Foro / Pareja

Mi exito es vuestro...es nuestro miedo el que nos paraliza y nos impide abanzar ¡se acaba cuando...

Última respuesta: 8 de marzo de 2009 a las 12:03
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isra_8582066
4/3/09 a las 10:53

Digamos hasta aquí. A todas estas mujeres admirables que demuestran cada día que son un referente de que podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas y a las todavía estemos saliendo del hoyo que nosotras mismas nos hemos cavado va este mensaje.
Estamos ancladas en el pasado que ni de lejos es tan maravilloso como fantaseamos que lo fue y que tampoco era lo que soñabamos que sería pero rescartamos de él esos pocos instantes de efimera felicidad para sobrevivir y convencernos a nosotras mismas de que no somos tan insignificantes como nos quieren hacer creer y que toda nuestra lucha tuvo y tiene algún sentido que algún día ese monstruo compensará todo el dolor que nos causo y agradecerá eternamente el haver sido quienes produjeramos ese cambio, pero este razonamientoo es un dulce autoengaño qu nos va seguir perjudicando porque con nuestra actitud le estamos instando a que juegen con cada vez más y más con nosotras ¡ que nos insultan, da igual; nos maltratan, nos dejan solas lamiendo nuestras heridas; da igual ! siempre estaremos haí para perdonarles y darles la enesima oportunidad o darles el tiempo necesario para que aclaren sus dudas o salgan de su situación de extress y mientras tanto nosotras estamos en pausa no damos ni un paso atras ni adelante, permanecemos inmoviles mientras van pasando nuestro mejores años , vamos perdiendo nuestro brillo y nos vamos marchitando poco a poco hasta no reconocernos ni a nosotras mismas y no saber ni quien somos.
Es cierto que hay situaciones que no podemos controlar ni elegir,como el lugar y la familia que nos acojerá al mundo pero si podemos en nuestra edad adulta escojer como queremos que sea nuestra vida no hay ninguna razón una vez que abrimos los ojos para no hacerlo y da igual como fueran las circunstancias que nos atrajeron a él no importa si fueron nuestras carencias afectibas ,desengaños anteriores ,complejos ,idealizaciones ,soledad ,deseos de amar, traumas, etc... nuestra vida no les pertenece, ¡nosotras somos dueñas de ella! , tenemos el derecho y el don de realizar nuestros propositos y cambiar de dirección si las cosas se tuerzen .
Las que queremos ser madres somos responsables del padre que le vamos a dar a nuestros hijos y las que ya lo sois vuestro ejemplo es el mejor regalo que le vais a brindar jamás porque es lo que va marcar la diferencia de lo que pueden llegar a ser vuestros hijos el día de mañana, sino se transformarán en lo que más odiamos en un eslabon más en la tortuosa cadena familiar y continuarán reproduciendo la espiral del violencia una y otra generación, o callendo en relaciones abusibas porque es a lo que están acostrumbradas y lo ven de forma natural.
Nosotras podemos soportar nuestra propia carga pero¿como soportaremos la de esas personitas que están en nuestras manos? SOMOS NOSOTRAS Y YÁ LAS QUE TENEMOS QUE ROMPER EL CIRCULO Y CAMBIAR NUESTRA HISTORIA...tenemos la felicidad a nuestro alcanze y con la nuestra la de nuestros seres queridos NO NOS LA NEGEMOS.


Ver también

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isra_8582066
4/3/09 a las 11:37

Así es un hombre, descrito por una mujer.
Así es un hombre.....
¿Quién puede decir ciertamente, que es un hombre?, ¿Qué piensa?, ¿A que le teme?, ¿Por qué vibra?, ¿Qué es lo que mas le interesa en la vida y en el mundo?, ¿Hasta donde es capaz de amar sin pensar que esta loco ó que es ridículo?, ¿Quién puede decir que realmente conoce a un hombre?....
¿Quién puede decir que verdaderamente lo comprende?....
A veces pareciera que si, que es posible, que atravesando el complicado laberinto de sus pensamientos, una ha llegado al fondo de ese lugar secreto, escondido, protegido por los cinco sentidos y lo ha encontrado....
Pero un minuto despúes, se rebela.... cambia todas las huellas, las borra, cambia su tono de voz, de piel, cambia la intensidad de la mirada, se vuelve hozco, lejano, inalcanzable.... y otra vez estamos fuera.... otra vez comenzando....
Con un hombre nunca se esta en camino, siempre se esta empezando a caminar....
Un hombre.... que dilema !!!!
Amamos a un hombre y nos abrimos con una daga el pecho para darle nuestro corazón desnudo en la palma de su mano, desnudo y tembloroso, y él tiene miedo de abrirse el pecho para cobijar ese corazón que se le esta brindando.... y cuando oye que su propio corazón late solo.... dice que esta solo, como siempre, sin darle importancia al otro corazón....
Es que tal vez él no quería que le diéramos el corazón, tal vez quería una sonrisa, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestra vida....
Es probable que él buscaba la suavidad de nuestra piel, para sembrar en ella unos luceros que súbitamente le crecieron en la sangre, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestra sangre....
Quizás tan solo quería tener cerca nuestro silencio, para poder pensar que estaba acompañado, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestros pensamientos....
¿Acaso no es, cuando no damos nada, que mas recibimos de un hombre?....
¿Acaso no es, cuando damos solamente un poco de nuestra piel, cuando recibimos todo de él.... su piel, sus nervios, sus músculos tirantes, su clamor, su hogera?....
¿Acaso no es, cuando damos solamente el silencio, cuando recibimos su grito y su llamado.... su pedido de rodillas?....
¿No es cuando le dejamos la duda, cuando nos ofrece todo con certeza.... nos promete la luz, el agua, la luna y las estrellas?....
Y cuando vamos por nuestro camino sin detenernos, él quiere llevarnos por su camino, dejarnos transitar por él, mostrarnos su puerto.... y cuando no lo vemos.... él quiere que lo miremos....
Y cuando no lo amamos.... él quiere amarnos y hace lo imposible para que dejemos caer sobre él una pequeña gota de amor.... pequeña y transparente como una lagrima....
Y sus manos son nido, cuando no somos aves....
Y su ternura es vino, cuando no somos cántaro....
Y su pasión es llama, cuando no somos leña....
Y su cariño es un millón de luciérnagas, cuando no somos noche....
Y su prescencia es sol, cuando no somos cielo, ni día y ni le pertenecemos....
Cuando nuestro jardín esta sin siembra.... él quiere recoger rosas....
Cuando el muro es resbaladizo y alto.... él quiere treparlo, para ver que hay del otro lado....
Lo que un hombre quiere, es ser niño.... cuando lo necesitamos hombre del todo....
Ser hombre cuando inventamos para él un parque con una calesita y un montón de hamacas....
Y quiere que volemos.... cuando él mismo ha cortado nuestras alas....
Es por eso que no sé; verdaderamente no sé de quien nos enamoramos las mujeres, si de un hombre, ó de la idealización del hombre que tenemos en mente....
Si de un hombre, ó de la imagen que tenemos guardada ó inventada en nuestro corazón....
Y creemos que él le teme a la soledad.... pero eso es lo que él mas ama.... su soledad.... él teme perderla....
Por eso, ¿Quién cree que conoce a un hombre?....
Son imprescindibles.... y tan escenciales, así como nosotras....
Pero ellos creen que siempre van a ganar.... a veces lo hacen.... pero todos alguna vez perdemos.... mucho ó poco

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isra_8582066
4/3/09 a las 11:42

Las formas de violencia "lagrimasdejuventud.com"
La violencia puede ser física y psicológica y ambas tienen consecuencias desatrosas tanto físicas como psicológicas sobre la víctima.

Las agresiones físicas - incluidas las sexuales- son las más fácilmente identificables, tanto por la víctima como por los testigos y el sistema sanitario. La intensidad de esta violencia va desde empujar o inmovilizar a la mujer hasta la violación, el empleo de armas y el homicidio. Lo más habitual es que se inicie de forma suave, haciéndose progresivamente más frecuente e intensa.

La violencia psicológica. A pesar del impacto que nos produce un rostro lleno de moratones y otras señales de violencia machista sobre una mujer, tanto los especialistas como las propias mujeres agredidas suelen afirmar que el maltrato psicológico reiterado es el más temible. Y lo es por varios motivos:

Porque la víctima no suele darse cuenta de que está siendo agredida, pues identifica el acoso psicológico de su pareja como la consecuencia de los defectos propios. Ningún maltratador seduce a su víctima maltratándola. Más bien al contrario, la llenará de alabanzas y regalos, haciéndola sentir la mujer más maravillosa del mundo.

Por eso cuando tras un tiempo de relación comienzan las agresiones verbales o las miradas de reproche y amenaza, no puede dar crédito a lo que está pasando.

Los períodos de calma o de "luna de miel" se inician cuando el agresor se disculpa alegando que tiene problemas en el trabajo, que había bebido demasiado o que tiene un terrible miedo de perderla, pero en el fondo la estará acusando soterradamente de algo, a la vez que le estará pidiendo más paciencia y comprensión.

La mujer desea que todo vuelva a ser normal, e intentará modificar las conductas que han provocado el enfado o la ira de su pareja. Apenas será consciente de que poco a poco habrá más detalles de su conducta que lo provoquen. Se adaptará a sus nuevos requerimientos y con ello, de manera inconsciente, afianzará en él su sentido de dominación y posesión sobre ella.

Llegará un momento en el que ella sienta que no sabe en qué está fallando, o crea que está fallando en todo.

Recordará los primeros tiempos y no hallará correlación entre aquel hombre encantador y el que ahora la recrimina y humilla.

Le costará reconocerse a sí misma porque, sin duda, ya no es la misma de antes, aquélla de quien se enamoró su pareja, pero ¿cómo volver a ser la de antes si ya no se recuerda? ¿Y qué sentido tiene volver a ser la de antes si ya por entonces él comenzaba de forma casi imperceptible a criticarla o a burlarse de su forma de cocinar, de vestir, de su pasado, de su familia o de su trabajo?

Cuando la mujer siente que ya no se reconoce está perdida y no le queda ningún punto de referencia al que acogerse para poder pensar con claridad y actuar con determinación.

Porque el sufrimiento psicológico provoca alteraciones en la salud mental y física de quien lo padece: Depresión, olvidos reiterados, nerviosismo, insomnio, crisis de ansiedad y de pánico, inseguridad, descuido personal y de la familia, aislamiento, problemas digestivos, caída del cabello, contracturas musculares, extrasístoles, crisis hipertensivas, mal funcionamiento del sistema hormonal y otras manifestaciones psíquicas y físicas.

Porque la violencia psicológica suele preceder a la física, aunque la primera se prolongue durante años.

Porque si la violencia física puede provocar la muerte, también la psicológica puede llevar a ese fin, por la suma de efectos negativos sobre la salud o porque llega un momento en que la mujer se halla tan irremisiblemente dañada y perdida que no encuentra otra salida a su sufrimiento que el suicidio.

En noviembre de 2008, Manuela Martínez, profesora de Biopsicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, presentó un estudio de la repercusión de la violencia física y psicológica en la salud de la mujer. Dicho estudio revela que las mujeres que han sufrido maltrato físico recuperan más fácil y más rápidamente su salud integral que aquéllas que sufrieron maltrato psicológico.

Violencia económica. La víctima tiene restringido casi totalmente el control sobre los bienes propios o comunes. Este tipo de violencia suele darse principalmente en parejas en que la mujer no hace aportaciones dinerarias, aunque no es infrecuente encontrar parejas en las que ambas partes o solamente la mujer aporta dinero a la economía familiar y se ve privada de cualquier posibilidad de gestión o de acuerdo sobre la misma, viéndose obligada a pedirle el dinero y rendirle cuentas exhaustivas sobre los gastos normales de la familia.

Otras formas de maltrato económico pueden ser:

Privar a la unidad familiar de sustento económico suficiente mediante utilización del dinero y los bienes comunes para placeres, vicios o deseos privativos.
Hacer negocios e inversiones imprudentes sin conocimiento de la víctima, muchas veces poniendo como garantía bienes comunes como la vivienda familiar
Incumplir las obligaciones de mantenimiento de la familia tras una separación o divorcio.
Violencia sexual. Es un tipo de violencia física que se manifiesta cuando se obliga a la víctima a realizar cualquier tipo de acto sexual mediante amenazas, chantajes, presión psicológica o por la fuerza física. El agresor reduce a la víctima a la condición de objeto al ser privada de manera coercitiva de su voluntad.

