Toda mi vida he sido una persona muy gentil y alegre, y de apariencia, de apariencia soy alguien regular, no me considero alguien feo ni alguien excepcional sino un chico normal, que solo soñó con alguien que lo quiera.
Este amor ha sido algo que siempre he deseado, y doy lo imposible para conseguirlo.
A lo largo de mi vida he vivido rechazos de todo tipo, pero me centrare dos semanas atrás, en una historia que gira en torno a una chica, con quien salí desde principios de año; Desde la primera cita tuve la precaución de que nada saliera mal, para poder tener la gracia de encontrarnos una segunda vez, y funciono!, salimos de nuevo y después regularmente, con ella ya veía algo materializable, se volvió muy importante para mi y pensé que por fin había encontrado a mi media naranja.. Pero el desengaño es una de las cosas más dolorosas de esta vida.
A pesar de que nunca me permitió un solo beso yo era positivo, ella me llamaba para salir y eso me hacia feliz y daba a mi existencia algo que no era desprecio o vejaciones. Muchas veces salimos y le plantee el hecho de que fuéramos novios a lo cual siempre recibía largas a las que yo aceptaba debido al terror de poder perder lo poco que había avanzado, las frases "no estoy lista" y "veremos mas delante" eran palabras cotidianas en nuestras salidas
Amaba que nos vieran juntos y llegue a quererla mucho, tanto que la incluía en mis conversaciones familiares, mi familia por fin ya no me veía con lastima y se alegraba de mi satisfacción por contarles con alegría sobre ella, mis parientes hombres igualmente les dio dicha escuchar que saliera con alguien ya que, al nunca poder hablar de alguna compañera comenzaron a pensar que era homosexual, nada más alejado de la realidad, la realidad que siempre me negó algo tan básico como es ser amado. Todo esto cambio en un solo día, y de verme jovial y contento con la vida pase a ser alguien gris; No me pudieron hacer mas daño ese día.
El día en cuestión fue un día típico, era sábado y teníamos comida familiar, ese día también cumplía años uno de mis primos, que mejor ocasión de poder presentar con mi familia a la dueña de mis dichas, pensé; algo muy equivocado y ... de mi parte ahora que lo pienso.
Ese día por la mañana la llame y con mucho gusto me confirmo. Me sentía feliz, mi familia es algo muy importante para mi y presentar a mi enamorada lo veía como un hecho muy significativo en mi vida
Justo antes de la fiesta le volví a llamar para pasar por ella, ella, con mucha pena me cancelo, aunque luego de expresarle mis ganas de que estuviera allí me dijo que había tenido problemas con su mama y no podía dejarla así para ir a una fiesta, pero como un rayo de esperanza me dijo que era probable que lo suyo se resolviera y pudiera ir a la comida, me dijo en pocas palabras que ella llegaba.
Mientras tanto en la fiesta, ayude con todo lo que pude, me arregle para la ocasión y de paso le conté a mi hermana sobre a quien llevaría.
Empezó el gran evento y fueron llegando invitados, entre los cuales no se veía ella, al pensar que no iría me senté resignado a comer, pero a los pocos minutos sonó el timbre y ante mi conformidad pensé que era un invitado más, a lo cual mande a mi hermana a recibir, sorprendentemente era ella, se veía hermosa y sonriente ademas de presentarse con toda la gracia de diez mundos con mi familia, y bueno, como presentían esta historia no acaba en un felices para siempre, por lo menos no conmigo; Ella llevo a su novio.
Yo no lo podía creer todos me miraron para saber como iba a reaccionar, al principio pensé que era una broma pero fui desmentido unos segundos después cuando se voltearon y él, entre risas le robo un beso, me quería morir, mi mama evitando las descortesías pero aun sabiendo de mi vergüenza los sentó en una mesa apartada a donde estábamos, regreso y me abrazo, en ese instante sin querer se me fue una lagrima, no se si fue de enojo, tristeza o frustración, lo único que quería era irme a mi casa y que nadie más me viera, al instante de llorar pude mirar que el novio volteo a verme con una risa deforme, ella lo siguió y mirándome entre susurros y pequeñas carcajadas se dieron otro beso, esta vez mucho más largo, no concebía su maldad conmigo, ¿porque ella lo hizo?, nunca lo sabre, pero algo era claro y es que yo no merecía eso.
Dentro de mi se prendió un fuego de ira que solo podía ser saciado al golpearlos y poder de alguna manera sacarle otro diente al tipo que ademas de problemas dentales tenia perfecta idea de lo que me estaban haciendo, fui directamente hacia el y lo levante del cuello, al ser un chico pequeño no me causo ningún trabajo, pero al ver esto mi tío, nos separo y me dijo que no podía pelearme frente a todos
Yo con una rabia tremenda tome una botella de ron, mis llaves y me fui corriendo, llegue a mi casa pensando en lo peor, pensando donde podía encontrarlos para de alguna forma buscar redención, incluso llegue a pensar en matarme por la desesperación que tenía, me odie profundamente, afortunadamente llego mi hermana y mi mama a darme un poco de consuelo y evitar cosas irreparables, llore, llore mucho; Después, al no tener mas lagrimas me sentía agotado lo único que quería era dormir.
Desde ese momento soy alguien diferente, quise contarlo acá para que se den cuenta el daño que nos hacen con sus decisiones, quizá conmigo no haya más remedio pero afuera hay millones de chicos que solo quieren eso, a alguien que los ame.
Por favor valoren lo que hacemos por ustedes, son nuestro mundo y cuando nos faltan no somos nada. Un saludo y hasta luego.
'Todos merecemos ser amados'
