Quién más quién menos, a todas las mujeres nos disgusta la perspectiva de que nuestras parejas nos engañen. Y presiento que todas pensamos que la tendencia normal es que así ocurra.
Es inevitable que perdamos nuestro brillo inicial a medida que transcurre el tiempo de relación. Trabajamos, cuidamos una casa, cuidamos a la familia y si restamos esto a 24h, ya no queda tiempo para nosotras. Porque, caramba!, estar mínimamente arreglada ya precisa de su tiempo. Y sino, un breve repaso de lo que tenemos que hacer para estar presentables a nuestros ojos y a los de los demás:
- Lavarse el pelo dos o tres veces a la semana
- Hacer la manicura/pedicura al menos una vez a la semana.
- Maquillaje matinal
- Desmaquillaje nocturno
- Aplicación de cremas y ungüentos varios para no envejecer prematuramente
- Comprar algo de ropa en cada estación. Y lo que se rompe, como no da tiempo ni experiencia en coser, tiene que ser de nuevo adquirido -¡malditos calcetines con sus agujeros! Y las medias, que a la que tiras un poco más de la cuenta porque vas con prisas, ya tienes a la fórmula 1 en acción.
- Ir al gimnasio, porque todas estamos apuntadas pero de ahí a ir....buffffff. Pero si queremos estar siempre dispuestas habrá que mover el cuerpo.
- Entretenerse en el armario buscando la ropa más adecuada para el día que se avecina.
- Cuando llega el marido a casa, estar de olaláááá. (si no queremos guerra, mejor nos ponemos el chandal pero esto no es seguir las reglas de la presentabilidad)
En fin, estos son los mínimos máximos para que nuestra autoestima no se nos vaya por el agujero de la bañera.
Y después de todo este trabajo, hemos de averiguar si nuestra pareja nos es infiel o no. Y tendremos que estar atentas a estas señales:
1. A la que intentas una aproximación sexual.... resulta o que le duele el grano de la espalda, o que tiene hambre, o que ahora no, simplemente porque no le apetece. Pero no seas una obsesiva, porque todas las parejas pasamos por épocas bastante apáticas.
2. De ser una persona normalita resulta que se apunta a todo lo "in". Ahora va al gimnasio, compra cosméticos, en fin que se ha convertido en una estrella. Si tú disfrutas de estos cambios ¡Perfecto! pero si es otra....
3. Los ingresos y los gastos. Esto ojo avizor. Que hay muchos gastos que tú ni ves... mala cosa. Tendrás que hacer de detective una temporada. Porque si le preguntas directamente lo normal es que te haga sentir ... y celosa barata.
4. ¿Y el móvil? ja! aquí tienes una de las maravillosas herramientas utilizadas por los infieles. Es privado. Se puede utilizar en la intimidad. Cada uno controla el suyo sin intromisiones. ¡Hasta hay quién tiene más de uno! Y no digamos el correo electrónico...y los famosos chats, y estas quedadas, y... y....
¡Si es que cada vez está más complicado detectar al infiel!
5. Resulta que ahora te anima a ponerte guapa y a salir con tus amigos, cuando hace cuatro días todo le parecía mal. Bufffffffffff
6. Después viene aquello de "tengo una cena de trabajo","ha habido una reunión muy larga"....
A lo mejor tu pareja es una adicta al trabajo, pero si después de bastante tiempo de entregarse en cuerpo y alma sigue siendo el portero del edificio y el sueldo es el mismo, pues ¡vaya!
7. Hoy sin más, llega a casa y te da un regalo sorpresa. Y eso que hace siglos que ni tan solo se acuerda de tu aniversario. ¿se estará sintiendo culpable por algo?
8. En casa le miras a la cara y lo ves apagado, sin brillo, sin ilusión.
Salís a la calle y con los amigos y los vecinos, le cambia la expresión. Y se le van los ojos con los cuerpos de buen ver, y se distrae, pero su cara es alegre, risueña, con esperanza... Ay, Ay.
CONCLUSIÓN: Mejor que se confiese o serás tu la que le será infiel en bien poco tiempo. Porque vengativas lo somos un tanto. Y bobas, no.
