsela, esta vez más y más rápido,
con movimientos de pelvis secos y controlados. Mis embestidas la llevaron al extremo, justo en el momento en que vimos cómo
en el cristal de la ventana del vecino aparecían espesos y blancos chorros de semen que salían disparados de su pene para ir a estrellarse contra el frío cristal...
...
Ver también
Sí
hace tiempo ... lo tenía guardado para ofrecerlo
Sacar alguno del baul de los recuerdos!!
Besos!!
Pide más ...
jajajaj ... bueno, también espero tus aportaciones
Inspirame en el tema y crearemos uno para tí!!!
Besos
Ok!!!
no lo dudes, tengo una experiencia!! te la contaré!!!
Ok!!!
no lo dudes, tengo una experiencia!! te la contaré!!!
Basado en un hecho real ... para vos bellydancegirl
Nos conocimos en el chat. Después de horas hablando, el reloj se había fundido.
El día siguiente fué totalmente improductivo. Sólo pensaba en las teclas que tocaría al llegar a casa. Ella estaría esperandome.
No podía dejarme ahora. Sólo había sido una conversación (profunda), pero nada más ... nada más!!!
Efectivamente, con el corazón en el puño izquierdo, tecleaba con el derecho haciendo fluir mis palabras sobre el teclado.
En una semana ya hablabamos de cuando encontrarnos. Yo descubrí en un mapa donde estaba su ciudad y sólo teniamos que pner fecha.
cada día le pedía mil veces que viniera. Pasé a escribirle cartas escritas con la poca sangre que quedaban en mis venas superiores.
Me ponía a 100 pensar que hariamos al vernos. Teniamos claro como sería el prmer encuentro. Sería en el aeropuerto. Cada uno
con el rostro desconocido del otro grabado en la retina ...
Os evitaré los meses que nos pasamos explicandonos con pelos, señales y fluidos, lo que nos hariamos al encontrarnos.
En el vuelo desde Buenos Aires a barcelona venía un amor de teclado. No se me podían bloquear las manos en ese momento. Serían todas para ella
y su dulce piel (sería dulce??)
....
(to be continued)
Basado en un hecho real ... para vos bellydancegirl
Nos conocimos en el chat. Después de horas hablando, el reloj se había fundido.
El día siguiente fué totalmente improductivo. Sólo pensaba en las teclas que tocaría al llegar a casa. Ella estaría esperandome.
No podía dejarme ahora. Sólo había sido una conversación (profunda), pero nada más ... nada más!!!
Efectivamente, con el corazón en el puño izquierdo, tecleaba con el derecho haciendo fluir mis palabras sobre el teclado.
En una semana ya hablabamos de cuando encontrarnos. Yo descubrí en un mapa donde estaba su ciudad y sólo teniamos que pner fecha.
cada día le pedía mil veces que viniera. Pasé a escribirle cartas escritas con la poca sangre que quedaban en mis venas superiores.
Me ponía a 100 pensar que hariamos al vernos. Teniamos claro como sería el prmer encuentro. Sería en el aeropuerto. Cada uno
con el rostro desconocido del otro grabado en la retina ...
Os evitaré los meses que nos pasamos explicandonos con pelos, señales y fluidos, lo que nos hariamos al encontrarnos.
En el vuelo desde Buenos Aires a barcelona venía un amor de teclado. No se me podían bloquear las manos en ese momento. Serían todas para ella
y su dulce piel (sería dulce??)
....
(to be continued)
Continuación ...
Nos conocimos en el chat. Después de horas hablando, el reloj se había fundido.
El día siguiente fué totalmente improductivo. Sólo pensaba en las teclas que tocaría al llegar a casa. Ella estaría esperandome.
No podía dejarme ahora. Sólo había sido una conversación (profunda), pero nada más ... nada más!!!
Efectivamente, con el corazón en el puño izquierdo, tecleaba con el derecho haciendo fluir mis palabras sobre el teclado.
En una semana ya hablabamos de cuando encontrarnos. Yo descubrí en un mapa donde estaba su ciudad y sólo teniamos que pner fecha.
cada día le pedía mil veces que viniera. Pasé a escribirle cartas escritas con la poca sangre que quedaban en mis venas superiores.
Me ponía a 100 pensar que hariamos al vernos. Teniamos claro como sería el prmer encuentro. Sería en el aeropuerto. Cada uno
con el rostro desconocido del otro grabado en la retina ...
Os evitaré los meses que nos pasamos explicandonos con pelos, señales y fluidos, lo que nos hariamos al encontrarnos.
En el vuelo desde Buenos Aires a barcelona venía un amor de teclado. No se me podían bloquear las manos en ese momento. Serían todas para ella
y su duclce piel (sería dulce??)
