En respuesta a wilton_6360838
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Lo he visto hoy en un diario.
El vaginismo consiste en una contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina. Cada vez que se intenta una penetración, el orificio vaginal se cierra con tal fuerza que hace imposible la relación coital por el dolor que produce.
Aún no siendo una de las disfunciones más frecuentes sus características hacen que sea uno de los problemas que tardan más en detectarse.
Conviene diferenciar tres tipos de conductas relacionadas con la penetración:
* La que consiste en un espasmo inconsciente casi siempre acompañado de deseo sexual, relaciones sexuales alternativas a la penetración muy satisfactorias y ningún recuerdo sobre el origen de la dolencia, que no permite ningún tipo de introducción, ni tampones, ni exámenes ginecológicos ni el propio dedo de la paciente.
* La que esta asociada a miedo, miedo a la penetración, al dolor, al embarazo etc., que permite algún tipo de introducción, que se activa con algún otro síntoma como sequedad vaginal y ansiedad y que pude producirse a la vista del pene.
* Y el dolor durante la penetración que no remite y que suele estar perfectamente localizado en alguna zona de la vulva.
Las dos primeras suelen tener una causa psicológica en la mayoría de los casos como miedos asociados a la respuesta sexual, violación o vejaciones sexuales, y la más frecuente de todas: una demasiado escrupulosa educación en lo referente a la higiene genital o al control de esfínteres.
El dolor coital tiene en la mayoría de las veces una causa médica como haber padecido algún tipo de infección por hongos, tener un himen rígido, el útero desplazado de su lugar, una endometriosis (que consiste en el desplazamiento de tejido del endometrio a algún lugar del aparato genital interno o de la cavidad abdominal), o algo tan sencillo como unas hemorroides o la cicatriz de una episiotomía (que es el corte que a veces dan los ginecólogos durante el parte para que salga más fácilmente la cabeza del bebé).
Es importante que tanto las mujeres como sus parejas sepan que tanto el coito vaginal como la inserción de tampones o los exámenes ginecológicos no tienen por qué ser dolorosos ni siquiera molestos. Si lo son, debe de investigarse la causa acudiendo a un profesional.
No es este un problema que pueda resolverse en casa por muy buena voluntad que se tenga. Pero en los casos leves pueden usarse los ejercicios de Kegel (contracción y relajación de los músculos perivaginales), además de una adecuada información sexual.
Pero nunca insistiremos demasiado en la necesidad, tanto en este caso como en cualquier otro, de asistir a la consulta de un buen profesional de la salud.
Espero que te sirva.
Saludos