Problemas de pareja

Algunos problemas de pareja son de entendimiento o de incompatibilidad. En estas situaciones las dos partes lo suelen pasar mal. La solución en estos casos siempre es viable y no siempre implica ruptura. Es posible recurrir al diálogo, aunque crea haberse perdido esa capacidad por la fuerza de la costumbre. Se puede recurrir a especialistas de la psicología, la sexología, mediadores..., en función de los problemas que la propia pareja detecte en su funcionamiento o entendimiento. El otro recurso es la separación, cuando se han agotado las otras vías. La separación de la pareja no solo es aconsejable sino que se debería entender como una obligación moral para sí mismo(a) y para la otra persona, cuando al menos una de las dos partes reconoce haber dejado de amar a la otra.
La violencia en la sociedad y la violencia de género o machista

La violencia es un fenómeno por desgracia demasiado frecuente en nuestra sociedad y aquélla ejercida contra la mujer excede en número y frecuencia a cualquier otra violencia que se practica en un mundo donde no haya guerras. En especial la que se produce en el seno de la pareja.

Violencia física y violencia psicológica

La violencia física es el identificador más determinante para la víctima y para la sociedad en general y que permite hablar con propiedad de violencia en la pareja, pero a la violencia física se llega después de un período más o menos largo de violencia psicológica. Muchas veces ni siquiera llega a producirse una agresión física pero la manipulación, la humillación o el acoso psicológico pueden dejar en quien los sufre unas secuelas terribles, incluso físicas, que necesitan de tratamientos prolongados o que -en los casos más graves- no llegan a desaparecer completamente. La sintomatología es más severa cuanto más tiempo se haya estado expuesta al abuso.

Las dudas

Cuando hay maltrato se producen dudas sobre si ese maltrato es real o es efecto de la incompatibilidad o las desavenencias que se comentaban en el primer apartado. La mayor parte de las veces, una mujer maltratada quiere creer que no existen malos tratos o se siente culpable de provocar las desavenencias o el mal trato recibido. Permanecer en ese estado de malestar y desconcierto no hará más que dañar tu salud física y psicológica y desembocar en una mayor confusión. Por eso, ante la duda persistente, lo mejor es acudir a un(a) profesional de la psicología, preferentemente si tiene especialización en violencia de género. Te ayudará a comprender y a tomar la decisión más saludable.



1. Maltrato. El "perdedor" te hará daño a propósito. Si te golpea, retuerce tu brazo, te tira del pelo, te empuja o rompe tus objetos personales, aunque sea sólo una vez, déjale. Los hombres de este tipo a menudo comienzan con conductas que te hacen moverte físicamente o golpean la pared. Las mujeres a menudo abofetean, dan patadas o incluso pegan con el puño a sus parejas masculinas.

2. Apego rápido. El "perdedor" tiene emociones y conexiones con los demás muy superficiales. Una de las cosas que puede atraerte de esta persona es lo pronto que te dice que te quiere o desea casarse contigo o comprometerse. Por lo general, en muy pocas semanas escucharás que eres el amor de su vida, que quiere estar contigo para siempre y que desea casarse contigo. Te hará regalos, te hará numerosas promesas y te inundará de atenciones y gestos amables. Esta es la fase de "luna de miel", en la que te atrapa y te convence de que es lo mejor que te ha pasado nunca. Recuerda el dicho "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es". Así, te sentirás tan abrumado/a por sus muestras de atracción instantánea, compromiso instantáneo y planes instantáneos para el futuro, que te perderás el dato principal: ¡que no tiene sentido! Por lo general, las personas sanas requieren un largo proceso para desarrollar una relación debido a que hay mucho en juego. Esperarán a tener mucha información antes de ofrecer un compromiso; no tres semanas. Es cierto que podemos sentirnos fascinados por otras personas con rapidez, pero no hacer esas promesas tan poco realistas ni planear el futuro después de tres citas. Ese rápido enamoramiento es un signo de emociones superficiales que más tarde llevarán al "perdedor" a alejarse de ti tan rápido como se comprometió. El "perdedor" por lo general quiere irse a vivir contigo o casarse contigo en menos de cuatro semanas o muy pronto en la relación.

3. Temperamento atemorizante. El "perdedor" tiene un carácter que asusta. Si tu pareja estalla y hace cosas peligrosas como conducir demasiado deprisa porque está enfadado, romper o arrojar cosas, meterse en peleas, o amenazar a otros, ese temperamento se volverá pronto en tu dirección. Al principio de la relación serás testigo de actos violentos: peleas con otros, amenazas a otros, estallidos violentos contra otros, etc. También oirás hablar de violencia en su vida. Verás y serás testigo de este temperamento (arrojar cosas, gritar, maldecir, conducir deprisa, golpear las paredes y dar patadas a las cosas). Eso servirá para intimidarte y hacer que temas su potencial de violencia, aunque el "perdedor" te asegurará enseguida que está enfadado con otros o con situaciones, no contigo. Al principio te asegurará que nunca dirigiría su hostilidad y violencia hacia ti, pero te está dejando ver claramente que tiene la habilidad y capacidad para hacerlo (y podría suceder). Más tarde temes retarlo o enfrentarte a él o ella, temiendo que esa misma violencia pudiera volverse hacia ti.

4. Destruir tu auto-confianza. El perdedor te rebaja con frecuencia. Constantemente corrige tus más pequeños fallos, haciéndote sentir en guardia, poco inteligente y dejándote con la sensación de que siempre estás haciendo algo mal. Te dice que estás demasiado gordo/a, muy poco atractivo/, que no hablas correctamente o no tienes buena presencia. Esta erosión gradual de tu confianza y autoestima le permite tratarte mal después (como si te lo merecieras). En público te verás andando con mucho cuidado, siempre con el temor de que puedes estar haciendo o diciendo algo incorrecto que más tarde dé lugar a un estallido emocional o una discusión.

5. Privarte de apoyo externo. Para controlar a alguien completamente, has de alejarlo de sus amistades; a veces incluso de su familia. El perdedor piensa que tus amistades o familiares podrían influirte o tener opiniones negativas sobre su conducta. Comienza diciéndote que tus amigos te tratan mal, se aprovechan de ti, y no entienden el tipo especial de amor que compartís. A veces, si no puede librarse de tu mejor amigo/a de tu mismo sexo, te dirá que se le ha insinuado. Si hablas con tus amistades o familiares, el perdedor te castigará haciéndote numerosas preguntas o acusaciones desagradables. Finalmente, en vez de tener que soportar el castigo verbal, interrogatorio y abuso, llegarás a la conclusión de que es mejor no hablar con tus familiares o amigos. Te alejarás de tus amistades y familiares, de modo que se sentirán molestos contigo. El perdedor te dirá entonces que te están tratando mal de nuevo y que será mejor que te mantengas lejos de ellos. Una vez que estás solo/a y aislado/a, sin apoyo, su control sobre ti aumentará.

6. El ciclo de amabilidad y mezquindad. El "perdedor" oscila entre mezquindad y amabilidad continuamente. El ciclo comienza cuando son intencionadamente dañinos y mezquinos. Serás víctima de abuso verbal, serás maldecido/a y te amenazará por algo sin importancia. De repente, al día siguiente se vuelve dulce y hará todas esas pequeñas cosas que hacía cuando empezasteis a salir. Tú sigues ahí, esperando que cada uno de estos ciclos sea el último. El otro propósito de este ciclo de mezquindad es permitir al "perdedor" decir cosas verdaderamente desagradables de ti o las personas que quieres, erosionando de nuevo tu autoestima y autoconfianza. A menudo se disculpará, pero el daño a tu autoestima ya está hecho.

7. Siempre es culpa tuya. El perdedor te culpa a ti de su rabia, así como de cualquier otra conducta incorrecta. Cuando te engaña, te grita, te trata mal o te humilla públicamente, es, de algún modo, culpa tuya. Si llegáis 10 minutos tarde a una cita, es culpa tuya que el "perdedor" conduzca a gran velocidad, haga correr a la gente en la carretera y esté enfurruñado el resto de la noche. El perdedor te dice que su rabia y mal comportamiento no habrían sucedido si tú no hubieras cometido un simple error, le hubieses querido más o no hubieses cuestionado su comportamiento. El "perdedor" nunca jamás se hace responsable de sus actos. Siempre es culpa de alguna otra persona. Si conduce como un loco y trata de echar a algún inocente conductor de la carretera para asaltarlo, es culpa del otro conductor por no usar el intermitente al cambiar de carril. Te dan la impresión de que tú te lo has buscado (la rabia, los gritos, el asalto) y te mereces esa violencia, mala cara o expresión física de agresividad.

8. Pánico ante la ruptura. El "perdedor" siente pánico ante la idea de romper (a no ser que sea totalmente idea suya). Los hombres abusivos a menudo se vienen abajo y lloran, suplican, prometen cambiar y ofrecen matrimonio, viajes, regalos, cuando amenazas con romper la relación. Tanto hombres como mujeres pueden amenazar con suicidarse o con volver con antiguas parejas (quienes se sienten afortunados de que se hayan ido) o amenazan con dejar su trabajo y marcharse de la ciudad, como si tú fueras responsable de esas decisiones. El "perdedor" ofrece una gran cantidad de "tratos" o soluciones a medias, como "salgamos sólo un mes mas". Te inundan con llamadas telefónicas, a menudo cada cinco minutos, con la esperanza de que lleguéis a un acuerdo o lo veas sólo para para detener el acoso telefónico. Algunos llamarán a tus familiares, tus amigos, sus amigos o cualquiera que se le ocurra, para decirles que te llamen y te digan lo mucho que te quiere. Los perdedores más creativos a menudo producen tanta presión social que la víctima accede a volver con la relación antes que continuar bajo esa presión. Imagina que tratas de terminar una relación y empiezas a recibir llorosas llamadas de todos sus parientes (secretamente esperan que tú te quedes con él de modo que ellos no tengan que hacerlo), ver una súplica para que vuelvas en el periódico o incluso en un tablón de anuncios local, recibir flores en el trabajo cada día o que aparezca en tu lugar de trabajo y te ofrezca un anillo de matrimonio (técnica del hombre perdedor) en frente de tus compañeros. Su reacción es emocionalmente intensa, un comportamiento que utilizan para convertirte en su prisionero/a emocional. Si vuelves con él o ella, en realidad temes una reacción pero si amenazas con dejarlo de nuevo (convirtiéndote en su prisionero/a) y a menudo recuerdan el incidente como una evidencia de lo mala persona que eres. Recuerda que si tu preciado perro salta el muro y escapa, después pondrás un muro más alto. Una vez que vuelvas con el perdedor, escapar será tres veces más difícil la próxima vez.

9. Ausencia de interés externo. El "perdedor" te animará a dejar tus aficiones, intereses e implicaciones con otros. Si realizas una actividad individual, exigen acompañarte, haciendo que te sientas mal durante toda la actividad. El motivo de este comportamiento es impedir que tengas diversiones o intereses diferentes a los que ellos controlan.

10. Control paranoide. El perdedor te vigilara y sabrá dónde estás y con quién estás. Si hablas con un miembro del sexo opuesto, te hará veinte preguntas sobre cómo os conocisteis. Si no respondes a su llamada telefónica, te preguntará dónde estabas, qué estabas haciendo, con quién estabas hablando, etc. Observará el tipo de barro que hay en tu coche, te preguntará por qué compras en ciertos lugares, por qué llamaste a un amigo/a, porqué tu amigo/a te llamó a ti, etc. Algunos perdedores te seguirán al supermercado, luego te preguntarán si has estado allí en un intento de pillarte en una mentira. En los casos más graves, mirarán tu correo, tu bolso o cartera, comprobarán quién te ha llamado por teléfono o buscarán pruebas en tu basura. Algunos te animarán a hacer llamadas privadas a tus amistades desde su casa, llamadas que están siendo grabadas en secreto. Pueden empezar a decirte qué ropa ponerte, qué música escuchar y cómo comportarte en público. Finalmente te dirá que no puedes hablar con ciertas amistades o conocidos, ir a determinados lugares o hablar de ciertos temas en público. Si no vais a veros el viernes por la noche, te dirá que te llamará esa noche (en cualquier momento). Eso te mantiene en casa, esperando la llamada, temiendo el abuso verbal y las preguntas que te haría si no estuvieras en casa cuando llamara.. Esta técnica permite al perdedor hacer lo que quiera a nivel social y al mismo tiempo controlar tu comportamiento desde la distancia.

11. Humillación pública. Para mantenerte bajo control en público, el "perdedor" te atacará verbalmente, te insultará o dirá cosas crueles o humillantes de ti en privado o frente a otras personas. En público, aprenderás rápidamente que cualquier opinión que expreses lo llevará a atacarte verbalmente, en ese momento o más tarde. Si permaneces con el "perdedor" demasiado tiempo, pronto te verás sonriendo amablemente sin decir nada y agarrada/o de su brazo en público. También te verás caminando con la cabeza baja, con miedo a ver a un amigo que te hable y dé lugar a una reacción airada del "perdedor".

