No siempre lo mucho es lo mejor
Hola victor:
Cada persona tiene sus gustos y sus necesidades, y acoplarse puede llevar un tiempo y una buena dosis de comunicación. Por lo tanto, cuando tenemos una pareja nueva tenemos que jugar a descubrirla, a explorarla y averigüar sus puntos erógenos y sus particularidades, que no tienen que coincindir (y seguramente no lo harán) con la de las parejas anteriores.
Por otro lado, hay muchas ideas un tanto distorsionadas en cuánto al tiempo en las relaciones sexuales, pensando que lo que dura más es lo más placentero, sobre todo en el caso de los hombres. En torno a ello se han creado patologías que desde la sexualidad no tienen mucho sentido, como si se eyacula antes de tiempo o incluso si se tarda demasiado. Parece que todo estuviera en torno al tiempo que un hombre puede aguantar la eyaculación, y éso es injusto y egoísta. Al fin y al cabo el placer de una mujer no depende de la penetración ni, por lo tanto, del tiempo que pueda aguantar un hombre en el coito. Como sabes el clítoris es nuestro órgano fundamental, y esta fuera de la vagina. Así que lo interesante y realmente placentero es estimular dicho órgano, y si se hace bien, en pocos minutos podemos alcanar orgasmos intensos. Así que cuentan más las caricias, los juegos, los lametones, los chupetones, etc.,que la penetración misma. Esta es sólo una parte más de la relación sexual, preferiblemente la última, cuando ya nosotras hemos alcanzado pleno placer. Las cosas son, pues más sencillas, y no hace falta batir récords de tiempo, porque si se tarda mucho con la penetración sola, las mujeres perdemos lubricación vaginal (una vez terminada su respuesta sexual) y si el chico continua con sus embestidas pélvicas los movimientos de penetración se vuelven molestos y dolorosos. Entonces aquello que vale más calidad que cantidad, se cumple también en sexualidad.
Y, por supuesto, las relaciones de pareja son de dos, por lo que es necesario que ambos os complementéis en los encuentros eróticos, es decir, primero yo, luego tú, los dos al tiempo, preguntándonos cómo y dónde, y jugar a pasarlo bien. Los dos. Saludos.