....
llegó el día!!!! los preparativos en casa no los contaré, imaginad ... preparo mi cama y una de repuesto? ... ....
allí estaba, en la puerta de salida. El corazón me salía por la boca. Allí estab ella. Con la valija en el carro. Nos faltaban manos para agarrarnos,
brazos para abrazarnos, lavios para besarnos, lenguas para explorarnos ... Fué increible. habiamos pactado un polvo salvaje en el propio aeropuerto delante
de la tripulación. Debo confesar que nos cortamos. Fué en el baño. Sin dejar de mirarnos, encargamos a una compañera de viaje de ella que nos guardara
las maletas. Agarrados de nuestros cuerpos nos dirigimos al baño. Muy disimuladamente nos introdujimos en el baño de señoras.
Al cerrar la puerta nos precipitamos uno sobre el otro. Mi lengua no dejaba de acariciar su cuello, detras de su oreja ...
COn pasión desaforada le quité la blusa. Aparecieron sus peños tantas veces soñados. Sus pezones apuntaban directamente
a mis ojos. Caí rendido a su encanto. Chupando uno tras otro ella dejó caer la cabeza hacia atrás. La senté y quitandole los zapatos
veraniegos, empecé a bajar sus panatalones, que ella apresuradamente había desabrochado. Braguitas blancas ... lo que me faltaba. Mi pene ya no cabía
en mis pantalones. Ella lo notó, ya que tenía una mano entre mis piernas. Me intenté concentrar en aquella luz que desprendían sus braguitas ...
Noté la humedad entre sus piernas. Sin quitarselas empecé a frotarle el clitoris con mi dedo, pero mis rodillas no soportaron el peso de mi lengua
que se lanzó en caida libre a su entrepierna. Recorrí la autopista que llevaba desde su tovillo al la entrada del tunel más cálido
que jamás ví. Allí estaba con dos lavios abiertos y emanando un perfume totalmente seductor. Mi lengua se volvió loca. Estaba fuera de sí. Encontró
la flor del nectar infinito y empezó a lamer sin descanso. Para tomar aire, salía a la superficie, haciendo una excursión hasta su ombligo, pero lo
justo para no fallecer en aquel momento maravillos. Empezaron sus espasmos y tapandole la boca para no tener confiltos internacionales con los de
inmigración tuvo un tremendo orgasmo vaginal. El primero a este lado del charco. Cuando se recupero a base de
mis lavios llenos de nectar divino, me apartó brutalmente sobre la puerta. Me bajo los pantalones con gran maestría y ante ella
apareció el mismisimo obelisco que había dejado 13 horas antes allende de los mares. Tenía las venas inchadas y los testiculos
apretados. Llevo su boca a la punta y con delicadeza, pero firmeza empezó a chuparmela. Humedeciendo con su saliva todo mi pene
fué subiendo y bajando, a un ritmo cada vez más armonioso, la piel que recubría mi propio ser. Sín dejar de hacerlo, introdujo
mis testículos en su boca. Lo que más me ponía, era esa mirada que de vez en cuando hacía hacia mi cara. Verla con mi verga entre sus manos,
manos que hasta hacía unos minutos simplemente eran soñadas ... mmmm. Mientras tenía esta visión, un tremendo estremecimiento
se produjo dentro de mí. Una brutal eyaculación, que me catapultó contra la pared, se desparramó sobre la flor de su boca. Quedó
enblanquecida. Sólo su lengua rosada aportó color a su boca. Nos fundimos en un fuerte abrazo y nos presentamos formalmente.
Vamos como hace todo el mundo que acaba de conocerse ...
Podeis imaginar la cara de tontos que teniamos en el viaje de vuelta del aeropuerto a casa. Ese día no empezó la visita turística por Barcelona ...
lo dejamos para la mañana siguiente después del croissant, zumo y unos polvos mañaneros más
Besos
Tienes alguno pendiente?
Te planteas algún encuentro ...
Si quieres un consejo, y quieres dejarte llevar ... ponte a 100%, fuerza la máquina antes ... excitate con la idea día a día. Cuando llegue el momento, ves a tope ... jajajja
Una de dos o triunfas como una capeona, o la leche q te das será!!!
No, ahora fuera bromas ... si crees que te gusta haz lo que te digo
Suerte ...
Para más relatos, pide, inspirame, y me dedicaré con cuerpo, alma, y ... lo que sea
Muy bueno
Gracias por el regalo
Lo mio fué así!!!
Nos conocimos en el chat ... bla, bla, bla ...
Llamadas telefónicas y bufff ... el resto, bueno el inicio, ya los sabes
Tendré que contarte ...