12. Nunca es suficiente. El perdedor te convence de que nunca eres lo bastante bueno/a. Nunca dices "te quiero" lo suficiente, no estás nunca lo bastante cerca, nunca haces lo suficiente por él o ella después de todos su sacrificios y tu comportamiento siempre parece quedarse corto. Este es otro modo de destruir tu autoconfianza y autoestima. Tras meses de utilizar esta técnica, comienzan a decirte lo afortunado/a que eres de tenerle; de tener a alguien que tolera a una persona tan inadecuada y poco valiosa como tú.

13. Creerse con derecho. El "perdedor" piensa que tiene derecho a hacer cualquier cosa que desee. Si le impiden el tráfico, piensa que tiene perfecto derecho a echar al otro conductor de la carretera, asaltarlo o poner en peligro las vidas de otros conductores con sus estallidos temperamentales. Ten en cuenta que esta misma sensación de tener derecho a todo la usará contra ti. Si desobedeces sus órdenes o deseos o violas alguna de sus reglas, se creen con derecho a castigarte de cualquier modo que consideren oportuno.

14. No gusta a tus amistades o familiares. Conforme la relación avanza, tus amistades y familiares verán lo que el "perdedor" te está haciendo. Notarán un cambio en tu personalidad o verán tu alejamiento. Protestarán y el perdedor te dirá que tienen envidia del "amor especial" que os tenéis y luego usarán sus protestas u opiniones como evidencia de que están contra ti (no contra él). La mención de tus familiares o amistades dará lugar a una respuesta airada por su parte, hasta que dejas de hablar de aquellos por quienes te preocupas, incluso los propios miembros de tu familia. El "perdedor" se sentirá celoso y amenazado por cada persona cercana a ti, incluso tus hijos. En algunos casos, no permitirá que tus padres o hermanos visiten tu casa.

15. Historias desagradables. A menudo la gente te deja saber cosas de su forma de ser a través de las historias que cuentan de sí mismos. Es la vieja historia acerca de darle a alguien cuerda suficiente para que se ahorque a sí mismo. Las historias que nos cuentan nos informan de cómo una persona se ve a sí misma, qué considera interesante, y qué piensan que te impresionará. Una persona humorística, contará historias divertidas de sí misma. Los "perdedores" cuentan historias de violencia, agresión, insensibilidad hacia otros, rechazo de otros, etc. Pueden hablarte de sus relaciones pasadas y en cada caso te asegurará que los trataron tremendamente mal a pesar de lo maravillosos que fueron con esa persona. Alardean de su temperamento y estallidos porque no ven nada malo en la violencia y se enorgullecen de la actitud de "yo no tomo nada de nadie". La gente se define a sí misma con sus historias, de modo similar a como una cultura viene descrita por su folclore y leyendas. Escucha esas historias. Te dirán cómo te tratará al final y lo que viene a tu encuentro.

16. El test de la camarera. Suele decirse que, cuando tienes una cita, el modo en que un individuo trata a una camarera u otra persona neutral del sexo opuesto es el modo en que te tratará a ti en seis meses. Durante la fase de "luna de miel" de la relación te tratará como a una reina o rey. Sin embargo, durante ese tiempo, el "perdedor" no ha olvidado lo que piensa del sexo opuesto. Tratará mal a camareras, dependientes u otras personas neutras. Si son tacaños, no recibirás nada una vez que la "luna de miel" se haya acabado. Si se quejan, critican y atormentan, así es como te tratarán en seis meses. Una persona mentalmente sana es consistente, tratan a casi todo el mundo del mismo modo siempre. Si estás saliendo con un hombre que te trata a ti como a una reina y al resto de las mujeres como basura, sal corriendo.

17. La reputación. Como hemos mencionado, las personas mentalmente sanas son consistentes en su personalidad y comportamiento. El "perdedor" puede tener dos reputaciones diferentes: un grupo de personas que te darán referencias brillantes y un grupo que te dirá que es muy problemático. Si preguntas a 10 personas sobre un nuevo restaurante y 5 te dicen que es maravilloso y otras 5 que es una pocilga, entenderás claramente que existe cierto riesgo al comer ahí. El perdedor puede que alardee de su reputación de matón, mujeriego, temperamental o de "estar loco". Puede contarte historias en las que otros le han dicho que está loco o sugerido que busque ayuda profesional. Presta atención a su reputación. La reputación es la percepción pública del comportamiento de una persona. Si la reputación tiene dos caras, buena y mala, el riesgo es alto. Puede que te enfrentes al lado malo una vez que la fase de "luna de miel" se haya acabado. Debido a sus graves problemas de comportamiento, el perdedor apenas tendrá amigos, sólo conocidos. Las personas emocionalmente sanas y éticas no tolerarán amistades con perdedores que tratan a otros tan mal. Si descubres que no te gustan las amistades de tu pareja es debido a que operan del mismo modo que él o ella.

18. Andar de puntillas. Conforme la relación con el "perdedor" avanza, te verás expuesta/o gradualmente a intimidación verbal, largos interrogatorios sobre cosas triviales, violencia y amenazas dirigidas a otros pero que tú presencias, preocupación paranoide con tus actividades y una variedad de desprecios hacia tu personalidad. Pronto te verás "andando de puntillas" en su presencia, con miedo de plantear temas, miedo a decirle que has hablado con tal o cual persona y miedo a cuestionar o criticar el comportamiento del "perdedor". En vez de vivir un amor cálido y reconfortante, te sentirás constantemente nervios/a, tenso/a al hablar con otros (podrían decir algo que tuvieras que explicar más tarde) y con miedo de encontrarte con alguien que tengas que saludar en público. Las citas y el tiempo juntos serán más agradables cuando estéis totalmente solos, exactamente lo que el "perdedor" quiere: ninguna interferencia con su control o dominación.

19. Desprecio de sentimientos y opiniones. El "perdedor" está tan centrado en sí mismo que los sentimientos y opiniones de los demás carecen de importancia. Conforme la relación avanza y comienzas a cuestionarte lo que estás sintiendo o viendo en su conducta, te dirá que tus sentimientos y opiniones no tienen sentido, son absurdos y que estás emocionalmente perturbado/a si piensas esas cosas. El "perdedor" no tiene interés en tus sentimientos y opiniones, pero se sentirá perturbado y molesto si osas cuestionar su conducta. El "perdedor" se muestra tremendamente hostil ante las críticas y a menudo reacciona con ira cuando se cuestiona su comportamiento.

20. Te vuelven loco/a. El "perdedor" opera de un modo tan destructivo que te encuentras haciendo "locuras" como autodefensa. Si tu pareja tiene previsto llegar a las 8 de la tarde haces una llamada a un servicio de la compañía telefónica para evitar que utilice un servicio de rellamada, revisas la basura en busca de algo que pudiera meterte en problemas y llamas a tus familiares y amigos para decirles que no te llamen esa noche. Adviertes a tus familiares y amigos de que no saquen ciertos temas, evitas lugares en la ciudad donde puedes encontrarte con familiares y amigos y no hablas con otros por miedo a las 20 preguntas. Te vuelves también paranoico/a, teniendo cuidado de lo que vistes y dices. Los hombres no violentos se ven envueltos en peleas físicas con mujeres perdedoras. Las mujeres no violentas se ven a sí mismas gritando cuando ya no pueden soportar más el abuso verbal o intimidación. Cuando tenemos que defendernos emocional y físicamente, nos comportamos de un modo diferente y extraño. Cuando pienses que te estás volviendo loca/o, es importante recordar que no existe un comportamiento que pueda considerarse normal en una situación de combate. Puedes estar seguro/a de que tu comportamiento volverá a la normalidad si te separas del "perdedor" antes de que te haga un daño psicológico permanente.

Directrices para separarse

Separarse del perdedor, a menudo implica tres etapas: el desapego, la finalización de la relación y la protección subsiguiente.

El desapego.

Durante esta parte, reconoces lo que debes hacer y creas un "plan de fuga". Muchas personas fracasan en su intento de separarse porque se marchan de repente e impulsivamente sin haberlo planeado previamente y sin recursos. En muchos casos el "perdedor" ha aislado a su pareja, tiene el control de sus finanzas o tiene el control de herramientas necesarias para la huida, como el coche. Durante esta fase deberías:

- Observar el modo en que te trata. Observa los métodos descritos aquí arriba y cómo el "perdedor" trabaja.

- Gradualmente vuélvete más aburrido/a, habla menos, comparte menos sentimientos y opiniones. El objetivo es aburrir al perdedor para que afloje el apego emocional y al mismo tiempo no crear una situación que te convirtiese en blanco de su conducta.

- Con calma y en silencio, contacta con tu familia y otras personas que te apoyen. Determina que tipo de ayuda pueden ofrecerte (un lugar para vivir, protección, ayuda financiera, etc.)

- Si temes la violencia o el abuso, contacta con las fuerzas de seguridad o pide una orden de protección.

- Si el "perdedor" es destructivo, llévate lentamente tus objetos más preciados de la casa o trata de recuperarlos si están en su poder. En algunos casos, perderás algunos objetos personales durante la separación (un pequeño precio a pagar por librarte de él).

-Deja de discutir. Deja de defenderte y de dar explicaciones (respondiendo con comentarios como "he estado muy confusa últimamente" o "estoy bajo tanto estrés que no sé por qué hago nada más").

- Deja caer pistas de que estás deprimido/, quemado/a o confusa/o sobre la vida en general. Recuerda que el perdedor nunca se hace responsable de lo que pasa en la relación. Se sentirá mejor al dejar la relación si puede echarte la culpa a ti. Muchas personas se ven obligadas a parecer confusas y aburridas, permitiendo al "perdedor" decir a los demás: "mi pareja está medio chalada". Puede decir a otros que estás loco/ o confundido, pero estarás más segura/o. Permite a los demás que piensen lo que quieran de ti mientras estás en el proceso de desapego.

- No comiences otra relación. Eso sólo complicará tu situación y aumentará la rabia. Tu mejor baza es no asomar la cabeza durante unos meses. El perdedor localizará rápidamente otra víctima y se sentirá instantáneamente apegado a ella en cuanto su vínculo contigo empiece a decaer.

- Cuando el perdedor empiece a cuestionar los cambios en tu comportamiento, admite confusión, depresión, anestesia emocional y toda una serie de reacciones aburridas. Esto establecerá la base para el fin de la relación.

Terminar la relación

Recuerda que el "perdedor" no acepta la responsabilidad, responde con rabia a las críticas y es propenso a reaccionar con pánico ante el abandono. Acabar la relación implica seguir con el mismo tema que en el desapego.

- Dile que te sientes emocionalmente anestesiado/a, confusa/o, no puedes sentir nada por nadie y quieres acabar la relación casi por su propio bien. Recuérdale que seguramente ha notado que algo va mal y necesitas tiempo para ordenar tus sentimientos y arreglar lo que está mal en ti. Aunque pueda resultar repulsivo, tendrás que decirle "no soy apropiado/a para nadie en este momento de mi vida". Si puede echarte la culpa a ti, tal y como haría si acabara él la relación, se alejará antes.

- Si le entra el pánico recibirás un aluvión de llamadas telefónicas, cartas, notas en tu coche, etc. Reacciona ante todas del mismo modo: un aburrido "gracias". Si reaccionas de forma exagerada o cedes, habrás perdido el control.

- Céntrate en tu necesidad de alejarte de la relación. No cedas ante las muchas ofertas que te hará, como veros con menos frecuencia, verlos sólo una vez a la semana, romper sólo durante una semana, ir juntos a terapia, etc. Siempre que el perdedor esté en contacto contigo, pensará que tiene una oportunidad de manipularte.

- El perdedor se centrará en hacerte sentir culpable. En cada contacto telefónico, escucharás cuánto te ama, cuánto ha hecho por ti, y lo mucho que se ha sacrificado por ti. Al mismo tiempo, te dirá lo mala persona que eres por traicionarle, por no darle una oportunidad para arreglar las cosas y humillarlo con la terminación de la relación.

- No intentes hacer que entienda cómo te sientes (no sucederá). Al "perdedor sólo le preocupa lo que siente él. Tus sentimientos son irrelevantes. Perderás el tiempo intentado hacer que te comprenda y él verá la discusión como una oportunidad para hacerte sentir culpable y manipularte.

- No te dejes engañar por repentinos cambios en su comportamiento o promesas de matrimonio, viajes, regalos, etc. En este momento ya has visto cómo es el "perdedor" normalmente. Aunque cualquiera puede cambiar por un corto periodo de tiempo, pronto volverá a su comportamiento habitual una vez que la crisis termine.

- Busca ayuda profesional o el apoyo de otras personas durante este tiempo. Necesitarás ánimos y orientación. Ten en mente que si el "perdedor" descubre que has buscado ayuda, criticará al consejero, terapeuta, o tu esfuerzo.

- No utilices términos como "algún día", "tal vez" o "en el futuro". Cuando el "perdedor" escuche esas posibilidades, pensará que te estás debilitando e incrementará la presión.

