Creo que la vida muchas veces te pone ante situaciones difíciles de razonar, hace un tiempo me dijo una amiga no todo lo bueno es tan bueno, ni lo malo tan malo creo que esta frase define de algún modo mi experiencia. Hace poco menos de tres meses llegue a un piso de contactos, al que acuden chicas para intercambiar sexo por dinero. Debo reconocer que fue una de esas decisiones ... que tomas en momentos en los que te puede más la desesperación que la razón. En fin.eran las dos de la tarde de un sábado, cuando toco a la puerta mi primer cliente del día, y el segundo desde que acudí a este sitio. Le dije que tendríamos que darnos una ducha antes de pasar a la habitación. El muy gentil y sin poner ningún pretexto accedió. Nos metimos juntos en la ducha, yo estaba muy nerviosa pero trataba de disimularlo con un sonrisa tímida y esquivando un poco la mirada. No hablamos mucho ni nos tocamos, solo nos observábamos. Una vez en la habitación le ayude a secarse bien. Y para romper un poco el hielo le pregunte que hace un chico tan guapo en un lugar como este- y me dijo que pensaba lo mismo que hace una chica tan guapa en un lugar como este- sonreí un poco lo cual me dio confianza para contarle que era mi segundo día en este trabajo y que sería mi segundo cliente, que el primero lo había tenido un día anterior. Se tumbo en la cama y me pidió que me acostara a su lado. Sin hablar solo acostados desnudos. Pasaron cerca de 4 minutos hasta que me incline un poco para acariciarlo y masturbarlo, pensé que así se excitaría, lo haríamos y marcharía pronto. Me dejo hacerlo solo por un par de minutos y decidió tomar el control de la situación. Le digo -si te pasas del tiempo tendrás que pagar más-. El responde por el dinero no te preocupes. Quedo tumbada sobre la cama totalmente desnuda él se inclina un poco y acaricia muy suavemente mi rostro y baja con sus delicadas manos hasta mi vientre. Luego besa mis senos juega con ellos un rato y los mordisquea mientras me mira a la cara para ver mi reacción. Sé que pudo notar mi excitación por que era imposible que no me estremeciera. Se decide a bajar pero antes me dice suavemente cierra los ojos- a pesar de estar excitada sentía desconfianza por que pese a que me sentía cómoda no dejaba ser un desconocido para mí. De manera que fingí cerrarlos se que se dio cuenta porque me miraba a la cara jejeje, lo vi como se arrodillaba al borde de la cama. Inclinaba y habría suavemente mis piernas para ver mi sexo. Luego sentí sus labios en mis piernas y me fue fácil imaginar el rumbo que seguirían. Cuando sentí la humedad de su lengua sobre mi parte más sensible. Decidí cerrar los ojos y dejarme llevar. Sé que sabía que ya era suya porque noto como baja la guardia y me abandonaba por completo al placer. Me llevo a experimentar sensaciones que nunca mi cuerpo había sentido. Fue delicado, apasionado y decidido a sacar todo de mí. Jugó con su lengua, sus dedos consiguiendo que deseara como a nada tenerlo dentro de mí. Con la misa delicadeza y voz suave nos acomodamos y me pide que me suba sobre él. Después de un par de movimientos bruscos de mi parte es busca de sacar mi excitación, me detiene y aun sobre él empezamos un suave movimiento que coordinamos a la perfección y nos concentramos en ese punto. Su miembro dentro de mí estimulándome una y otra y otra vez.estoy justo frente a él cabezal de la cama, mirando a la paredvuelvo a cerrar los ojos y me abandono nuevamente a sus caprichosbusco con mis manos las pared sin abandonar el suave movimiento de mis caderas ni la concentración y excitación que me ocasiona esta estimulación, rasgo con mis manos la pared para evitar gritar. De repente ciento como me da vuelta y vuelvo a quedar acostada boca ha arriba en la cama y sin casi darme cuenta esta nuevamente tumbado de rodillas al borde de la cama con su boca en mi sexo. Ufff me éxito de solo recordarlo. Mis piernas empiezan a temblar y me es imposible controlarlas de modo que trato con mis pies de alejarlo. Porque siento que mi cuerpo va a estallar. El por el contrario aferra más su boca a mi sexo. Noto como mi cuerpo se retuerce de placer. El pone sus manos en mi vientre y empuja hacia afuera mientras su lengua sus labios y sus dientes juegan suave y apasionadamente con todo mi sexo. Solo recuerdo haber cerrado fuertemente los ojos y sentir como mi cuerpo se desvanecía y volvía a ser el mismo. Después de casi dos horas finalmente lo acompaño a la ducha, le ayudo a poner y organizar la camisa y nos despedimos.
Nunca pensé que mi primer gran orgasmo lo fuera a tener con un desconocido y por dinero. Al día siguiente no volví ese lugar, pudo más mi conciencia que mi necesidad. Pero si tengo que confesar que me encantaría volver a tener un encuentro con esta persona.
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