El mes siguiente al encuentro del aeropuerto, relatado con anterioridad fue impresionante. Como podeis imaginar, mi dedicación fué absoluta. No tenía vacaciones, pero podía disfrutar de salir pronto del trabajo. Fué un duro mes en el trabajo, lo digo por las ojeras.
El primer fin de semana teniamos muchas cosas que descubrirnos. Un amigo me ofreció su casa en la montaña. Por supuesto, como hariais todos vosotros, la rechacé ... Una leche, nos fuimos de cabeza. Una casita en un pueblo frio de la montaña. Que mejor lugar para estar. Lo más lejos a tu lado, nos dijimos. Los primeros 10 minutos despues del primer polvo de inaguración, nos dedicamos a cargar la chimenea (el hogar para algunos de vosotros) de leña. Prender fuego y olvidarnos de que existía. Sobre la manta puesta delante del hogar, nos tumbamos, o mejor dicho enredamos nuestros cuerpos mientras nos ardiamos por dentro y por fuera. Muy al estilo romantico, tuve que apartar su boca de la mia para poder mirarnos a los ojos. Lo deje, preferí no verla y sentir su humeda lengua dentro de la mia. El calor exterior e interior iba subiendo. Sin dejar de comerme la lengua se lanzó de nuevo sobre mi pantalón. Ya no tenia sentido el seguir llevandolo. Supongo que penso ella. Yo lo sabia hacia rato. Mi pene no cabia allí dentro. Al desabrochar los primeros botones, salió disparado mi pene hacia ella. Con un movimiento digno de un cirujano, lo agarró al vuelo y se lo introdujo en la boca. Mi cara quedó mirando las llamas. Y por debajo de mi cintura se prendia un nuevo fuego. Su boca intentó sofocar el fuego con saliba. Humedeciendo todo el tronco de arriba abajo. Una mano sobre mi culo y la otra acariciandome los testiculos, empezó con unos ritmicos movimientos a masturbarme sin dejar de clavarme su mirada, escrutando mis sentidos. No podía sopotar más aquello. Las venas de mi pene iban a explotar. Sujetando su cabeza la levante hasta encontrarnos boca con boca. saboree mi propio jugo y ella sin más dilación me suplicó que la penetrara. Tumbada boca abajo sobre la manta levanto su culito ofreciendome la flor más deseada por cualquier principe azul. No me hizo falta humedecer su vagina, desprendia todo gusto. Introduciendo varias veces mi lengua entre su raja bebí el nectar y frotando mi torso contra su espalda agarré suavamente su cuello. Clavé mi pene suavemente. Varias penetraciones suaves y una más profunda. varias más suaves, dos más profundas ... podía oir su gemido interno. Ardía por dentro. Notaba su llama interna encendida. Mientras besaba su cuello y los alrededores de su oreja empecé a forzar el ritmo y la profundidad de mis penetración. Creí alcanzarle el corazón cuando gritó como un posesa, apretó sus nalgas y me prohibió moverme. Seguia con unos fuertes espasmos durante unos segundos ... con una cara de satisfaccion jamas vista por mi, sin girarse agarró mi pene en ebullición y empezó a sacudirlo con delicadeza, pero firmeza. En dos segundos se produjo la ignición. Toda la leche se esparció sobre su espalda, cuello, pelo, e incluso sobre el fuego de la chimenea. Tumbado sobre su espalda me humedecí con mi propia leche, esparciendosela sobre todos los poros de su piel.
A los 20 minutos despertamos abrazados y empapados en miel.
continuará ...
Continuación ...
Nos conocimos en el chat. Después de horas hablando, el reloj se había fundido.
El día siguiente fué totalmente improductivo. Sólo pensaba en las teclas que tocaría al llegar a casa. Ella estaría esperandome.
No podía dejarme ahora. Sólo había sido una conversación (profunda), pero nada más ... nada más!!!
Efectivamente, con el corazón en el puño izquierdo, tecleaba con el derecho haciendo fluir mis palabras sobre el teclado.
En una semana ya hablabamos de cuando encontrarnos. Yo descubrí en un mapa donde estaba su ciudad y sólo teniamos que pner fecha.
cada día le pedía mil veces que viniera. Pasé a escribirle cartas escritas con la poca sangre que quedaban en mis venas superiores.
Me ponía a 100 pensar que hariamos al vernos. Teniamos claro como sería el prmer encuentro. Sería en el aeropuerto. Cada uno
con el rostro desconocido del otro grabado en la retina ...
Os evitaré los meses que nos pasamos explicandonos con pelos, señales y fluidos, lo que nos hariamos al encontrarnos.
En el vuelo desde Buenos Aires a barcelona venía un amor de teclado. No se me podían bloquear las manos en ese momento. Serían todas para ella
y su duclce piel (sería dulce??)