- Imagina una máquina tragaperras. Si estamos en las Vegas en una de estas máquinas y le damos a la palanca diez veces y no sucede nada, nos vamos a otra máquina. Sin embargo, si en el décimo intento, ganamos dinero, aunque sea poco, seguimos tirando de la palanca, penando que el gran premio está cerca. Si somos lo bastante estrictos y estables en nuestra decisión de terminar la relación durante muchos días y de repente ofrecemos una posibilidad o esperanza de reconciliación, la presión continuará. Nunca cambies de posición. El "perdedor" dejará de jugar a una máquina que no le da nada y se marchará a otra.

Protección

El perdedor nunca admite su responsabilidad o implicación en la relación. Desde una perspectiva psicológica, el "perdedor" ha vivido y se ha comportado de este modo durante toda su vida adulta. Al no verse realmente como equivocado o con un problema, puede pensar que su pareja está atravesando una fase. Su pareja (la víctima) puede estar temporalmente confusa, puede estar escuchando a la gente equivocada o puede estar enfadado/a por algo y lo superará pronto. El "perdedor" rara vez se distancia completamente y a menudo intentará seguir en contacto con su pareja incluso cuando la relación ha terminado. Algunas directrices de protección para esta etapa son las siguientes:

- Nunca cambies tu postura original. ¡Se ha acabado para siempre! No hables acerca de posibles cambios en tu postura en el futuro. Puedes pensar que eso cambiará al "perdedor" pero sólo le dice que existen posibilidades y que sólo hace falta un poco más de presión para que vuelvas.

- No aceptes verlo para hablar de viejos temas. Para el perdedor, discutir antiguos temas es un modo de molestarte, ponerte en guardia y utilizar la culpa para engancharte de nuevo.

- No le des detalles sobre tu nueva vida. Asegúrale que ahora tanto tu vida como la suya son privadas y que esperas que sea feliz.

- Si empiezas a sentirte culpable durante una llamada, corta enseguida. Mucha gente vuelve con malas relaciones principalmente debido a la culpa. Si escuchas esas llamadas, por ejemplo, gravándolas, verás que pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer que te sientas culpable

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4/3/09 a las 22:00
En respuesta a isra_8582066

Las formas de violencia "lagrimasdejuventud.com"
La violencia puede ser física y psicológica y ambas tienen consecuencias desatrosas tanto físicas como psicológicas sobre la víctima.

Las agresiones físicas - incluidas las sexuales- son las más fácilmente identificables, tanto por la víctima como por los testigos y el sistema sanitario. La intensidad de esta violencia va desde empujar o inmovilizar a la mujer hasta la violación, el empleo de armas y el homicidio. Lo más habitual es que se inicie de forma suave, haciéndose progresivamente más frecuente e intensa.

La violencia psicológica. A pesar del impacto que nos produce un rostro lleno de moratones y otras señales de violencia machista sobre una mujer, tanto los especialistas como las propias mujeres agredidas suelen afirmar que el maltrato psicológico reiterado es el más temible. Y lo es por varios motivos:

Porque la víctima no suele darse cuenta de que está siendo agredida, pues identifica el acoso psicológico de su pareja como la consecuencia de los defectos propios. Ningún maltratador seduce a su víctima maltratándola. Más bien al contrario, la llenará de alabanzas y regalos, haciéndola sentir la mujer más maravillosa del mundo.

Por eso cuando tras un tiempo de relación comienzan las agresiones verbales o las miradas de reproche y amenaza, no puede dar crédito a lo que está pasando.

Los períodos de calma o de "luna de miel" se inician cuando el agresor se disculpa alegando que tiene problemas en el trabajo, que había bebido demasiado o que tiene un terrible miedo de perderla, pero en el fondo la estará acusando soterradamente de algo, a la vez que le estará pidiendo más paciencia y comprensión.

La mujer desea que todo vuelva a ser normal, e intentará modificar las conductas que han provocado el enfado o la ira de su pareja. Apenas será consciente de que poco a poco habrá más detalles de su conducta que lo provoquen. Se adaptará a sus nuevos requerimientos y con ello, de manera inconsciente, afianzará en él su sentido de dominación y posesión sobre ella.

Llegará un momento en el que ella sienta que no sabe en qué está fallando, o crea que está fallando en todo.

Recordará los primeros tiempos y no hallará correlación entre aquel hombre encantador y el que ahora la recrimina y humilla.

Le costará reconocerse a sí misma porque, sin duda, ya no es la misma de antes, aquélla de quien se enamoró su pareja, pero ¿cómo volver a ser la de antes si ya no se recuerda? ¿Y qué sentido tiene volver a ser la de antes si ya por entonces él comenzaba de forma casi imperceptible a criticarla o a burlarse de su forma de cocinar, de vestir, de su pasado, de su familia o de su trabajo?

Cuando la mujer siente que ya no se reconoce está perdida y no le queda ningún punto de referencia al que acogerse para poder pensar con claridad y actuar con determinación.

Porque el sufrimiento psicológico provoca alteraciones en la salud mental y física de quien lo padece: Depresión, olvidos reiterados, nerviosismo, insomnio, crisis de ansiedad y de pánico, inseguridad, descuido personal y de la familia, aislamiento, problemas digestivos, caída del cabello, contracturas musculares, extrasístoles, crisis hipertensivas, mal funcionamiento del sistema hormonal y otras manifestaciones psíquicas y físicas.

Porque la violencia psicológica suele preceder a la física, aunque la primera se prolongue durante años.

Porque si la violencia física puede provocar la muerte, también la psicológica puede llevar a ese fin, por la suma de efectos negativos sobre la salud o porque llega un momento en que la mujer se halla tan irremisiblemente dañada y perdida que no encuentra otra salida a su sufrimiento que el suicidio.

En noviembre de 2008, Manuela Martínez, profesora de Biopsicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, presentó un estudio de la repercusión de la violencia física y psicológica en la salud de la mujer. Dicho estudio revela que las mujeres que han sufrido maltrato físico recuperan más fácil y más rápidamente su salud integral que aquéllas que sufrieron maltrato psicológico.

Violencia económica. La víctima tiene restringido casi totalmente el control sobre los bienes propios o comunes. Este tipo de violencia suele darse principalmente en parejas en que la mujer no hace aportaciones dinerarias, aunque no es infrecuente encontrar parejas en las que ambas partes o solamente la mujer aporta dinero a la economía familiar y se ve privada de cualquier posibilidad de gestión o de acuerdo sobre la misma, viéndose obligada a pedirle el dinero y rendirle cuentas exhaustivas sobre los gastos normales de la familia.

Otras formas de maltrato económico pueden ser:

Privar a la unidad familiar de sustento económico suficiente mediante utilización del dinero y los bienes comunes para placeres, vicios o deseos privativos.
Hacer negocios e inversiones imprudentes sin conocimiento de la víctima, muchas veces poniendo como garantía bienes comunes como la vivienda familiar
Incumplir las obligaciones de mantenimiento de la familia tras una separación o divorcio.
Violencia sexual. Es un tipo de violencia física que se manifiesta cuando se obliga a la víctima a realizar cualquier tipo de acto sexual mediante amenazas, chantajes, presión psicológica o por la fuerza física. El agresor reduce a la víctima a la condición de objeto al ser privada de manera coercitiva de su voluntad.

Problemas de pareja

Algunos problemas de pareja son de entendimiento o de incompatibilidad. En estas situaciones las dos partes lo suelen pasar mal. La solución en estos casos siempre es viable y no siempre implica ruptura. Es posible recurrir al diálogo, aunque crea haberse perdido esa capacidad por la fuerza de la costumbre. Se puede recurrir a especialistas de la psicología, la sexología, mediadores..., en función de los problemas que la propia pareja detecte en su funcionamiento o entendimiento. El otro recurso es la separación, cuando se han agotado las otras vías. La separación de la pareja no solo es aconsejable sino que se debería entender como una obligación moral para sí mismo(a) y para la otra persona, cuando al menos una de las dos partes reconoce haber dejado de amar a la otra.
La violencia en la sociedad y la violencia de género o machista

La violencia es un fenómeno por desgracia demasiado frecuente en nuestra sociedad y aquélla ejercida contra la mujer excede en número y frecuencia a cualquier otra violencia que se practica en un mundo donde no haya guerras. En especial la que se produce en el seno de la pareja.

Violencia física y violencia psicológica

La violencia física es el identificador más determinante para la víctima y para la sociedad en general y que permite hablar con propiedad de violencia en la pareja, pero a la violencia física se llega después de un período más o menos largo de violencia psicológica. Muchas veces ni siquiera llega a producirse una agresión física pero la manipulación, la humillación o el acoso psicológico pueden dejar en quien los sufre unas secuelas terribles, incluso físicas, que necesitan de tratamientos prolongados o que -en los casos más graves- no llegan a desaparecer completamente. La sintomatología es más severa cuanto más tiempo se haya estado expuesta al abuso.

Las dudas

Cuando hay maltrato se producen dudas sobre si ese maltrato es real o es efecto de la incompatibilidad o las desavenencias que se comentaban en el primer apartado. La mayor parte de las veces, una mujer maltratada quiere creer que no existen malos tratos o se siente culpable de provocar las desavenencias o el mal trato recibido. Permanecer en ese estado de malestar y desconcierto no hará más que dañar tu salud física y psicológica y desembocar en una mayor confusión. Por eso, ante la duda persistente, lo mejor es acudir a un(a) profesional de la psicología, preferentemente si tiene especialización en violencia de género. Te ayudará a comprender y a tomar la decisión más saludable.



1. Maltrato. El "perdedor" te hará daño a propósito. Si te golpea, retuerce tu brazo, te tira del pelo, te empuja o rompe tus objetos personales, aunque sea sólo una vez, déjale. Los hombres de este tipo a menudo comienzan con conductas que te hacen moverte físicamente o golpean la pared. Las mujeres a menudo abofetean, dan patadas o incluso pegan con el puño a sus parejas masculinas.

2. Apego rápido. El "perdedor" tiene emociones y conexiones con los demás muy superficiales. Una de las cosas que puede atraerte de esta persona es lo pronto que te dice que te quiere o desea casarse contigo o comprometerse. Por lo general, en muy pocas semanas escucharás que eres el amor de su vida, que quiere estar contigo para siempre y que desea casarse contigo. Te hará regalos, te hará numerosas promesas y te inundará de atenciones y gestos amables. Esta es la fase de "luna de miel", en la que te atrapa y te convence de que es lo mejor que te ha pasado nunca. Recuerda el dicho "si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es". Así, te sentirás tan abrumado/a por sus muestras de atracción instantánea, compromiso instantáneo y planes instantáneos para el futuro, que te perderás el dato principal: ¡que no tiene sentido! Por lo general, las personas sanas requieren un largo proceso para desarrollar una relación debido a que hay mucho en juego. Esperarán a tener mucha información antes de ofrecer un compromiso; no tres semanas. Es cierto que podemos sentirnos fascinados por otras personas con rapidez, pero no hacer esas promesas tan poco realistas ni planear el futuro después de tres citas. Ese rápido enamoramiento es un signo de emociones superficiales que más tarde llevarán al "perdedor" a alejarse de ti tan rápido como se comprometió. El "perdedor" por lo general quiere irse a vivir contigo o casarse contigo en menos de cuatro semanas o muy pronto en la relación.

3. Temperamento atemorizante. El "perdedor" tiene un carácter que asusta. Si tu pareja estalla y hace cosas peligrosas como conducir demasiado deprisa porque está enfadado, romper o arrojar cosas, meterse en peleas, o amenazar a otros, ese temperamento se volverá pronto en tu dirección. Al principio de la relación serás testigo de actos violentos: peleas con otros, amenazas a otros, estallidos violentos contra otros, etc. También oirás hablar de violencia en su vida. Verás y serás testigo de este temperamento (arrojar cosas, gritar, maldecir, conducir deprisa, golpear las paredes y dar patadas a las cosas). Eso servirá para intimidarte y hacer que temas su potencial de violencia, aunque el "perdedor" te asegurará enseguida que está enfadado con otros o con situaciones, no contigo. Al principio te asegurará que nunca dirigiría su hostilidad y violencia hacia ti, pero te está dejando ver claramente que tiene la habilidad y capacidad para hacerlo (y podría suceder). Más tarde temes retarlo o enfrentarte a él o ella, temiendo que esa misma violencia pudiera volverse hacia ti.

4. Destruir tu auto-confianza. El perdedor te rebaja con frecuencia. Constantemente corrige tus más pequeños fallos, haciéndote sentir en guardia, poco inteligente y dejándote con la sensación de que siempre estás haciendo algo mal. Te dice que estás demasiado gordo/a, muy poco atractivo/, que no hablas correctamente o no tienes buena presencia. Esta erosión gradual de tu confianza y autoestima le permite tratarte mal después (como si te lo merecieras). En público te verás andando con mucho cuidado, siempre con el temor de que puedes estar haciendo o diciendo algo incorrecto que más tarde dé lugar a un estallido emocional o una discusión.

