Hola chicas,
tengo 31 años y actualmente estoy en proceso de divorcio con mi marido. Desde hace varios años en mi antiguo empleo conocí a este hombre casado de 50 años, con el cual siempre mantuve una relación estrictamente de amistad. En los últimos meses, debido a que yo comencé a tener problemas en mi matrimonio, mi amigo empezó a acercarse mucho a mi hasta llegar a ser un gran apoyo en los momentos difíciles. Siempre supe que yo le gustaba, pero el siempre me respetó y jamás me dijo ni pasó nada. El vive con su esposa e hijos en Estados Unidos y yo vivo en Mexico. Nos separan 3000 millas de distancia. La última vez que vino a mi ciudad por motivos de negocios, me demostró mucho interés y preocupación hacia mi. Fue entonces cuando comenzó a tener detalles lindísimos conmigo, comenzó a haber más comunicación por mail, mensajes por celular y teléfono. En Noviembre me invitó a Dallas a pasar un fin de semana con el y fui. Ahí me declaró sus sentimientos y cabe mencionar que para ese entonces yo también ya estaba empezando a enamorarme de el. Hicimos el amor por primera vez y ahí comenzó nuestra relación. Actualmente es una relación a larga distancia. Pero él realmente se esmera en que funcione. Diario me habla por teléfono, me escribe emails, mensajes por el celular. Está al pendiente de mi en todo momento. Me apoya en todo. Me envía regalos, detalles. Me ha regalado varias joyas y la última vez me mandó un anillo que quiere que use siempre como símbolo de lo nuestro. En pocas palabras, es un hombre maravilloso. Dice que me ama. Y yo también siento que lo amo. Pero al mismo tiempo ambos tenemos los pies en la tierra y sabemos que nunca podrá ser mío completamente. Nunca quise estar en esta posición. Yo misma se lo que se siente ser engañada por el marido Pero esto sucedió sin que ambos lo planeáramos. No queremos hacerle daño a nadie. Me siento muy feliz con lo que tenemos, realmente me ha ayudado mucho a salir delante de mi depresión por el divorcio con mi marido. Pero tengo miedo de entregarme demasiado. No lo quiero hacer y se que no debo hacerlo. Confío mucho en el y sé que me ama, pero también estoy consciente de que él jamás será libre. Habrá alguien que haya pasado por lo mismo que yo y pueda darme alguna opinión. No quiero que me juzguen mal, esto se dió sin que lo buscáramos. Admito que me he dejado llevar quizá porque yo estaba tan triste, que esta persona se metió en mi corazón en el momento más vulnerable. No quiero hacerle daño a nadie, pero en este momento esta relación me está ayudando mucho a recuperar mi autoestima y mi seguridad como mujer. El me hace sentir linda, amada, deseada, especial. Mi marido nunca me trató como me trata el. La diferencia de edades no me importa, al contrario, me atrae más. Lo nuestro no se basa en el sexo, creo que nos ha ayudado que nuestra relación siempre ha sido a distancia, porque eso nos ha hecho hablar mucho y conocernos más en todos los aspectos no-sexuales. Lo nuestro es amor, no solo deseo. Es más complicado, verdad?