Hola, tengo un dilema. El año pasado me diagnosticaron de trastorno límite de la personalidad, aunque siempre he tenido problemas de salud mental desde que tengo uso de razón. He tomado antes fluoxetina para la depresión, y aunque me ayudaba a no sentir "que me quería morir", tampoco tenía muchas ganas de vivir. Yo le llamo "estado robot". No molesto a nadie, ni hago feliz a nadie tampoco. He mirado opiniones de otras personas, y creo que no estoy sola en esto, le pasa a más gente. No quiero anular mi personalidad, cuando estoy bien, no soy una mala compañía, todo sea dicho....
Intenté terapia el año pasado, y aunque me iba bien, pues por ciertas dificultades lo acabé dejando. Mi pareja también dejó el grupo de familiares, y no mostraba interés por aprender nada de mi enfermedad. Él dice que no es psiquiatra, que lo siente, pero que no puede hacer nada por mí. Además, se frustra mucho cuando yo estoy mal, me deja de hablar, me dice que yo debería ser feliz, que mueva el culo y haga algo. Que deje de pensar tanto, que deje de comer compulsivamente. Que aburro ya, siempre lo mismo.... Lo peor, me deja de hablar hasta que yo exploto, toco fondo, y poco a poco me recupero. Entonces sí está ahí, cuando estoy bien.
Me miente a menudo, no sólo él, sino toda mi familia para, ahora entiendo, evitar mis estallidos. Obviamente, no confío en nadie, pero con razón, ya que me mienten. A su vez, con razón, ya que yo no soporto la verdad.... un círculo horrorosamente vicioso y cruel que me está destrozando la vida.
Mi dilema es: Hasta qué punto debo sentirme defraudada por mi pareja al no querer-poder ayudarme a buscar alternativas o apoyarme? él parece convencido de que tomar pastillas es lo único que puede hacer nuestra vida, y sobre todo la de nuestros niños pequeños más llevadera... Por mis hijos sí que estoy dispuesta a renunciar a mi personalidad, pero ¿es que no hay otra opción?
¿Debo sentir que me están programando a modo robot para que deje de dar problemas?
Siento que, al volver a la fluoxetina, estoy cometiendo suicidio mental y personal. No quiero morir. Quiero ser yo. Mi yo bueno. ¿No es posible?
Gracias, perdón por haberme extendido tanto.
Verónica.