5. Privarte de apoyo externo. Para controlar a alguien completamente, has de alejarlo de sus amistades; a veces incluso de su familia. El perdedor piensa que tus amistades o familiares podrían influirte o tener opiniones negativas sobre su conducta. Comienza diciéndote que tus amigos te tratan mal, se aprovechan de ti, y no entienden el tipo especial de amor que compartís. A veces, si no puede librarse de tu mejor amigo/a de tu mismo sexo, te dirá que se le ha insinuado. Si hablas con tus amistades o familiares, el perdedor te castigará haciéndote numerosas preguntas o acusaciones desagradables. Finalmente, en vez de tener que soportar el castigo verbal, interrogatorio y abuso, llegarás a la conclusión de que es mejor no hablar con tus familiares o amigos. Te alejarás de tus amistades y familiares, de modo que se sentirán molestos contigo. El perdedor te dirá entonces que te están tratando mal de nuevo y que será mejor que te mantengas lejos de ellos. Una vez que estás solo/a y aislado/a, sin apoyo, su control sobre ti aumentará.

6. El ciclo de amabilidad y mezquindad. El "perdedor" oscila entre mezquindad y amabilidad continuamente. El ciclo comienza cuando son intencionadamente dañinos y mezquinos. Serás víctima de abuso verbal, serás maldecido/a y te amenazará por algo sin importancia. De repente, al día siguiente se vuelve dulce y hará todas esas pequeñas cosas que hacía cuando empezasteis a salir. Tú sigues ahí, esperando que cada uno de estos ciclos sea el último. El otro propósito de este ciclo de mezquindad es permitir al "perdedor" decir cosas verdaderamente desagradables de ti o las personas que quieres, erosionando de nuevo tu autoestima y autoconfianza. A menudo se disculpará, pero el daño a tu autoestima ya está hecho.

7. Siempre es culpa tuya. El perdedor te culpa a ti de su rabia, así como de cualquier otra conducta incorrecta. Cuando te engaña, te grita, te trata mal o te humilla públicamente, es, de algún modo, culpa tuya. Si llegáis 10 minutos tarde a una cita, es culpa tuya que el "perdedor" conduzca a gran velocidad, haga correr a la gente en la carretera y esté enfurruñado el resto de la noche. El perdedor te dice que su rabia y mal comportamiento no habrían sucedido si tú no hubieras cometido un simple error, le hubieses querido más o no hubieses cuestionado su comportamiento. El "perdedor" nunca jamás se hace responsable de sus actos. Siempre es culpa de alguna otra persona. Si conduce como un loco y trata de echar a algún inocente conductor de la carretera para asaltarlo, es culpa del otro conductor por no usar el intermitente al cambiar de carril. Te dan la impresión de que tú te lo has buscado (la rabia, los gritos, el asalto) y te mereces esa violencia, mala cara o expresión física de agresividad.

8. Pánico ante la ruptura. El "perdedor" siente pánico ante la idea de romper (a no ser que sea totalmente idea suya). Los hombres abusivos a menudo se vienen abajo y lloran, suplican, prometen cambiar y ofrecen matrimonio, viajes, regalos, cuando amenazas con romper la relación. Tanto hombres como mujeres pueden amenazar con suicidarse o con volver con antiguas parejas (quienes se sienten afortunados de que se hayan ido) o amenazan con dejar su trabajo y marcharse de la ciudad, como si tú fueras responsable de esas decisiones. El "perdedor" ofrece una gran cantidad de "tratos" o soluciones a medias, como "salgamos sólo un mes mas". Te inundan con llamadas telefónicas, a menudo cada cinco minutos, con la esperanza de que lleguéis a un acuerdo o lo veas sólo para para detener el acoso telefónico. Algunos llamarán a tus familiares, tus amigos, sus amigos o cualquiera que se le ocurra, para decirles que te llamen y te digan lo mucho que te quiere. Los perdedores más creativos a menudo producen tanta presión social que la víctima accede a volver con la relación antes que continuar bajo esa presión. Imagina que tratas de terminar una relación y empiezas a recibir llorosas llamadas de todos sus parientes (secretamente esperan que tú te quedes con él de modo que ellos no tengan que hacerlo), ver una súplica para que vuelvas en el periódico o incluso en un tablón de anuncios local, recibir flores en el trabajo cada día o que aparezca en tu lugar de trabajo y te ofrezca un anillo de matrimonio (técnica del hombre perdedor) en frente de tus compañeros. Su reacción es emocionalmente intensa, un comportamiento que utilizan para convertirte en su prisionero/a emocional. Si vuelves con él o ella, en realidad temes una reacción pero si amenazas con dejarlo de nuevo (convirtiéndote en su prisionero/a) y a menudo recuerdan el incidente como una evidencia de lo mala persona que eres. Recuerda que si tu preciado perro salta el muro y escapa, después pondrás un muro más alto. Una vez que vuelvas con el perdedor, escapar será tres veces más difícil la próxima vez.

9. Ausencia de interés externo. El "perdedor" te animará a dejar tus aficiones, intereses e implicaciones con otros. Si realizas una actividad individual, exigen acompañarte, haciendo que te sientas mal durante toda la actividad. El motivo de este comportamiento es impedir que tengas diversiones o intereses diferentes a los que ellos controlan.

10. Control paranoide. El perdedor te vigilara y sabrá dónde estás y con quién estás. Si hablas con un miembro del sexo opuesto, te hará veinte preguntas sobre cómo os conocisteis. Si no respondes a su llamada telefónica, te preguntará dónde estabas, qué estabas haciendo, con quién estabas hablando, etc. Observará el tipo de barro que hay en tu coche, te preguntará por qué compras en ciertos lugares, por qué llamaste a un amigo/a, porqué tu amigo/a te llamó a ti, etc. Algunos perdedores te seguirán al supermercado, luego te preguntarán si has estado allí en un intento de pillarte en una mentira. En los casos más graves, mirarán tu correo, tu bolso o cartera, comprobarán quién te ha llamado por teléfono o buscarán pruebas en tu basura. Algunos te animarán a hacer llamadas privadas a tus amistades desde su casa, llamadas que están siendo grabadas en secreto. Pueden empezar a decirte qué ropa ponerte, qué música escuchar y cómo comportarte en público. Finalmente te dirá que no puedes hablar con ciertas amistades o conocidos, ir a determinados lugares o hablar de ciertos temas en público. Si no vais a veros el viernes por la noche, te dirá que te llamará esa noche (en cualquier momento). Eso te mantiene en casa, esperando la llamada, temiendo el abuso verbal y las preguntas que te haría si no estuvieras en casa cuando llamara.. Esta técnica permite al perdedor hacer lo que quiera a nivel social y al mismo tiempo controlar tu comportamiento desde la distancia.

11. Humillación pública. Para mantenerte bajo control en público, el "perdedor" te atacará verbalmente, te insultará o dirá cosas crueles o humillantes de ti en privado o frente a otras personas. En público, aprenderás rápidamente que cualquier opinión que expreses lo llevará a atacarte verbalmente, en ese momento o más tarde. Si permaneces con el "perdedor" demasiado tiempo, pronto te verás sonriendo amablemente sin decir nada y agarrada/o de su brazo en público. También te verás caminando con la cabeza baja, con miedo a ver a un amigo que te hable y dé lugar a una reacción airada del "perdedor".

12. Nunca es suficiente. El perdedor te convence de que nunca eres lo bastante bueno/a. Nunca dices "te quiero" lo suficiente, no estás nunca lo bastante cerca, nunca haces lo suficiente por él o ella después de todos su sacrificios y tu comportamiento siempre parece quedarse corto. Este es otro modo de destruir tu autoconfianza y autoestima. Tras meses de utilizar esta técnica, comienzan a decirte lo afortunado/a que eres de tenerle; de tener a alguien que tolera a una persona tan inadecuada y poco valiosa como tú.

13. Creerse con derecho. El "perdedor" piensa que tiene derecho a hacer cualquier cosa que desee. Si le impiden el tráfico, piensa que tiene perfecto derecho a echar al otro conductor de la carretera, asaltarlo o poner en peligro las vidas de otros conductores con sus estallidos temperamentales. Ten en cuenta que esta misma sensación de tener derecho a todo la usará contra ti. Si desobedeces sus órdenes o deseos o violas alguna de sus reglas, se creen con derecho a castigarte de cualquier modo que consideren oportuno.

14. No gusta a tus amistades o familiares. Conforme la relación avanza, tus amistades y familiares verán lo que el "perdedor" te está haciendo. Notarán un cambio en tu personalidad o verán tu alejamiento. Protestarán y el perdedor te dirá que tienen envidia del "amor especial" que os tenéis y luego usarán sus protestas u opiniones como evidencia de que están contra ti (no contra él). La mención de tus familiares o amistades dará lugar a una respuesta airada por su parte, hasta que dejas de hablar de aquellos por quienes te preocupas, incluso los propios miembros de tu familia. El "perdedor" se sentirá celoso y amenazado por cada persona cercana a ti, incluso tus hijos. En algunos casos, no permitirá que tus padres o hermanos visiten tu casa.

15. Historias desagradables. A menudo la gente te deja saber cosas de su forma de ser a través de las historias que cuentan de sí mismos. Es la vieja historia acerca de darle a alguien cuerda suficiente para que se ahorque a sí mismo. Las historias que nos cuentan nos informan de cómo una persona se ve a sí misma, qué considera interesante, y qué piensan que te impresionará. Una persona humorística, contará historias divertidas de sí misma. Los "perdedores" cuentan historias de violencia, agresión, insensibilidad hacia otros, rechazo de otros, etc. Pueden hablarte de sus relaciones pasadas y en cada caso te asegurará que los trataron tremendamente mal a pesar de lo maravillosos que fueron con esa persona. Alardean de su temperamento y estallidos porque no ven nada malo en la violencia y se enorgullecen de la actitud de "yo no tomo nada de nadie". La gente se define a sí misma con sus historias, de modo similar a como una cultura viene descrita por su folclore y leyendas. Escucha esas historias. Te dirán cómo te tratará al final y lo que viene a tu encuentro.

16. El test de la camarera. Suele decirse que, cuando tienes una cita, el modo en que un individuo trata a una camarera u otra persona neutral del sexo opuesto es el modo en que te tratará a ti en seis meses. Durante la fase de "luna de miel" de la relación te tratará como a una reina o rey. Sin embargo, durante ese tiempo, el "perdedor" no ha olvidado lo que piensa del sexo opuesto. Tratará mal a camareras, dependientes u otras personas neutras. Si son tacaños, no recibirás nada una vez que la "luna de miel" se haya acabado. Si se quejan, critican y atormentan, así es como te tratarán en seis meses. Una persona mentalmente sana es consistente, tratan a casi todo el mundo del mismo modo siempre. Si estás saliendo con un hombre que te trata a ti como a una reina y al resto de las mujeres como basura, sal corriendo.

17. La reputación. Como hemos mencionado, las personas mentalmente sanas son consistentes en su personalidad y comportamiento. El "perdedor" puede tener dos reputaciones diferentes: un grupo de personas que te darán referencias brillantes y un grupo que te dirá que es muy problemático. Si preguntas a 10 personas sobre un nuevo restaurante y 5 te dicen que es maravilloso y otras 5 que es una pocilga, entenderás claramente que existe cierto riesgo al comer ahí. El perdedor puede que alardee de su reputación de matón, mujeriego, temperamental o de "estar loco". Puede contarte historias en las que otros le han dicho que está loco o sugerido que busque ayuda profesional. Presta atención a su reputación. La reputación es la percepción pública del comportamiento de una persona. Si la reputación tiene dos caras, buena y mala, el riesgo es alto. Puede que te enfrentes al lado malo una vez que la fase de "luna de miel" se haya acabado. Debido a sus graves problemas de comportamiento, el perdedor apenas tendrá amigos, sólo conocidos. Las personas emocionalmente sanas y éticas no tolerarán amistades con perdedores que tratan a otros tan mal. Si descubres que no te gustan las amistades de tu pareja es debido a que operan del mismo modo que él o ella.

18. Andar de puntillas. Conforme la relación con el "perdedor" avanza, te verás expuesta/o gradualmente a intimidación verbal, largos interrogatorios sobre cosas triviales, violencia y amenazas dirigidas a otros pero que tú presencias, preocupación paranoide con tus actividades y una variedad de desprecios hacia tu personalidad. Pronto te verás "andando de puntillas" en su presencia, con miedo de plantear temas, miedo a decirle que has hablado con tal o cual persona y miedo a cuestionar o criticar el comportamiento del "perdedor". En vez de vivir un amor cálido y reconfortante, te sentirás constantemente nervios/a, tenso/a al hablar con otros (podrían decir algo que tuvieras que explicar más tarde) y con miedo de encontrarte con alguien que tengas que saludar en público. Las citas y el tiempo juntos serán más agradables cuando estéis totalmente solos, exactamente lo que el "perdedor" quiere: ninguna interferencia con su control o dominación.

