Al salir de mi casa esta mañana y rumbo mi trabajo, salí a tomar el ascensor y al abrir las puertas, voilá, como obra de milagro divino, ahi estaba ella, su nombre es Jimena, es mi vecina de 24 años, es blanca, atla, cabello de rulos entre castaños y bronce, piernas esbeltas, abdomen plano y un cuerpo de diosa, con pechos y trasero muy bien formados. Es toda una modelo de T.V., la verdad que de solo verla se me cae la baba.
Lo cierto es que mi encuentro duró solo 30 segundos mientras el ascensor alcanzaba la planta baja y después de un adiós y beso en la mejilla, se bajó sus lentes de sol para salir del hall, se volteó y se fué caminando mientras yo miraba como su voluptuoso trasero ondeaba las mini faldas de tablones que llevaba, que apenas terminaban de tapar sus nalgas. UUUUFFF que riiiiica esta.
he pasado todo el día en mi trabajo pensando en Jimena, la verdad es que no paro de fantasear con esa rica hembra que me pone a millón cada vez que la veo.
Por mi parte, voy a permitir recordar esa rica fantasía esta misma noche, cuando esté a solas en la ducha de mi apartamento, disfrutando de una relajante ducha de agua tibia al final de un arduo día de trabajo. pues es ahí donde libremente puedo imaginarme su compañía, disponible para mi y dispuesta a complacerme en cualquiera de mis peticiones.
Recordaré todos los detalles que tengo almacenados de Jimena mientras puedo también consentir a mi inseparable amigo, esta vez usando mis dedos indice y pulgar formando una especie muy mediocre de una vulva, donde voy metiendo suavemente la cabeza caliente y ya bastante hinchada de mi pene, haciendo resistencia con mis dedos para simular que voy penetrando la entrada de su rica vagina.
Ahí estaré yo, parado bajo la regadera mastubandome en su nombre "ah Jimena" recordando su perfume, su trasero y su medianas tetas, ¿mi mas recurrente fantasía? es imaginar que estoy en si apartamento, metido en su camita, mientras en la vida real estaré tratando en arropar la mayor cantidad de mi pene con mis dos manos, para de alguna manera recrear y el calorcito interno de su vagina, húmeda y apretada, envolviendo cada centímetro de mi carne, hinchada, larga y muy dura, entrando y saliendo en su longitud completa.
Comenzando a entrar desde la punta de mi glande, con mucha lentitud, cada vez ensanchando la entrada de su vagina para ir ajustandose al grosor de mi tronco a medida que voy penetrandola, sutilmente pero sin pausa metiendo en cada embestida hasta que logre sentir mis bolas rozando la parte baja de sus nalgas, y mi ingle haciendo presión en su tan preciado clítoris que ya se encuentra a flor de piel, descubierto por tanta excitación dispuesto a recibir todo el placer que sin duda le voy a dar.
Asi poco a poco, estaremos de manera virtual conectados, haciendo el amor, ella debajo de mi, acariciando mi espalda, ancha y fuerte, envolviendo mis caderas con sus piernas, irá sintiendo mi sudor, se que le gusta buscar con su rostro mi pecho, para oler mi piel sudada, para oler a su macho y lamer la sal de mi sudor, baja sus manos desde mi espalda para apretar mis nalgas, siente la potencia de mis músculos, que trabajan solo para complacerla, le gusta sentir la fuerza de mis nalgas firmes que se endurecen cada vez que la embisto, cuerpo con cuerpo, pecho con pecho, le jalo sus cabellos para apoyar su cabeza sobre la cama, quiero besar sus labios, quiero lamer su cuello y ahora quiero bajar mi cabeza para lamer sus pechos, y probar el sabor de sus pezones mientras aprieto firmemente sus tetas, pues esos pezones estan duros como piedras.
Se que con la sal de mi sudor, está sedienta, por eso le pido que abras su boca, para recibir una descarga de mi saliva la cual lanzo desde lo alto, para caer amortiguada por su lengua y finalmente desaparecer en su garganta, cuanto me excita que la trague.
Con litros de su cristalino fluido vaginal, el cual va tomando un color lechoso por tantas penetraciones va chorreando de su rica raja y empapando toda mi verga y mis bolas al igual que todo su entrepiernas, es el momento en el que puedo cambiar la marcha, y comienzo gradualmente a aumentar el ritmo de mis embestidas, siendo cada vez mas firmes y con mas fuerza los golpes de mi ingle sobre su clítoris. Así gradualmente logramos alcanzar el ritmo justo, el ritmo mágico, mi pene poco a poco haciendo su trabajo, tal cual como un pequeño martillo golpea una gran roca, sabemos que es solo cuestión de tiempo para quebrarla y obtener el tan anhelado premio.
Ambos lo sabemos, ambos lo deseamos, y es cuando de manera casi inesperada, esta ahí, justo detrás de la puerta, solo faltan unas cuantas embestidas más, me advierte, ahí viene, ahí viene, sigue asiiiiiiiiiii..... solo desea que siga embiestiendola, metiendo y sacando toda mi verga con fuerzas para alcanzar el mas rico y deseado de sus orgasmo, pero tengo una sorpresa para ella, cuando sus dientes están apretados, sus brazos enlazando sus rodillas para mantenerlas una a cada lado de su pecho, y cuando ya no hay vuelta atrás, saco mi pene para bajarme de inmediato, e introduzco toda mi lengua en su raja abierta como un hoyo de golf para poner toda la maquinaria de mi boca atrabajar para ella... es ahí cuando suelta sus chorros de líquidos orgásmicos los cuales quiero recibir en mi boca, ahí esta, lo necesito, necesito ese néctar un poco viscoso un poco acido, viene hirviendo fluyendo de la fuente del placer, yo como perro comiendo miel, lamo todo lo que pueda porque no quiero desperdiciar nada, lamo todo saboreando y degustando sin descuidar su clítoris que está a reventar y que se ha convertido en el protagonista del tan anhelado instante, mientras el resto su cuerpo convulsiona involuntariamente sin cesar.
Pero ahí no termina todo, puesto que aún falta un premio por entregar, y aunque aun esta convulsionando con su cara enterrada en una almohada, no falta mucho pues yo también estoy cerca de correrme, es cuando le pido que se arrodilles y se prepares para lo ya sabes que viene. Yo encima de su cuerpo, con una mano agarrando mi pene y con la otra meto mi dedo pulgar en su boca, y a la fuerzo a abrir, casi obligándola (aunque se que se resiste para exitarme más, porque se que lo disfruta), y cuando finalmente accedes a abrir su boca ya no queda tiempo, meto solo la punta de mi pene el cual bordeas con sus labios y ahhhhhhhhhhhhhhhh ..... libero mi carga, chorros de rica y mu caliente leche fluyen de mi interior, la cual aunque está muy espesa rebota en su paladar y comienza a jugar con su lengua y a llenar la cavidad de su boca, y justo cuando comienza a derramarse por la comisura de su boca, cierra sus labios y de un solo golpe traga todo mi semen, mientras mi pene aún bombeando más lechita la miro a los ojos desde arriba y sigo depositando mi semen sobre la hermosa faz de su rostro.
MMMM... Creo que disfrutaré mi ducha de esta noche.