....
llegó el día!!!! los preparativos en casa no los contaré, imaginad ... preparo mi cama y una de repuesto? ... ....
allí estaba, en la puerta de salida. El corazón me salía por la boca. Allí estab ella. Con la valija en el carro. Nos faltaban manos para agarrarnos,
brazos para abrazarnos, lavios para besarnos, lenguas para explorarnos ... Fué increible. habiamos pactado un polvo salvaje en el propio aeropuerto delante
de la tripulación. Debo confesar que nos cortamos. Fué en el baño. Sin dejar de mirarnos, encargamos a una compañera de viaje de ella que nos guardara
las maletas. Agarrados de nuestros cuerpos nos dirigimos al baño. Muy disimuladamente nos introdujimos en el baño de señoras.
Al cerrar la puerta nos precipitamos uno sobre el otro. Mi lengua no dejaba de acariciar su cuello, detras de su oreja ...
COn pasión desaforada le quité la blusa. Aparecieron sus peños tantas veces soñados. Sus pezones apuntaban directamente
a mis ojos. Caí rendido a su encanto. Chupando uno tras otro ella dejó caer la cabeza hacia atrás. La senté y quitandole los zapatos
veraniegos, empecé a bajar sus panatalones, que ella apresuradamente había desabrochado. Braguitas blancas ... lo que me faltaba. Mi pene ya no cabía
en mis pantalones. Ella lo notó, ya que tenía una mano entre mis piernas. Me intenté concentrar en aquella luz que desprendían sus braguitas ...
Noté la humedad entre sus piernas. Sin quitarselas empecé a frotarle el clitoris con mi dedo, pero mis rodillas no soportaron el peso de mi lengua
que se lanzó en caida libre a su entrepierna. Recorrí la autopista que llevaba desde su tovillo al la entrada del tunel más cálido
que jamás ví. Allí estaba con dos lavios abiertos y emanando un perfume totalmente seductor. Mi lengua se volvió loca. Estaba fuera de sí. Encontró
la flor del nectar infinito y empezó a lamer sin descanso. Para tomar aire, salía a la superficie, haciendo una excursión hasta su ombligo, pero lo
justo para no fallecer en aquel momento maravillos. Empezaron sus espasmos y tapandole la boca para no tener confiltos internacionales con los de
inmigración tuvo un tremendo orgasmo vaginal. El primero a este lado del charco. Cuando se recupero a base de
mis lavios llenos de nectar divino, me apartó brutalmente sobre la puerta. Me bajo los pantalones con gran maestría y ante ella
apareció el mismisimo obelisco que había dejado 13 horas antes allende de los mares. Tenía las venas inchadas y los testiculos
apretados. Llevo su boca a la punta y con delicadeza, pero firmeza empezó a chuparmela. Humedeciendo con su saliva todo mi pene
fué subiendo y bajando, a un ritmo cada vez más armonioso, la piel que recubría mi propio ser. Sín dejar de hacerlo, introdujo
mis testículos en su boca. Lo que más me ponía, era esa mirada que de vez en cuando hacía hacia mi cara. Verla con mi verga entre sus manos,
manos que hasta hacía unos minutos simplemente eran soñadas ... mmmm. Mientras tenía esta visión, un tremendo estremecimiento
se produjo dentro de mí. Una brutal eyaculación, que me catapultó contra la pared, se desparramó sobre la flor de su boca. Quedó
enblanquecida. Sólo su lengua rosada aportó color a su boca. Nos fundimos en un fuerte abrazo y nos presentamos formalmente.
Vamos como hace todo el mundo que acaba de conocerse ...
Podeis imaginar la cara de tontos que teniamos en el viaje de vuelta del aeropuerto a casa. Ese día no empezó la visita turística por Barcelona ...
lo dejamos para la mañana siguiente después del croissant, zumo y unos polvos mañaneros más
Besos
Bonita forma...
... de describir la pasión.
Gracias deleitarnos con este añadido.
¡que pena de esperma!
he leido tu cuento y esta muy bien pero lo que me da pena es el desperdicio tan grande que hay de semen en tu cuento.La leche hay que bebersela calentita no derramarla.¡ciao! ah escribe mas cuentos pero ya sabes cariño...
Mássssss ...
durante largos años seguimos nuestro romance ... y tuvimos nietos ...
Nooooo! nos hemos ido visitando ... cruzando el gran charco ... hoy a este lado mañana al otro, pero cada encuentro a sido un derroche de adrenalina
...
Coincidencias del destino ...
La verdad es q creo q fué cosa del destino ... no se cual, pero ...
nos vemos en el msn jatorrr@hotmail.com