19. Desprecio de sentimientos y opiniones. El "perdedor" está tan centrado en sí mismo que los sentimientos y opiniones de los demás carecen de importancia. Conforme la relación avanza y comienzas a cuestionarte lo que estás sintiendo o viendo en su conducta, te dirá que tus sentimientos y opiniones no tienen sentido, son absurdos y que estás emocionalmente perturbado/a si piensas esas cosas. El "perdedor" no tiene interés en tus sentimientos y opiniones, pero se sentirá perturbado y molesto si osas cuestionar su conducta. El "perdedor" se muestra tremendamente hostil ante las críticas y a menudo reacciona con ira cuando se cuestiona su comportamiento.

20. Te vuelven loco/a. El "perdedor" opera de un modo tan destructivo que te encuentras haciendo "locuras" como autodefensa. Si tu pareja tiene previsto llegar a las 8 de la tarde haces una llamada a un servicio de la compañía telefónica para evitar que utilice un servicio de rellamada, revisas la basura en busca de algo que pudiera meterte en problemas y llamas a tus familiares y amigos para decirles que no te llamen esa noche. Adviertes a tus familiares y amigos de que no saquen ciertos temas, evitas lugares en la ciudad donde puedes encontrarte con familiares y amigos y no hablas con otros por miedo a las 20 preguntas. Te vuelves también paranoico/a, teniendo cuidado de lo que vistes y dices. Los hombres no violentos se ven envueltos en peleas físicas con mujeres perdedoras. Las mujeres no violentas se ven a sí mismas gritando cuando ya no pueden soportar más el abuso verbal o intimidación. Cuando tenemos que defendernos emocional y físicamente, nos comportamos de un modo diferente y extraño. Cuando pienses que te estás volviendo loca/o, es importante recordar que no existe un comportamiento que pueda considerarse normal en una situación de combate. Puedes estar seguro/a de que tu comportamiento volverá a la normalidad si te separas del "perdedor" antes de que te haga un daño psicológico permanente.

Directrices para separarse

Separarse del perdedor, a menudo implica tres etapas: el desapego, la finalización de la relación y la protección subsiguiente.

El desapego.

Durante esta parte, reconoces lo que debes hacer y creas un "plan de fuga". Muchas personas fracasan en su intento de separarse porque se marchan de repente e impulsivamente sin haberlo planeado previamente y sin recursos. En muchos casos el "perdedor" ha aislado a su pareja, tiene el control de sus finanzas o tiene el control de herramientas necesarias para la huida, como el coche. Durante esta fase deberías:

- Observar el modo en que te trata. Observa los métodos descritos aquí arriba y cómo el "perdedor" trabaja.

- Gradualmente vuélvete más aburrido/a, habla menos, comparte menos sentimientos y opiniones. El objetivo es aburrir al perdedor para que afloje el apego emocional y al mismo tiempo no crear una situación que te convirtiese en blanco de su conducta.

- Con calma y en silencio, contacta con tu familia y otras personas que te apoyen. Determina que tipo de ayuda pueden ofrecerte (un lugar para vivir, protección, ayuda financiera, etc.)

- Si temes la violencia o el abuso, contacta con las fuerzas de seguridad o pide una orden de protección.

- Si el "perdedor" es destructivo, llévate lentamente tus objetos más preciados de la casa o trata de recuperarlos si están en su poder. En algunos casos, perderás algunos objetos personales durante la separación (un pequeño precio a pagar por librarte de él).

-Deja de discutir. Deja de defenderte y de dar explicaciones (respondiendo con comentarios como "he estado muy confusa últimamente" o "estoy bajo tanto estrés que no sé por qué hago nada más").

- Deja caer pistas de que estás deprimido/, quemado/a o confusa/o sobre la vida en general. Recuerda que el perdedor nunca se hace responsable de lo que pasa en la relación. Se sentirá mejor al dejar la relación si puede echarte la culpa a ti. Muchas personas se ven obligadas a parecer confusas y aburridas, permitiendo al "perdedor" decir a los demás: "mi pareja está medio chalada". Puede decir a otros que estás loco/ o confundido, pero estarás más segura/o. Permite a los demás que piensen lo que quieran de ti mientras estás en el proceso de desapego.

- No comiences otra relación. Eso sólo complicará tu situación y aumentará la rabia. Tu mejor baza es no asomar la cabeza durante unos meses. El perdedor localizará rápidamente otra víctima y se sentirá instantáneamente apegado a ella en cuanto su vínculo contigo empiece a decaer.

- Cuando el perdedor empiece a cuestionar los cambios en tu comportamiento, admite confusión, depresión, anestesia emocional y toda una serie de reacciones aburridas. Esto establecerá la base para el fin de la relación.

Terminar la relación

Recuerda que el "perdedor" no acepta la responsabilidad, responde con rabia a las críticas y es propenso a reaccionar con pánico ante el abandono. Acabar la relación implica seguir con el mismo tema que en el desapego.

- Dile que te sientes emocionalmente anestesiado/a, confusa/o, no puedes sentir nada por nadie y quieres acabar la relación casi por su propio bien. Recuérdale que seguramente ha notado que algo va mal y necesitas tiempo para ordenar tus sentimientos y arreglar lo que está mal en ti. Aunque pueda resultar repulsivo, tendrás que decirle "no soy apropiado/a para nadie en este momento de mi vida". Si puede echarte la culpa a ti, tal y como haría si acabara él la relación, se alejará antes.

- Si le entra el pánico recibirás un aluvión de llamadas telefónicas, cartas, notas en tu coche, etc. Reacciona ante todas del mismo modo: un aburrido "gracias". Si reaccionas de forma exagerada o cedes, habrás perdido el control.

- Céntrate en tu necesidad de alejarte de la relación. No cedas ante las muchas ofertas que te hará, como veros con menos frecuencia, verlos sólo una vez a la semana, romper sólo durante una semana, ir juntos a terapia, etc. Siempre que el perdedor esté en contacto contigo, pensará que tiene una oportunidad de manipularte.

- El perdedor se centrará en hacerte sentir culpable. En cada contacto telefónico, escucharás cuánto te ama, cuánto ha hecho por ti, y lo mucho que se ha sacrificado por ti. Al mismo tiempo, te dirá lo mala persona que eres por traicionarle, por no darle una oportunidad para arreglar las cosas y humillarlo con la terminación de la relación.

- No intentes hacer que entienda cómo te sientes (no sucederá). Al "perdedor sólo le preocupa lo que siente él. Tus sentimientos son irrelevantes. Perderás el tiempo intentado hacer que te comprenda y él verá la discusión como una oportunidad para hacerte sentir culpable y manipularte.

- No te dejes engañar por repentinos cambios en su comportamiento o promesas de matrimonio, viajes, regalos, etc. En este momento ya has visto cómo es el "perdedor" normalmente. Aunque cualquiera puede cambiar por un corto periodo de tiempo, pronto volverá a su comportamiento habitual una vez que la crisis termine.

- Busca ayuda profesional o el apoyo de otras personas durante este tiempo. Necesitarás ánimos y orientación. Ten en mente que si el "perdedor" descubre que has buscado ayuda, criticará al consejero, terapeuta, o tu esfuerzo.

- No utilices términos como "algún día", "tal vez" o "en el futuro". Cuando el "perdedor" escuche esas posibilidades, pensará que te estás debilitando e incrementará la presión.

- Imagina una máquina tragaperras. Si estamos en las Vegas en una de estas máquinas y le damos a la palanca diez veces y no sucede nada, nos vamos a otra máquina. Sin embargo, si en el décimo intento, ganamos dinero, aunque sea poco, seguimos tirando de la palanca, penando que el gran premio está cerca. Si somos lo bastante estrictos y estables en nuestra decisión de terminar la relación durante muchos días y de repente ofrecemos una posibilidad o esperanza de reconciliación, la presión continuará. Nunca cambies de posición. El "perdedor" dejará de jugar a una máquina que no le da nada y se marchará a otra.

Protección

El perdedor nunca admite su responsabilidad o implicación en la relación. Desde una perspectiva psicológica, el "perdedor" ha vivido y se ha comportado de este modo durante toda su vida adulta. Al no verse realmente como equivocado o con un problema, puede pensar que su pareja está atravesando una fase. Su pareja (la víctima) puede estar temporalmente confusa, puede estar escuchando a la gente equivocada o puede estar enfadado/a por algo y lo superará pronto. El "perdedor" rara vez se distancia completamente y a menudo intentará seguir en contacto con su pareja incluso cuando la relación ha terminado. Algunas directrices de protección para esta etapa son las siguientes:

- Nunca cambies tu postura original. ¡Se ha acabado para siempre! No hables acerca de posibles cambios en tu postura en el futuro. Puedes pensar que eso cambiará al "perdedor" pero sólo le dice que existen posibilidades y que sólo hace falta un poco más de presión para que vuelvas.

- No aceptes verlo para hablar de viejos temas. Para el perdedor, discutir antiguos temas es un modo de molestarte, ponerte en guardia y utilizar la culpa para engancharte de nuevo.

- No le des detalles sobre tu nueva vida. Asegúrale que ahora tanto tu vida como la suya son privadas y que esperas que sea feliz.

- Si empiezas a sentirte culpable durante una llamada, corta enseguida. Mucha gente vuelve con malas relaciones principalmente debido a la culpa. Si escuchas esas llamadas, por ejemplo, gravándolas, verás que pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer que te sientas culpable

Uau! das en el clavo
Describes con precisión muchas facetas de mi marido.

Gracias por compartirlo Alhada.

En estos momentos estas reflexiones me hacen mucha falta.

Un saludo

Sasha

A
an0N_907628599z
5/3/09 a las :43
En respuesta a isra_8582066

Así es un hombre, descrito por una mujer.
Así es un hombre.....
¿Quién puede decir ciertamente, que es un hombre?, ¿Qué piensa?, ¿A que le teme?, ¿Por qué vibra?, ¿Qué es lo que mas le interesa en la vida y en el mundo?, ¿Hasta donde es capaz de amar sin pensar que esta loco ó que es ridículo?, ¿Quién puede decir que realmente conoce a un hombre?....
¿Quién puede decir que verdaderamente lo comprende?....
A veces pareciera que si, que es posible, que atravesando el complicado laberinto de sus pensamientos, una ha llegado al fondo de ese lugar secreto, escondido, protegido por los cinco sentidos y lo ha encontrado....
Pero un minuto despúes, se rebela.... cambia todas las huellas, las borra, cambia su tono de voz, de piel, cambia la intensidad de la mirada, se vuelve hozco, lejano, inalcanzable.... y otra vez estamos fuera.... otra vez comenzando....
Con un hombre nunca se esta en camino, siempre se esta empezando a caminar....
Un hombre.... que dilema !!!!
Amamos a un hombre y nos abrimos con una daga el pecho para darle nuestro corazón desnudo en la palma de su mano, desnudo y tembloroso, y él tiene miedo de abrirse el pecho para cobijar ese corazón que se le esta brindando.... y cuando oye que su propio corazón late solo.... dice que esta solo, como siempre, sin darle importancia al otro corazón....
Es que tal vez él no quería que le diéramos el corazón, tal vez quería una sonrisa, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestra vida....
Es probable que él buscaba la suavidad de nuestra piel, para sembrar en ella unos luceros que súbitamente le crecieron en la sangre, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestra sangre....
Quizás tan solo quería tener cerca nuestro silencio, para poder pensar que estaba acompañado, y nosotras exageradas como siempre, le dimos nuestros pensamientos....
¿Acaso no es, cuando no damos nada, que mas recibimos de un hombre?....
¿Acaso no es, cuando damos solamente un poco de nuestra piel, cuando recibimos todo de él.... su piel, sus nervios, sus músculos tirantes, su clamor, su hogera?....
¿Acaso no es, cuando damos solamente el silencio, cuando recibimos su grito y su llamado.... su pedido de rodillas?....
¿No es cuando le dejamos la duda, cuando nos ofrece todo con certeza.... nos promete la luz, el agua, la luna y las estrellas?....
Y cuando vamos por nuestro camino sin detenernos, él quiere llevarnos por su camino, dejarnos transitar por él, mostrarnos su puerto.... y cuando no lo vemos.... él quiere que lo miremos....
Y cuando no lo amamos.... él quiere amarnos y hace lo imposible para que dejemos caer sobre él una pequeña gota de amor.... pequeña y transparente como una lagrima....
Y sus manos son nido, cuando no somos aves....
Y su ternura es vino, cuando no somos cántaro....
Y su pasión es llama, cuando no somos leña....
Y su cariño es un millón de luciérnagas, cuando no somos noche....
Y su prescencia es sol, cuando no somos cielo, ni día y ni le pertenecemos....
Cuando nuestro jardín esta sin siembra.... él quiere recoger rosas....
Cuando el muro es resbaladizo y alto.... él quiere treparlo, para ver que hay del otro lado....
Lo que un hombre quiere, es ser niño.... cuando lo necesitamos hombre del todo....
Ser hombre cuando inventamos para él un parque con una calesita y un montón de hamacas....
Y quiere que volemos.... cuando él mismo ha cortado nuestras alas....
Es por eso que no sé; verdaderamente no sé de quien nos enamoramos las mujeres, si de un hombre, ó de la idealización del hombre que tenemos en mente....
Si de un hombre, ó de la imagen que tenemos guardada ó inventada en nuestro corazón....
Y creemos que él le teme a la soledad.... pero eso es lo que él mas ama.... su soledad.... él teme perderla....
Por eso, ¿Quién cree que conoce a un hombre?....
Son imprescindibles.... y tan escenciales, así como nosotras....
Pero ellos creen que siempre van a ganar.... a veces lo hacen.... pero todos alguna vez perdemos.... mucho ó poco

Que verdad
Que verdades dices como puños y bien expresadas, gracias Alhada nos ayudas mucho, si no eres escritora podias dedicarte a ello yo seria una buena fan tuya,saludos.

