Por supuesto que no te va a importar lo que nadie diga, cuando las hormonas están a flor de piel y a uno le pueden más los instintos que la razón, es lo que pasa.
Gracias a los personajillos como tú, que hacen público el nivel de mierda al que están como personas, suelo obtener fácilmente la victoria en una conversación cuando hablo de lo descarados y desvergonzados que son much@s hoy en día jajaja