Era una tarde calurosa de verano, pintaba el baño de mi departamento, mientras pintaba, la brocha hacía un sonido que me transportó a esos momentos en que él me penetra por detrás, ese sonido era similar al golpeteo de su ingle sobre mis nalgas ese plof!! Plof!!! Qué recuerdos, ahora me viene a la memoria un día en especial era un día de verano también sólo que estaba muy nublado, como todos los días fui a trabajar, llegué a mi sitio de trabajo y saludé a todos mis compañeros y allí estaba él, en poco tiempo se había convertido en un muy buen amigo para mí, ese día yo había amanecido muy deprimida, él lo notó y durante toda la mañana intentó mejorar mi estado de ánimo, a la hora de la comida salimos juntos a comer y allí comenzamos a platicar, mientras comíamos me hacía reír y me contaba todo tipo de anécdotas graciosas para que me olvidara de lo que me sucedía, y lo logró, y no sólo eso, sino que cuando llegó el postre en un momento nos quedamos viendo fijamente, no podía apartar la mirada de sus ojos y él tampoco apartaba la suya de los míos, sin pensarlo nos besamos, en cuanto nos besamos una corriente eléctrica recorrió nuestros cuerpos, hacía mucho tiempo que no sentía algo así, por lo que seguí besándolo una y otra vez, creo que él sentía lo mismo pues él respondía a mis besos también, después de un momento así yo me sentía muy excitada, hacía mucho tiempo que alguien había logrado excitarme de esa manera con sólo besarme, era fenomenal, de pronto recordé que estábamos en un restaurante y me separé apenada de él; él entendió el mensaje y pedimos la cuenta, al salir del restaurante tomamos el atajo de siempre hacia nuestro sitio de trabajo, de pronto él se detuvo y jaló mi mano, al sentirlo, me giré hacia él y él me tomó por la cintura y volvimos a besarnos, la temperatura no tardó en subir entre nosotros a pesar de que el día estaba completamente nublado y amenazaba con llover, él me confesó que se sentía muy excitado y yo le dije que me sentía igual, así que decidimos separarnos un momento antes de llegar finalmente al trabajo.
A la hora de la salida dos compañeros más nos invitaron a tomar unas copas como no teníamos una oficina fija, nos metimos en su automóvil el cual estaba estacionado fuera del trabajo, nos metimos al auto y comenzamos a beber, nuestros dos compañeros fueron llamados por el supervisor así que nos quedamos solos, en ese momento comenzó a diluviar, era una lluvia tan cerrada que nos dejó prácticamente atrapados dentro del auto, lo cual lejos de preocuparnos nos animó para seguirnos besando, esta vez no nos detuvimos, nos dejamos llevar pues sabíamos que el agua impedía ver lo que sucedía en el interior, además de que el calor de nuestros cuerpos empañaron los cristales.
Una cosa llevó a la otra, de pronto yo ya estaba con la blusa enrollada al cuello, y sus labios en mis senos, sus manos recorrían ardientes mi torso y bajaban sobre mi pantalón a mi entrepierna, su lengua recorría mi pecho, hasta llegar al cuello y de ahí a mis labios, mis manos recorrían su espalda con fuerza, deseaba tenerlo dentro de mí a como diera lugar, pero la lluvia comenzaba a bajar y eso nos hizo recordar que aún estábamos en la calle, pero como nuestra temperatura seguía a tope lo que hicimos fue buscar un hotel.
Llegando al hotel subimos a la habitación y en cuanto cerró la puerta se abalanzó sobre mí y continuó besándome poco a poco con sus besos y su lengua dentro de mi boca volvió a calentarme, volví asentirme sumamente excitada, mi respiración se aceleró al igual que la de él, era la primera vez que estábamos juntos de esa manera, en verdad disfrutaba ese momento, desabotoné su camisa y comencé a bajar por su cuello, lamí suavemente su pecho y seguí bajando hasta que el cinturón me detuvo, lo quité de un jalón y desabotoné su pantalón, en ese momento su pene ya estaba de muy buen tamaño, lo saqué cuidadosamente de su ropa interior y lo metí en mi boca, estaba muy caliente y realmente duro, me excitaba su aroma y a cada lamida sentía cómo mi entrepierna comenzaba a mojarse él tenía los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás, se veía que lo estaba disfrutando también, así que seguí lamiendo y succionando lo veía cada ve más excitado, de pronto me levantó me tiró sobre la cama, comenzó a besarme nuevamente, besaba y mordía mi cuello y eso me calentaba bastante y él se dio cuenta de ello, fue bajando poco a poco mientras quitaba la ropa que le estorbaba, mordisqueó mis pezones uno a uno los acariciaba y los succionaba como si quisiera comérselos de un bocado, yo comenzaba a gemir por las caricias, era delicioso lo que estaba sintiendo, sentir su lengua por mi vientre me hacía desear lo que imaginaba vendría dentro de muy poco, sigue bajando sigue bajando, repetía en mi mente, en realidad lo deseaba, y para mi fortuna lo hizo, siguió bajando y llegó a mi entrepierna, comenzó a lamer y succionar, era delicioso, mordisqueaba mi clítoris suavemente y me penetraba con su lengua, mientras me lamía me penetraba con dos de sus dedos, en ese momento sentí venir mi primer orgasmo, fue un golpe eléctrico que recorrió todo mi cuerpo, fue muy potente, me hizo retorcerme de placer, cuando recobré la razón, él seguía lamiendo, no lo soportaba, era demasiado rico para soportarlo, así que luché por quitarlo de mi entrepierna, hasta que lo logré, en cuanto se quitó hizo un movimiento rápido y me penetró de un solo golpe, mis piernas las colocó en sus hombros y con movimientos rápidos me embestía una y otra vez, mis manos se aferraban a las sábanas, y luego volvían a su espalda, era delicioso sentirlo dentro de mí, sus testículos rebotaban en mis nalgas, se movía frenéticamente, hasta que finalmente logró venirse él también, se recostó a mi lado, ambos estábamos agotados pero contentos, afuera seguía lloviendo.
Al poco rato de estar platicando recuperamos la energía y nuevamente volvimos a los besos cada vez más ardientes y entonces me puso en cuatro y me volvió a penetrar fue un movimiento salvaje, y ahí fue cuando oí ese sonido plof!! Plof!! Plof!! Así sonaba el golpeteo de su cadera en mis nalgas, yo disfrutaba tanto esa penetración, ésa es mi posición favorita; mientras se movía yo me masturbaba, quería llegar al orgasmo al mismo tiempo que él, oh, cielos!!!! Era perfecto ese momento, no quería que terminara nunca, en ese momento se salió y me penetró el ano, me dobló los brazos y quedé con la cara en una almohada y la cadera arriba, así teníamos más roce, yo continué tocándome y él embistiéndome, cada vez con más rapidez, yo tuve mi orgasmo, pero no contaba con que él aún no quería venirse así que se recostó boca arriba sobre la cama y me hizo montarme en él, wow!!!, me encanta sentirlo dentro de mí me encanta esa sensación, comencé a moverme suavemente, mientras veía su cara de placer fui aumentando poco a poco el ritmo de mis movimientos, puse mis manos en su pecho para sostenerme era tan firme
De pronto algo me hizo reaccionar, la brocha de pronto salió volando de mi mano pegándome en la barbilla llenándome de pintura y haciéndome despertar de ese sueño, me di cuenta que mi otra mano tocaba mi vulva suavemente, así que seguí con los movimientos hasta por fin terminar con ese delicioso sueño.