I
isra_8582066
5/3/09 a las 10:29
En respuesta a an0N_907628599z

Que verdad
Que verdades dices como puños y bien expresadas, gracias Alhada nos ayudas mucho, si no eres escritora podias dedicarte a ello yo seria una buena fan tuya,saludos.

Gracias chicas,por leer mis pensamientos...
No hay nada en este momento que me haga sentir mejor que entrar en este foro para ver si de alguna forma puedo devolver a alguna persona el bien que me han hecho a mí cuando lo necesitaba y que sigo necesitando porque estoy en proceso aún, de una forma u otra todas las que participamos aquí hemos vivido experiencias dolorosas en nuestras relaciones tanto de pareja, como la violencia que se puede ejercer en otros ambitos de poder.
Pero algunas de nosotras a base de fuerza de voluntad y de rechazo al abuso estamos saliendo adelante así que nada es imposible nosotras tenemos el poder de cambiar nuestra vida, es más en las situaciones más difíciles demostramos las grandes luchadoras que somos y renacemos de nuestras cenizas, pera ser aún más lindas que antes porque hemos superado esa difícil prueba que nos puso la vida y hemos salido fortalecidas sin peder nuestra esencia.

A
an0N_969444099z
5/3/09 a las 10:59

Lo subo, alhada
sólo eso.
Sigue adelante.
un abrazo

I
isra_8582066
6/3/09 a las 10:30
En respuesta a an0N_969444099z

Lo subo, alhada
sólo eso.
Sigue adelante.
un abrazo

Espero que no te halla molestado,que le escribiera este mensaje a tú marido...
...Te lo intenté mandar por el pribado porque como tienes tantos no sé si lo llegará a leer y no me deja así que haber si lo lee por aquí y medita un poco si quiere que mejore su vida matrimonial, no se puede decir que se ama a una mujer y ver que se apaga y permanecer inmutable eso no es amor es arrogancia...

Con tú permiso y espero no estar cometiendo un error le voy a escribir un mensaje a tu marido y espero que se fije más en el contenido que en continente....Señor X...yo no le conozco personalmente ni tengo derecho a juzgar su vida ni la de nadie cada uno hace lo que puede con los medios que dispone y rigiendose por su conciencia o su educación (aunque a veces no se halla recivido una buena educación,ni se tenga una conciencia bien entrenada), pero todos y cada uno de los seres humanos tenemos una responsabilidad en este mundo de responder por nuestros propios actos sin escondernos detrás de lo que hacen los demás. Imaginese que le insultan, cual es su acto reflejo ¿insultar? puede que se le encienda algo dentro y por orgullo quiera responder de la misma forma pero... ¿soluciona algo su reacción la situación?,yo creo que nó. Es como cuando le decimos a nuestros hijos gritando que no chillen ¿que ejemplo le damos?.
Los demás nos observan más de lo que nosotros pensamos y no se fijan tanto en lo que decimos sino en lo que hacemos. Con esto le quiero decir es que en vez de sentirse ofendido porque su mujer participa en este foro debería meditar sobre que es lo que le llevó a tener la necesidad de hacerlo,nunca se a preguntado¿como es posible que sea precisamente en un apartado de violencia de genero?,usted a lo mejor piensa que el acosador tiene que manifestarse por pegar o insultar,pero hay muchas más formas de minar a una persona y precisamente por ser más sutiles hacen mucho más daño y son más dificiles de identificar... La indiferencia, la falta de comunicación, el no tener en cuenta los deseos o forma de ser del otro son algunas de las formas de limitar el desarrollo intelectual de la otra persona, los que te quieren no te hacen llorar, te hacen razonar y te ayudan a crecer y si realmente es usted una persona madura no le coja los peces a su mujer, enséñela a pescar. Usted no se puede meter en la mente de ella y decirle como pensar porque le está quitando totalmente su autonomía, y la está desautorizando delante de sus hijos que pretende ¿que no la respenten, y que cuando ella tome una decisión con respecto a su educación le ignoren por completo? además el mensaje que les está transmitiendo a ellos no solamente deja en mala posición a su mujer sino a usted también porque les está diciendo que no supo escoger una madre para ellos y que tiene una niña más que criar en casa,con lo que ellos en vez de ver en su padre una persona ambiciosa que desea ebolucionar, ven una persona estancada y conformista y si eso no es así y desea que su mujer le entienda lo primero que debe hacer es entenderla usted a ella, a lo mejor después de ponerse en su lugar no se siente tan molesto y no le dice tantas veces como debe actuar sino que recibe usted los consejos de como debe hacerlo usted y si ve que no congenian una de dos o se empiezan adaptar el uno al otro y luchan por cambiar el modo que tenían de hacer las cosas o rompen su relación amistosamente pensando en el bienestar de sus hijos y que resulte lo menos doloroso posible para ellos. Pero las verdaderas revoluciones comienzan por uno mismo y no son temporales deje usted de educar a los demás y eduquese a sí mismo.

T
teslem_9694439
6/3/09 a las 10:50
En respuesta a isra_8582066

Espero que no te halla molestado,que le escribiera este mensaje a tú marido...
...Te lo intenté mandar por el pribado porque como tienes tantos no sé si lo llegará a leer y no me deja así que haber si lo lee por aquí y medita un poco si quiere que mejore su vida matrimonial, no se puede decir que se ama a una mujer y ver que se apaga y permanecer inmutable eso no es amor es arrogancia...

Con tú permiso y espero no estar cometiendo un error le voy a escribir un mensaje a tu marido y espero que se fije más en el contenido que en continente....Señor X...yo no le conozco personalmente ni tengo derecho a juzgar su vida ni la de nadie cada uno hace lo que puede con los medios que dispone y rigiendose por su conciencia o su educación (aunque a veces no se halla recivido una buena educación,ni se tenga una conciencia bien entrenada), pero todos y cada uno de los seres humanos tenemos una responsabilidad en este mundo de responder por nuestros propios actos sin escondernos detrás de lo que hacen los demás. Imaginese que le insultan, cual es su acto reflejo ¿insultar? puede que se le encienda algo dentro y por orgullo quiera responder de la misma forma pero... ¿soluciona algo su reacción la situación?,yo creo que nó. Es como cuando le decimos a nuestros hijos gritando que no chillen ¿que ejemplo le damos?.
Los demás nos observan más de lo que nosotros pensamos y no se fijan tanto en lo que decimos sino en lo que hacemos. Con esto le quiero decir es que en vez de sentirse ofendido porque su mujer participa en este foro debería meditar sobre que es lo que le llevó a tener la necesidad de hacerlo,nunca se a preguntado¿como es posible que sea precisamente en un apartado de violencia de genero?,usted a lo mejor piensa que el acosador tiene que manifestarse por pegar o insultar,pero hay muchas más formas de minar a una persona y precisamente por ser más sutiles hacen mucho más daño y son más dificiles de identificar... La indiferencia, la falta de comunicación, el no tener en cuenta los deseos o forma de ser del otro son algunas de las formas de limitar el desarrollo intelectual de la otra persona, los que te quieren no te hacen llorar, te hacen razonar y te ayudan a crecer y si realmente es usted una persona madura no le coja los peces a su mujer, enséñela a pescar. Usted no se puede meter en la mente de ella y decirle como pensar porque le está quitando totalmente su autonomía, y la está desautorizando delante de sus hijos que pretende ¿que no la respenten, y que cuando ella tome una decisión con respecto a su educación le ignoren por completo? además el mensaje que les está transmitiendo a ellos no solamente deja en mala posición a su mujer sino a usted también porque les está diciendo que no supo escoger una madre para ellos y que tiene una niña más que criar en casa,con lo que ellos en vez de ver en su padre una persona ambiciosa que desea ebolucionar, ven una persona estancada y conformista y si eso no es así y desea que su mujer le entienda lo primero que debe hacer es entenderla usted a ella, a lo mejor después de ponerse en su lugar no se siente tan molesto y no le dice tantas veces como debe actuar sino que recibe usted los consejos de como debe hacerlo usted y si ve que no congenian una de dos o se empiezan adaptar el uno al otro y luchan por cambiar el modo que tenían de hacer las cosas o rompen su relación amistosamente pensando en el bienestar de sus hijos y que resulte lo menos doloroso posible para ellos. Pero las verdaderas revoluciones comienzan por uno mismo y no son temporales deje usted de educar a los demás y eduquese a sí mismo.

Alhada....
gracias.

Mi marido justifica todo esto diciéndome que estoy mal.

Entonces tiene que velar por mí y por sus hijos.

Gracias por tu mensaje.
Creo que es muy constructivo.
un abrazo

I
isra_8582066
6/3/09 a las 11:14
En respuesta a teslem_9694439

Alhada....
gracias.

Mi marido justifica todo esto diciéndome que estoy mal.

Entonces tiene que velar por mí y por sus hijos.

Gracias por tu mensaje.
Creo que es muy constructivo.
un abrazo

No se trata de si tú estas mal o lo está él...
Se trata de que la situación es la que está mal que no solamente te está haciendo daño a tí sino que con su aislamiento afectibo les está perjudicando a sus hijos.
El no es un buen referente para ellos de como se tiene que solucionar un conflicto, él toma el camino facil que es no tratar de solucionar el problema viendo cual es su cuota de culpa sino dejandote a tí con toda la carga, incluso y es más aunque incluso así fuera y tú seas totalmente responsable de la situación a la que llegaisteis, él tiene que saberte explicar las cosas y poner de su parte.
No creo que menospreciando tus sentimientos y hostigandote o apartandose, que no sé que es lo que se le da mejor, esté arreglado nada. Hay que saber enfretarse con uno mismo y mirarse en el espejo aunque asuste, pero si realmente teneis interés de un modo u otro lo solucionareis y no se puede poner solo de un lado, para equilibrar la balanza debeis de poner de ambas partes. Y si tu lo intentas pero el no responde piensa en lo que es mejor ya no para vosotros sino para vuestros hijos y nunca más permitas que otros piensen por tí.

I
isra_8582066
6/3/09 a las 11:39
En respuesta a isra_8582066

No se trata de si tú estas mal o lo está él...
Se trata de que la situación es la que está mal que no solamente te está haciendo daño a tí sino que con su aislamiento afectibo les está perjudicando a sus hijos.
El no es un buen referente para ellos de como se tiene que solucionar un conflicto, él toma el camino facil que es no tratar de solucionar el problema viendo cual es su cuota de culpa sino dejandote a tí con toda la carga, incluso y es más aunque incluso así fuera y tú seas totalmente responsable de la situación a la que llegaisteis, él tiene que saberte explicar las cosas y poner de su parte.
No creo que menospreciando tus sentimientos y hostigandote o apartandose, que no sé que es lo que se le da mejor, esté arreglado nada. Hay que saber enfretarse con uno mismo y mirarse en el espejo aunque asuste, pero si realmente teneis interés de un modo u otro lo solucionareis y no se puede poner solo de un lado, para equilibrar la balanza debeis de poner de ambas partes. Y si tu lo intentas pero el no responde piensa en lo que es mejor ya no para vosotros sino para vuestros hijos y nunca más permitas que otros piensen por tí.

