Foro / Pareja

Retorno a mi pasado

Última respuesta: 15 de febrero de 2008 a las 11:51
Y
yuming_9047737
15/2/08 a las 7:00

Después del precioso baile en la fiesta de Dulceiris, por la cabeza de Paco pasaron varias cosas:

-Rosa y yo lo hemos pasado fenomenal. Pero ni yo valgo para amante, ni ella para tenerlo. Es una fina, rocambolesca y entretenida locura foril, pero nada mas. Ni ella vale para pecar, ni yo ni loco intentaría nada serio con ella. Eso si, es una mujer preciosa en todas sus facetas. Sé que ahora esta sufriendo, averiguando donde se halla la Sala Rociera donde yo estuve un tiempo y donde había un cuadrito, en una determinada columna, con un precioso poema ....

Paco lo que buscaba de Rosa era simple y puramente una amistad. Ya lo había intentado en una ocasión, pidiéndole un e-mail para enviarle bonitas y graciosas presentaciones Power Point.... pero ella lo había rechazado.

- Si fuese mujer seguro que no hubiese habido ningún problema para iniciar esa amistad. Entre nosotros siempre hubo respeto, sonrisas, momentos encantadores, pero, ¿es en realidad todo esto porque soy hombre? ¿Es que no puede existir amistad entre hombre y mujer, cuando yo tengo tantas amigas, y nunca sobrepasamos ese límite?,
¿Por amistad vuelvo a ese mágico lugar, y se lo describo luego a Rosa?. Se preguntaba Paco. Da igual, se contestaba, he sido tonto toda la vida, y con todo lo que he dado, al fin de cuentas he recibido de la gente, de la sociedad mucho mas. No quiero que sufra Rosa por ello. Voy altruistamente hacia allá y se lo describiré con detalle toda mi aventura. Si pierdo aquí, sé que lo voy a ganar por otro lado, toda mi vida ha sido así.


A Paco le temblaban las piernas. Se dirigía nada menos que hacia su cuna, al lugar donde él nació. Sabía que se iba a encontrar a gente, casas, calles, envueltas de un cariño penetrante por todos los lados. La Sala Rociera se encontraba a escasos metros de ese lugar.

Se iban a mezclar pasado y presente en una sola experiencia. Pero, en su interior, Paco llevaba a Rosa, y mas pensando que ella esa tarde iba a estar bailando sevillanas en su Sala Rociera y llevándole a su vez en su corazón.


Por fin Paco llegó a un barrio cerca del lugar de la zona donde se iban a desarrollar presumiblemente los acontecimientos, y entró para cenar en el Restaurante Itziar, sito en la calle Cortes de Aragón de Zaragoza.

-Hola, no se si te acordarás de mi, le comentaba Paco al dueño, para las Navidades estuve cenando aquí en le grupo de XXXXX, amigos de siempre de la infancia, del colegio, de nuestros primeros bailes y flicteos y nos juntamos una vez al año....
-Ah si, contestó el dueño, tu eres amigo del grupo de XXXXXX



-Uhmmmm no están mal las borrajas y el ternasco asado, pasa el tiempo, los años, y ese sitio rezuma su sabor característico, nunca se pierde, pensaba Paco.

El establecimiento estaba decorado en un estilo vasco premoderno. Los cuadros del lugar mostraban caseríos, los paisajes húmedos típicos del Norte ...



Y ya se acercaba el gran momento, aunque Paco era algo tonto, (poco listo), en los momentos mas intrépidos de la vida siempre mostró esa inteligencia especial que poseía, heredada quizás de su tío, el hermano segundo de su madre.


Con gran nostalgia, pasión, emoción y exceso de motivos, Paco recorría las calles de su niñez, calle Almarza Laguna de Rins, lugar donde nació, y recordaba el piso, su habitación, y enseguida el recuerdo de que en ese mismo cuarto también durmió allí su primo Jesús Ciria, quien años después haría una exposición de pintura en la Vaguada de Madrid.

