El Tsunami de Cadiz.
Era el 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos de 1755. Los habitantes de Lisboa se disponían a celebrar la fiesta del día cuando de buena mañana a las diez menos diez notaron un terremoto, que posteriormente sería secundado por otro a las 10 horas y otro a las 12 horas. Su epicentro estaba en la falla Azores-Gibraltar, a 37 grados Norte y 10 grados Oeste.
Algunos minutos antes de las 11 de la mañana en la localidad andaluza de Cadiz los habitantes no daban crédito a sus ojos cuando vieron un extraño fenómeno, el mar "se retiraba ante sus ojos!!!". Era como si se estuviera secando. A simple vista se veía a diversos animales de la fauna marina que se habían quedado en seco.
Pero afortunadamente el gobernador de la plaza, que era una persona culta e inteligente, se dio cuenta de lo que significaba aquel fenómeno (que ya me extraña a mi que lo supiera)aparentemente tan inocente y hasta divertido para algunos.
Rápidamente y sin perder un momento mientras el mar seguía sin volver y como perdido para siempre ordenó el cierre inmediato y evacuación de las murallas de la ciudad. Aquella medida salvó un número incalculable de vidas, pues poco después de las 11 de la mañana una gigantesca ola sísmica, llamada por los entendidos "tsunami", provocada por el terremoto de una hora antes, caía sobre Cádiz invadiendo las aguas la ciudad.
Unos cinco minutos después caía otra ola sobre la ciudad y posteriormente tras retirarse el mar nada menos que ¡¡dos kilómetros!! hacia dentro volvía otra gigantesca ola de 35 metros de altura que se lo llevó todo por delante.
La brutalidad de las olas fue tal que cuentan remontaron el río Guadalquivir y llegaron hasta la ciudad de Sevilla ni más ni menos. La destrucción fue increíble con numerosos muertos.
En Portugal también sufrieron el efecto de la ola gigante y en San Vicente, tras retirarse el mar más de dos kilómetros y medio hacia dentro, volvió en forma de ola gigantesca y el mar subió 60 metros por encima de su nivel habitual. En Motinhal y Lagos el mar entró unos tres kilómetros en tierra firme, destrozándolo todo a su paso y en numerosas otras zonas las aguas subieron 30 metros por encima de su nivel habitual. En Lisboa hubo más de 4000 muertos y la ciudad quedó destruida. La ola siguió causando víctimas hasta en el Norte de África y llegó incluso a Francia.
Desde luego no me digáis que no tiene que ser impresionante verte venir una muralla de agua de ese calibre cuando previamente el mar se ha retirado de tu vista.
Impresionante, dicen que muchas personas mueren porque cuando va a venir una ola de este tipo se confían al ver la retirada del mar. Pues imaginen lo que tiene que ser verte venir una ola de más de 200 metros de altura sobre ti, como dicen que fue la que destruyó la antigua cultura mediterránea minoica. En pocos minutos a más de 150 kilómetros por hora de velocidad e insisto con más de 200 metros de altura destruyó hasta los cimientos, los palacios y ciudades del norte de la isla. Festos y Aghia Triada, situadas al sur y Cnosos, en el interior, fueron arrasadas además por el subsiguiente terremoto y sepultadas en cenizas.
Y por cierto, en mi tierra no creo que ahora mismo llegue un Tsunami "de esos", pero a juzgar por el frío y el viento que hace ahora mismo seguro que será un Tsunami aéreo, claro, a esto se le llama huracán, en finsssssss, nos pondremos la bufanda en pleno agosto saludines...............!!!!!!!!!!