El material, ya sabes ... para las nuevas...toma tus propias decisiones,.
Alguna vez te habrás encontrado en la siguiente situación: te invitaron a una reunión en una casa en la cual solamente habías estado antes una vez, y que además estaba ubicada en un barrio que no conocías muy bien. Cuando llegó el momento, partiste muy confiado en que no ibas a tener problemas en hallar la casa porque, después de todo, ¡ya habías estado allí!
Cuando llegaste al barrio, comenzaron las primeras dudas. Las cosas no eran exactamente como las recordabas y, además, algunos recuerdos resultaron estar más borrosos de lo que creías. ¿Era esta calle o aquella? ¿Había que doblar en la plaza o más allá?
Para complicar más la situación, si ibas acompañado, tus acompañantes comenzaron a emitir sus propias opiniones. Uno decía: "Yo creo que era por acá". El otro: "No, a mí me parece que era por allá". Como ninguno estaba muy seguro, decidieron preguntar a la primera persona que encontraran. Esto, sin embargo, no solucionó demasiado las cosas porque el consultado no se acordaba bien del nombre de las calles o de si la casa tenía rejas verdes o negras. Al final, felizmente, consiguieron encontrar la casa y llegar, si bien un poco tarde, a la reunión. Entonces fue que te prometiste: "Esto no me vuelve a ocurrir. La próxima vez que me ocurra algo parecido, averiguaré bien cómo llegar antes de salir."
Si cumpliste o no tu promesa, no nos interesa ahora. Lo que importa es darse cuenta de que la vida nos coloca muchas veces en situaciones similares, donde tenemos que llegar a un lugar que no sabemos exactamente donde queda, por caminos que tampoco conocemos bien. Lo que es más, esto ocurre con tanta frecuencia que se diría que es la característica misma de la vida colocarnos en tales situaciones.
Cuando dejamos atrás la infancia y la adolescencia, ya nuestros pasos dejan de estar bajo la dirección de nuestros padres y nos encontramos con que tenemos que decidir por nuestra cuenta hacia dónde los encaminamos. Es entonces que nos asaltan las primeras dudas, que no nos abandonarán por el resto de nuestra vida.
¿Cómo orientarnos en el camino de la vida? Muchas veces resulta difícil, pero sin embargo debemos hacerlo, debemos tomar una decisión: vamos hacia aquí o hacia allí. La esencia de la vida es el movimiento; si algo se mueve es porque tiene vida. La inmovilidad es sinónimo de muerte, por lo que no podemos quedarnos inmóviles: tenemos que movernos.
El problema es hacia dónde nos movemos. A menudo la información de que disponemos es muy precaria: vagos recuerdos, suposiciones, datos que no son muy confiables. Tenemos que evaluar cada elemento del que disponemos y determinar qué confianza le vamos a otorgar. Buscaremos la información que nos falta, ya sea preguntando a otras personas o investigando en los libros o revistas. Y al final, tendremos que tomar una decisión.
Esa decisión que tomes, marcará, en menor o mayor medida, el rumbo de tu vida. Puede ser una cosa de poca importancia, como el lugar donde pasarás tus vacaciones, o algo realmente significativo, como la elección de una carrera o de la persona con la que te vas casar. Lo que debes darte cuenta es de que, en gran medida, la orientación que tome tu vida dependerá de las decisiones que hagas.
Por supuesto que pueden ocurrir sucesos fuera de tu control que te obliguen a seguir un determinado rumbo, acontecimientos en la sociedad o en tu familia que te coloquen en una situación que tal vez no hubieras elegido. Pero aún en ese caso, siempre habrá algún aspecto en el cual puedas y tengas que ejercer tu decisión personal.
Si bien no puedes hacer de tu vida lo que quieras, porque hay factores condicionantes que están más allá de tu capacidad, lo cierto es que la vida misma te está pidiendo constantemente que tomes decisiones que afectarán tu futuro. Reconocerlo es el primer paso para tomar el control de tu vida, ya que si lo ignoras, lo que en realidad estás haciendo es dejar que los otros decidan por ti.
Debes ser consciente de que gran parte de lo que te ocurre cae dentro de tu capacidad de decisión. Si renuncias a tomar el control en aquellos casos en que sí puedes hacerlo, también estás tomando una decisión: la de dejar que algún otro se ocupe de lo que tú no quieres hacer, es decir, determinar que será de tu vida.
Decidir es una tarea angustiosa, ya que pocas veces se tiene la información necesaria o la seguridad de que lo que uno decida podrá llevarse a cabo. Por eso es que muchas personas escapan a esta responsabilidad, dejando que el azar u otras personas decidan por ellas. Están en su derecho al hacerlo, pero después no deben quejarse si las cosas no salieron como querían.
Por más doloroso que sea el tener que tomar una decisión, es conveniente que seas tú el que lo hagas si la misma afecta tu futuro. Existen técnicas que te pueden ayudar a que tu decisión sea mejor. Aprender esas técnicas es, en cierta manera, aprender a vivir, ya que la vida consiste en eso: en tomar decisiones. Recuerda siempre que si tú no tomas el control de tu vida, alguien lo hará por ti.



T
teslem_9694439
6/3/09 a las 11:44
En respuesta a isra_8582066

El material, ya sabes ... para las nuevas...toma tus propias decisiones,.
Alguna vez te habrás encontrado en la siguiente situación: te invitaron a una reunión en una casa en la cual solamente habías estado antes una vez, y que además estaba ubicada en un barrio que no conocías muy bien. Cuando llegó el momento, partiste muy confiado en que no ibas a tener problemas en hallar la casa porque, después de todo, ¡ya habías estado allí!
Cuando llegaste al barrio, comenzaron las primeras dudas. Las cosas no eran exactamente como las recordabas y, además, algunos recuerdos resultaron estar más borrosos de lo que creías. ¿Era esta calle o aquella? ¿Había que doblar en la plaza o más allá?
Para complicar más la situación, si ibas acompañado, tus acompañantes comenzaron a emitir sus propias opiniones. Uno decía: "Yo creo que era por acá". El otro: "No, a mí me parece que era por allá". Como ninguno estaba muy seguro, decidieron preguntar a la primera persona que encontraran. Esto, sin embargo, no solucionó demasiado las cosas porque el consultado no se acordaba bien del nombre de las calles o de si la casa tenía rejas verdes o negras. Al final, felizmente, consiguieron encontrar la casa y llegar, si bien un poco tarde, a la reunión. Entonces fue que te prometiste: "Esto no me vuelve a ocurrir. La próxima vez que me ocurra algo parecido, averiguaré bien cómo llegar antes de salir."
Si cumpliste o no tu promesa, no nos interesa ahora. Lo que importa es darse cuenta de que la vida nos coloca muchas veces en situaciones similares, donde tenemos que llegar a un lugar que no sabemos exactamente donde queda, por caminos que tampoco conocemos bien. Lo que es más, esto ocurre con tanta frecuencia que se diría que es la característica misma de la vida colocarnos en tales situaciones.
Cuando dejamos atrás la infancia y la adolescencia, ya nuestros pasos dejan de estar bajo la dirección de nuestros padres y nos encontramos con que tenemos que decidir por nuestra cuenta hacia dónde los encaminamos. Es entonces que nos asaltan las primeras dudas, que no nos abandonarán por el resto de nuestra vida.
¿Cómo orientarnos en el camino de la vida? Muchas veces resulta difícil, pero sin embargo debemos hacerlo, debemos tomar una decisión: vamos hacia aquí o hacia allí. La esencia de la vida es el movimiento; si algo se mueve es porque tiene vida. La inmovilidad es sinónimo de muerte, por lo que no podemos quedarnos inmóviles: tenemos que movernos.
El problema es hacia dónde nos movemos. A menudo la información de que disponemos es muy precaria: vagos recuerdos, suposiciones, datos que no son muy confiables. Tenemos que evaluar cada elemento del que disponemos y determinar qué confianza le vamos a otorgar. Buscaremos la información que nos falta, ya sea preguntando a otras personas o investigando en los libros o revistas. Y al final, tendremos que tomar una decisión.
Esa decisión que tomes, marcará, en menor o mayor medida, el rumbo de tu vida. Puede ser una cosa de poca importancia, como el lugar donde pasarás tus vacaciones, o algo realmente significativo, como la elección de una carrera o de la persona con la que te vas casar. Lo que debes darte cuenta es de que, en gran medida, la orientación que tome tu vida dependerá de las decisiones que hagas.
Por supuesto que pueden ocurrir sucesos fuera de tu control que te obliguen a seguir un determinado rumbo, acontecimientos en la sociedad o en tu familia que te coloquen en una situación que tal vez no hubieras elegido. Pero aún en ese caso, siempre habrá algún aspecto en el cual puedas y tengas que ejercer tu decisión personal.
Si bien no puedes hacer de tu vida lo que quieras, porque hay factores condicionantes que están más allá de tu capacidad, lo cierto es que la vida misma te está pidiendo constantemente que tomes decisiones que afectarán tu futuro. Reconocerlo es el primer paso para tomar el control de tu vida, ya que si lo ignoras, lo que en realidad estás haciendo es dejar que los otros decidan por ti.
Debes ser consciente de que gran parte de lo que te ocurre cae dentro de tu capacidad de decisión. Si renuncias a tomar el control en aquellos casos en que sí puedes hacerlo, también estás tomando una decisión: la de dejar que algún otro se ocupe de lo que tú no quieres hacer, es decir, determinar que será de tu vida.
Decidir es una tarea angustiosa, ya que pocas veces se tiene la información necesaria o la seguridad de que lo que uno decida podrá llevarse a cabo. Por eso es que muchas personas escapan a esta responsabilidad, dejando que el azar u otras personas decidan por ellas. Están en su derecho al hacerlo, pero después no deben quejarse si las cosas no salieron como querían.
Por más doloroso que sea el tener que tomar una decisión, es conveniente que seas tú el que lo hagas si la misma afecta tu futuro. Existen técnicas que te pueden ayudar a que tu decisión sea mejor. Aprender esas técnicas es, en cierta manera, aprender a vivir, ya que la vida consiste en eso: en tomar decisiones. Recuerda siempre que si tú no tomas el control de tu vida, alguien lo hará por ti.



Sólo puntualizar una cosa
cuando hay un problema en la pareja, cuando hay una situación de abuso, un desequilibrio de poder en la pareja.......hay que atajarlo, chicas.
Si no se ataja, irá a peor. El desequilibrio será cada vez mayor.
Porque la vida cambia siempre....queramos o no. Pongamos de nuestra parte para que cambie para mejor.
Porque sólo hay dos opciones: o cambia para mejor, o lo hace para peor.
Gracias, alhada.

I
isra_8582066
6/3/09 a las 11:58
En respuesta a teslem_9694439

Sólo puntualizar una cosa
cuando hay un problema en la pareja, cuando hay una situación de abuso, un desequilibrio de poder en la pareja.......hay que atajarlo, chicas.
Si no se ataja, irá a peor. El desequilibrio será cada vez mayor.
Porque la vida cambia siempre....queramos o no. Pongamos de nuestra parte para que cambie para mejor.
Porque sólo hay dos opciones: o cambia para mejor, o lo hace para peor.
Gracias, alhada.

Cambia para mejor...y si no que me lo digan a mi. con lo que me costó...
Cuando aún no estaba preparada del todo para tomar la decisión de apartarme definitibamente de ese ca... me escuchó, y me aconsejó, tapa, diorissia, pink, y otras muchas más que me animaron con sus esperiencias, dandome cariño, o un pequeño tirón de orejas y hoy mi estado de animo no tiene nada que ver con el de hace dos semanas como comentaba en otro correo de asi es como vivo cada día después de llegar a pensar que no había otra salida que la del suicidio. Así que todo irá bien cuando tenemos la valentía de resolver nuestros problemas. UN beso.

I
isra_8582066
8/3/09 a las 12:03

Para diorissima y tapa...
Ya os echaba de menos chicas desde el principio haveis estado ahí y sé que puede parecer egoista por que vosotras no os podeis centrar en una sola persona pero a mi cada uno de los mensajeis que me haveis mandado me a servido de inspiración y todos los días me levanto con la ilusión de recivir uno nuevo.
Me gustaría poder ser el reflejo (como lo fuisteis vosotras para mí) para otras mujeres que estan pasando por una situación similar de que una vez que consigues romper los lazos que te unen a tú maltratador lo ves todo con una lucidez increible y te das cuenta de qué verdaderos sentimientos te ataban a él que no son otros que la manipulación y el chantaje emocional a los que te havía sometido hasta hacerte perder tu volundad y tu verdadera identidad. Es curioso pero cada vez que yo trataba de cortar con mi ex-novio utilizaba cualquier recurso para que no me apartara de él a no ser que fuera totalmente idea suya con lo cual no havía contenplaciones, si a él no le interesaba por el motibo que fuese estar conmigo dava igual que razonara, llorara, o que me quedara en una lamentable situación economica se largaba y punto. Sabeis cuando volvía hacer su aparición el ... .. cuando se aburria o cuando tenía necesidades sexuales. Ahora me pregunto como es posible que le pasara por alto tantos desplantes,tantas humillaciones, tantos desprecios y juegos sucios y tengo claro que ninguno de los dos sentimos amor por el otro en mi caso era dependencia psicológica y en el suyo francamente no me llega el espacio para definirlo, pero para mí es una persona totalmente destructiba y desconcienciada y en momentos de rabia solo me gustaria que dejarán de existir de este mundo individuos así porque son un peligro para otras mujeres,para sus familias y para todo aquel que se hacerque a ellos con nobleza y buenas intenciones

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