Allá va el mío:
Yo tengo un par de experiencias con los roces y el perreo:
Una noche salí de fiesta con mis amigos por un barrio bastante pijo. A mí no me van los locales de música moderna y esas historias y mucho menos el reggaeton (o como leches se escriba) XD. Pero el caso es que aquel pub tenía un ambiente increíble. Estábamos tomando unos cocktails cuando las tías empezaron a exhibirse bailando. Y yo, que no soy de bailar en absoluto, al verlas me encendí bastante y decidí participar un poco. Mis colegas en cambio se quedaron bebiendo y mirando. Nunca fueron muy espabilados, que digamos. "Menudos prigaos", pensé... así que me perdí por ahí.
El hecho de bailar con una desconocida me la trae floja, pero que se te ponga de espaldas a mover el culo en plan "viólame YA"... eso me vino de sopetón. Al cabo del poco tiempo y de intercambiar unas palabras, empezó a restregarse con sutileza. Yo tenía una erección de tres pares de narices y me agobié, porque aquella noche llevaba unos pantalones algo ceñidos y no sabía como disimular el bulto en mi entrepierna. Pero no hizo falta, porque la chica esta tan atrevida bamboleó su precioso culito contra mi falo, como si el mundo fuese a acabarse! Ella, que lucía la despampanante figura de una mujer hecha y derecha, me confesó que tenía tan sólo 18 años. Pero a su edad, era de esas chícas que parecen capaces de todo y luego te dejan con la miel en los labios. Sencillamente me encantó eso. La convertía en una fruta prohibida. Me puso tan caliente que me ardían hasta las orejas igual que cuando llevas 3 horas seguidas haciendo un examen, jajaja! Tremendo.
Y tengo otra que es bestia de verdad, pero mejor para otra ocasión...