En respuesta a jehan_7865779
Depende
No dudo que tú hagas todas esas cosas y con la mejor de las intenciones. Seguro que es cierto. Pero también hay más "versiones" dentro de la amistad. Un amigo quizá no te quite las ilusiones, como tú dices, o quizá sí. Te pongo un ejemplo:
Si yo estoy CONVENCIDA de que un amigo muy querido está cometiendo un error que le puede hacer mucho daño, se lo digo. Precisamente porque le quiero y porque la amistad se debe basar en la confianza. Pero, ojo, que yo le dé mi opinión no implica que me enfade con él si decide no hacer caso a mi consejo. Porque él tiene derecho a elegir sobre su vida. Si luego resulta que su elección sale bien, yo me siento aliviada y lo celebro a su lado. Si le sale mal no recurro al "ya te lo advertí!", sino que me quedo a su lado y le ayudo en su decepción.
Los amigos no se chantajean emocionalmente, ni se cabrean cuando se les dice la verdad (aunque también hay que tener tacto para decirla, claro!) Una amistad fuerte acepta la sinceridad, y la acepta por ambas partes (yo también acepto cuando un amigo me dice: "creo que te equivocas"). Pero sinceridad no implica pasarse de la raya, ni meterse en la vida del otro. También hay que saber respetar espacios. Un amigo no puede ser un policía que te siga a todas partes, que pretenda saber TODO de ti, que te pida explicaciones. Hay que dejarse respirar. Muchas amistades se estropean por celos ("por qué ha quedado con Fulanita y a mí no me ha llamado???" Pues porque hoy le apetecía ver a Fulanita, simplemente. Los amigos no tenemos que estar juntos todos a todas horas. Nuestros amigos tienen otros amigos además de nosotros, y tienen derecho a dedicarles tiempo. Nosotros también tenemos derecho a ver a quien queramos, sin que nadie nos monte una escena)
Los celos entre amigos son tan peligrosos como los celos de pareja, o casi. Amistad es ante todo respetarse. A veces no hay que "estar siempre ahí". Es que a veces hay que "no estar" cuando el otro te pide espacio. Un amigo debe tener la suficiente confianza contigo como para llamarte y decirte: "necesito unos días para mí, tengo que pensar en muchas cosas". Y que tú le respondas: "perfecto, ya sabes dónde estoy si me necesitas". Y no enfadarse si no te quieren dar más explicaciones. Y al cabo de esos días, alegrarse cuando suena el teléfono y seguir con total normalidad. Y, claro, que tú puedas hacer lo mismo llegado el caso. Creo que la amistad parece más fácil de lo que es, hay que trabajarla en muchos sentidos. Con estas reglas yo mantengo las mismas amistades hace 15 años, no me puedo quejar.
Piensa en estas cosas, quizá alguna te sirva, o quizá no. No se me ocurre qué más aconsejarte.
Suerte!
Gracias mujer
creo que encontré la causa del problema, por que siento que exijo mas de lo que me ofrecen y siempre quiero exclusividad...
con tus palabras tratare de mejorar..
besos..
Jennys
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