Como imaginareis por el nick soy hombre. Resulta curioso dirigirse a un foro diseñado para mujeres, pero quizás mi educación, siempre entre hermanas, mi mejor relación con las personas del sexo femenino me haga pediros ayuda a vosotras. Tan sólo algún consejo o una muestra de comprensión, ... o crítica.
Resultaría tedioso contaros mi historia y no quiero aburriros ni repetiros el eterno tema de la separación o la soledad,... pero es mi caso. Gracias por tu paciencia.
Tengo 38 años. Encontré el verdadero amor hace unos años y con ella compartí mi vida. De esa relación nació una preciosa niña a la que adoro. De unos años a esta parte comprobé que la mujer a la que quiero tenía unos ataques de ira tremendos. Que era una persona egocéntrica e intolerante; que me juzgaba constantemente. Me da verguenza decir esto, sobretodo porque parte de mi actividad se desarrolla ayudando a mujeres víctimas de la violencia; pero bueno, como intuireis en varias ocasiones esa agresividad le hizo golpearme. Golpes que pese a su rabia no dejaron más secuela que la de la humillación. Humillación ante mi hija y ante otros.
Como se trataba de altibajos y mi amor (o dependencia) era tal, siempre continué a su lado, tratando de ayudarla en el control de sus emociones. Parece contradictorio, pero en muchísimos momentos ha sido la persona más maravillosa del mundo.
Egoistamente también he continuado por no perder a la personita que más quiero, a mi hija. No quería convertirme en el paá visitante porque en verdad siempre he estado junto a ella, compartiendo, preocupado y su vínculo afectivo hacia mí es inquebrantable. (Que verguenza, justo la acción contraria a lo que yo mismo recomiendo día a día a mujeres).
No me quiero extender. En estos momentos ha perdido tanto el respeto hacia mí, que sus insultos son constantes (debe de tener algún problema porque estoy seguro de que me quiere. No se qué puede suceder). Finalmente, le quise plantear una separación, aunque fuese temporal y con todo el dolor de mi corazón. Su respuesta un puñetazo. Mi hija, claro, se percató.
Creo que debo marcharme. No me importa ningún bien material, pero no deseo perder a mi hija. No me fio del comportamiento de su madre. Deseo de corazón una custodia compartida. Que los dos la eduquemos sin necesidad de que nadie salga de su vida. Estoy asustado. Me da miedo la soledad. Me da verguenza todo lo que puedan pensar (jamás diría la verdad). Tengo miedo de perderla y ya la he perdido, porque no creo que fuésemos felices jamás. No quiero estar sólo, pero tampoco deseo a nadie. Perdonar lo que os voy a decir, pero entenderme: en este momento odiaría estar con una mujer. Yo creo que me entrego (con todos mis defectos que serán muchos), pero actúo con respeto y amor. No quiero ni oir hablar de rehacer mi vida junto a nadie. No quiero nuevas experiencias que me deparen sittuaciones parecidas. No quiero querer para pasarlo mal; no quiero estar sólo; no quiero perde a mi hija.
Si has llegado al final, perdona si te he aburrido, y garcias por leerme. Me consuela.