Amigas y amigos, queria dame a conoser en el foro porque solo hasta ayer en la noche buscando por la red encontre este sitio y me gusto mucho.
YO quisiera compartir una poesia escrita por mi persona, no critique muchos mis errores ortograficos, pues no soy escritor, asepto todo tipo de opiniones y puntos de vista.
Tambien quisiera hacer todo tipo de amistades, intercambiar de todo y conocer gente.
Solo voy a poner la primera parte de mi poema, si les gusta escribire la parte o partes siguientes, ustedes deciden.
TEMORES DESNUDOS EN LA OSCURIDAD
De nuevo, levitando en el sendero,
el cual me conduce inevitablemente
al confín de tus ojos negros;
pues en tu ser reposa el calor de mi alma,
en busca de una vida más para consumir en mis deseos
y en tus rostros, los cuales no comprendo
pero al momento de tenerte frenéticamente,
en la lucha con la oscuridad que nos acompaña te veo,
y comprendo que es algo prohibido,
y que no debemos estar en éste cuarto
donde el tiempo y la misma noche nos embrujan,
hasta lograr después de un instante de un sueño gris
el eco de tus labios, rozándose con los míos,
sintiendo, como descansa tu aliento en mi aliento
y como en un susurro te detienes y me ves,
no se como, pero con un simple gesto de tu mirada,
desnudas mis temores y mis rencores,
y no puedo pues he perdido la lucha
y el control en mi y en el silencio
del viento te abrazo fuerte sin dejarte ir,
como queriendo fusionar nuestros cuerpos
y te bese y acaricie tu cuello de marfil,
te rendiste a mi como quien doma
un animal salvaje y libre,
baje lentamente, rosando con mi rostro tus pechos,
los cuales temblaban ante la poca luz,
de la solitaria vela, que era el vigilante
de aquel teatro de misterios.
No dejabas de mirarme, con la profundidad del océano,
mientras yo en mi deseo desabrochaba tu blusa ligera,
siendo el primer testigo de la hermosura de tus pechos,
mientras mis manos se convirtieron en palomas,
las cuales cursaban por tus montañas, de blanca nieve,
al sentir la suavidad de tu piel, mi corazón galopo
como si fuere mil caballos indomables
precipitándose al fin del mundo,
me embarqué en un velero
navegando por los mares de tu cintura,
y encallé en el hoyo de tu ombligo con mi lengua,
mientras te retorcías por las cosquillas
que te provocaba mi poca barba,
y recuerdo en lo más profundo de mi silencio el olor de tu piel,
tu calor y tu humedad, como si repitiera la escena
en mis sueños de serena evocación.
Baje hasta donde ya no pude avanzar,
obstaculizado por la muralla tú de pantalón
un obstáculo infinito e imposible de evadir, solo con
fin de la parte primera