Y he escrito algunas veces aquí contando mi historia por partes, ahora la voy a escribir entera para quien la siguiera lo pudiera acabar y sino pues ya me vale para mi misma.
Tenia un novio encantador, bueno, cariñoso, con sentido del humor, atento, y nos queríamos muchísimo, y por lo q pueda parecer, reafirmo, que le quería con locura. Pero no todo puede ser perfecto siempre y allí vino mi primera intervención en el foro.
Me faltaba algo en el contacto sexual, se estableció el sexo funcional, rutinario como algunos dijeron por aquí. Por lo que él decía se quedaba muy satisfecho pero a mi me faltaba algo que nunca me atreví a contarle por el respeto que le tenía. Para que os hagáis una idea, la luz apagada, casi sin preliminares, escasísimo sexo oral, pocas veces a la semana, de vamos a la cama que hoy toca. (eso ya ocurrió al año). También echaba de menos los besos con lengua en otros lugares distintos a la cama. El tiene una profesión que nos sacó tiempo de estar juntos, nos veíamos entre semana, cansados, los fines de semana a penas hacíamos nada diferente, pero nuestro amor era tan grande, o el mío hacia él era tan inmenso que pensaba que todo iba bien.
Y salió el problema por otra parte, por primera vez en la vida empecé a envidiar la vida que llevaban mis amigas, sus salidas, su autocrecimiento, sus viajes, su madurez Yo me sentía estancada y inferior a ellas porque llevaba una vida aburrida, sin nuevas sensaciones y me volví dependiente de ellas, criticona, etc Siempre tenía ganas de hacer cosas con ellas o sin, pero lo tenía que hacer dentro de unos límites, unos horarios, para que pudiera estar también con la rutina que llevaba con mi novio (con el que me llebo casi 10 años) .Siempre le proponía de hacer cosas pero lo íbamos aplazando, y tampoco le quería insistir para que lo hiciera con desgana. Solo fuimos una vez de viaje en 1 año y medio y fue al principio de la relación
Y en una noche de esas en que me sentí sola, me fui con una amiga y tuve sexo con otro chico, el cual me hizo confirmar las sospechas de que el sexo en mi relación no funcionaba. La primera semana sentía una angustia muy grande por la culpabilidad, y pensaba que se iría apaciguando con el tiempo, pero pasaron las dos semanas siguientes y la culpa iba creciendo. Al final no pude más y se lo conté, me dijo que había destrozado la confianza, que tenía que poner su cabeza en orden y nos veríamos dentro de unos días. Y ahora estoy en uno de esos días, y empecé pensando que no levantaría cabeza pero aún espero que me dé el bajón que no entiendo porque no me sale.
Hace algunos días la culpabilidad me decía que me había cargado mi felicidad para siempre, que tenía que estar con él, pero gracias a ello he empezado a entender todo lo que me pasaba. Pero se puede querer a alguien tanto que no te deje ver que no eres feliz con él? Os ha pasado alguna vez? Porque no acabo de estar triste? Soy mala persona?