Paco se dejaba llevar por el ambiente ya nocturno, habían pasado muchos años, pero todavía estaban la tienda de las olivas (Cortes de Aragón), la galería de cuadros Itaxo (calle Dato), reformadas las bodegas de Nicomedes (calle de Bernardo Fita) y en esa misma calle se encontraba su destino: La Sala Rociera el Albaicin.

La entrada estaba prácticamente igual, pero conforme bajaba las escaleras, a Paco le llamó la atención una preciosa estrella de cinco puntas que lucían en lo alto, con bombillitas de color verde y unas pocas en rojo.

Entrando por la puerta de la izquierda estaban como antes los servicios, y el pasillo custodiado por dos columnas. Con cierta ansiedad Paco se dirigió hacia ellas, y encontró en la segunda y ya cerca de la barra, el cuadrito con el poema, debajo justo de un precioso farol con una luz azul tenue.

La Sala en sí había sido reformada, al gran tablado del fondo. le habían añadido otro, lateral a la derecha.

Para ser jueves noche, realmente había mucha gente. En ambiente eran cordial, totalmente andaluz, se jaztaba la cercana Feria de Sevilla.

Paco rebosaba entusiasmo, felicidad, fluidez. Lo primero que notó de sus adentros:

-Rosa esta tarde, bailando como las damas que lo hacen aquí, ella me ha llevado realmente en su corazón.

Enseguida Paco entabló conversación con el camarero con gente de allí:

-Pues si, aquella persona ya mayor, la que estbailando al fondo del gran tablado de pelo blanco, fue torero.


Había pasado muchos años, pero algunos de los rostros de los personajes de allí le eran familiares para Paco. Seguían allí.

Paco había conseguido ya una confianza en el lugar, y fue entonces cuando sacó de su mochila papel y bolígrafo, y con total naturalidad se dirigió hacia el cuadrito, hacia aquel precioso poema que tanto llevaba tanto tiempo allí y que tanto intrigaba a su Rosa.

Rezaba textualmente así:


CON UN FINO

Yo prefiero,
Cuando busco diversión
cuando abandono el trajín,
llegarme hasta el ALBAICIN.
Es como entrar en el cielo
como acariciar tu pelo.

Yo prefiero,
Para escuchar sevillanas,
para que surjan mis ganas
de disfrutar un festín
llegarme hasta el ALBAICIN.
Situándome en el azar
un lugar en donde siempre
te viene la sensación
de que algo maravilloso
está a punto de pasar.

Yo prefiero,
Bajando sus escaleras.
conteniendo la emoción,
"sin que esté San Valentín"
llegarme hasta el ALBAICIN
por la alegría que impera
¿Mujeres? Son de primera
caritas como de cera
y como bailan Dios mío
masaje de mis sentidos.

Yo prefiero,
Cuando busco una canción
que me alegre el corazón
y desmadrarme un pelín,
llegarme hasta el ALBAICIN
y disfrutar con un "fino"
las pausas de mi camino
que me quitan la tristeza
¡viéndote desde la esquina!

PEPE MONTERO


Paco se quedó de piedra.

-¿Cómo era posible que en el poema apareciera el día de San Valentín, escrito ahí? Que coincidencia hay en todo esto, se decía él. Me encanta y me da miedo a la vez Si se lo cuento a Rosa, con todo detalle, ella que esta tarde me tenía a mí, yo que ahora a ella la siento en mí. Ojalá Rosa estuviese aquí ahora mismo. Saborearía tantas cosas, el ambiente, el poema, y seguro que bailaría, como no, hasta se me empiezan a mover los brazos y las piernas a mi.

Y Paco proseguía:

Bueno, sean sintonías o lo que sea, creo que Rosa se pondrá contenta, el enigma se ha resuelto para ella, y ¿por qué no? también para mi.

Y mañana, Dios dirá. Me tocará ser un amante foril, y nunca tendré su amistad.

Ojalá fuese mujer





Ver también

Q
qun_6517234
15/2/08 a las 11:51

Jajaja,,
"amantedezujar" jajaja

No he leido todo jeje, pero tengo la risa jajaja


Parece se caen bien jeje


Besos Dulce! y que tu finde este muy bueno

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