Tengo la fantasía de ser atada en la cama, boca abajo, azotada y después penetrada, por dónde quieran.
El problema es que a ninguna de mis amistades más íntimas, les va este rollo y que nunca lo haría con alguien con quien no tuviera toda la confianza.
Hace tres años que me azotaron por última vez. Fue mi madre y confieso que me lo merecía y que lo había provocado a sabiendas, aunque en aquel momento, con 15 años no lo tenía del todo claro. Protesté mucho, era el numerito que se suponía que tenía que hacer, porqué si se hubiera dado cuenta de que me daba morbo el tema, me hubiera castigado de cualquier otra forma, claro.
¿Soy muy perversa?