En una revista dirigida a la mujer moderna leo a Ana Ripoll, rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona: "El cargo de catedrático requiere una dedicación importante que una mujer ve limitada cuando es madre, por eso llegamos más tarde a este puesto". No percibo en la cita resentimiento alguno pero el tono del reportaje sobre las mujeres en la universidad da a entender que una mujer en ese caso ha salido perdiendo porque su vida familiar ha ralentizado su carrera. Me parece una visión "masculinizada" de la vida, basada tan sólo en el éxito profesional.
No es noñez afirmar que la vida familiar también es fuente de satisfacción personal, aunque parece escandalizar a cierto tipo de feminismo. ¿Y qué hay de los hombres que han descuidado, a veces tanto, su vida familiar? ¿Qué hay de lo que ellos se han perdido? Tengo compañeros que se han negado a abandonar el turno de noche porque significaría no ver apenas a sus hijos, amigos que prefieren trabajan en casa y a mi propia pareja le costaría mucho aceptar un trabajo que le robara ver como crece nuestro niño.
Al igual que estoy en contra de las cuotas para mujeres, me es muy difícil trasplantar el modelo "masculino" a mi papel de madreyesposatrabajadoranopuedo conlavida. Espero que superemos pronto los roles del feminismo "masculinizador", que vayamos hacia una visión que combine para todos el trabajo y la vida familiar y nos haga más felices... aunque lleguemos un poco más tarde.
A mí, de momento, no me empujen, por favor
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