La verdad es que no sé muy bien como explicar mi problema, porque en realidad es un tanto abstracto, pero igualmente voy a tratar de exponerlo.
Yo con mi pareja llevo más de unos dos años, pero durante este verano hemos estado separados, ya que discutíamos mucho y teníamos una serie de problemas que teníamos que resolver individualmente. Los problemas que teníamos comenzaron cuando yo tuve un ataque de 'celitis', que con el tiempo conseguí superar; igualmente él, a veces, sigue creyendo que yo sufro de está mala enfermedad que son los celos. Esto nos llevo a tener muchas discusiones, a las que se le sumaron cosas como el espacio de cada uno, y cosas por el estilo.
Con el tiempo, yo empecé a tener mis dudas sobre la relación, e incluso creer que ya no sentía lo mismo. Esto nos acabó afectando y empezamos a discutir mucho (por lo que pienso que esta sensación no era simple y únicamente mía), por lo que decidimos que lo mejor era dejarlo.
Aquí fue el punto donde estuvimos tres meses separados, aunque estuvimos quedando constantemente, y hablando mucho por teléfono.
En esos tres meses nuestros sentimientos, a pesar de todo, no cambiaron en absoluto, y por lo tanto, en Septiembre-Octubre, decidimos volver de nuevo.
Al principio de esa nueva oportunidad las cosas no fueron muy bien por su parte, porque aún le costaba besarme y cosas por el estilo, igualmente a la semana más o menos se arregló y las cosas más o menos empezaron a volver a ir otra vez bien.
Pero yo, de vez en cuando, siento que no sé si estoy haciendo bien, si es lo correcto y ese tipo de cosas, y creo que en su caso también ocurre algo parecido. Sé que queremos estar juntos, pero aún tenemos muchos problemas que resolver de la vez anterior y en ocasiones dan ganas de echar a correr y dejar todo eso atrás, aunque realmente no es lo que me gustaría, sino tratar de luchar y superar las dificultades (tanto de nosotros como pareja, como las que tenemos cada uno por separado), pero siento que a veces son más las dificultades que tengo que superar yo al tratar que él se acostumbre a realizar ciertas cosas o al tener yo que aguantarme por otras para que no se mosquee y todo vuelva a ser lo mismo.
Quiero luchar y seguir adelante, pero hay días en los que no me apetece ni levantarme. Soy consciente de que muchas personas de aquí me dirán que lo mejor, tal vez, es dejarlo, y creanme no consiste en que yo me haya acostumbrado a él o que no quiera probar otras relaciones, porque eso para mi no constituye problema, pero no es lo que quiero.
Me gustaría consejos para tener los ánimos un poco más altos y tratar de superar esta situación de la mejor manera posible hasta que se estabilice de nuevo.